Movistar Estudiantes: la hora de los valientes
El conjunto colegial y el Betis disputan este jueves (20:00 horas, LaLiga+ y M+D3) el 5º partido de cuartos. Quien gane, jugará la Final Four de ascenso.
Sin opción a fallo. El Movistar Estudiantes y el Betis disputan este jueves (20:00 horas, LaLiga+ y M+D3) el quinto, último y definitivo partido de su eliminatoria de cuartos del playoff de la LEB Oro. Quien gane, acompañará al IGC Força Lleida y al Hereda San Pablo Burgos a la Final Four de ascenso a la Liga Endesa. Y quien gane, también, se medirá en las semifinales con el vencedor del Tizona Burgos-Guuk Gipuzkoa (viernes 31 a las 20:45 horas).
Un duelo sin red de seguridad al que se ha llegado tras blindar cada equipo su pabellón. Los colegiales doblegaron a los andaluces en el Movistar Academy Magariños (86-77) con dificultad y con solvencia en el WiZink Center (98-73). Los béticos también saldaron con triunfo los dos duelos en San Pablo (90-84 y 77-65), aunque a la inversa: más complicado el primero (el tercero de la serie) y con mayor naturalidad el segundo. La clave de este resurgimiento sevillano cuando estaba contra las cuerdas: la agresividad. Más al límite, sin nada que perder, pusieron más diente, más pasión, más concentración e intensidad en el último par de encuentros. La lucha en el rebote es el mejor ejemplo: 76-46 para los Bruno Savignani, con un +24 en el último enfrentamiento (46 a 22).
“La valoración que hacemos (de los dos partidos en Sevilla) evidentemente no es buena. Pero hay que mirar un poquito más allá y ver exactamente por qué no ha sido buena. Llegamos a la conclusión de que ellos han tenido un punto más de agresividad que nosotros. Hemos perdido respecto a los dos partidos en casa”, analiza Pedro Rivero, entrenador ramireño, en la web del club.
No es la única condena que deben conmutar los madrileños. Su acierto desde el perímetro ha descendido en este playoff casi un 8% con respecto a la fase regular, del 38,7% al 30,9%. Johnny Dee es el gran ejemplo de esta caída: del 45,2% al 11,1%. Su carta de tiro es de un 2 de 18 con dos 0 de 5 en el segundo y tercer duelo. Su resurrección es fundamental si el Estu quiere tener opciones de acceder a las semifinales de la LEB Oro.
“Hemos estado bastante desacertados, hemos tenido porcentajes malos que por cómo es nuestro equipo nos hace tener ciertas dudas. Somos un equipo que en el momento en el que nos conectamos y se conectan tres o cuatro jugadores, ayuda a que luego en la parte defensiva tengamos un poco más de consistencia”, continúa Rivero, que deberá fortificar su defensa para evitar los estallidos de violencia de Eddy Polanco y Joaquín Rodríguez.
Ambos han sido un auténtico dolor de cabeza para los estudiantiles. Entre los dos han logrado el 40% de los puntos béticos en estos cuartos, con espectaculares e incontrolables explosiones anotadoras: Rodríguez hizo 28 tantos en el estreno del playoff y Polanco alcanzó la misma cifra en el último disputado hasta la fecha. Dos jugadores de racha a los que no se les puede dejar ni un centímetro porque son letales. Fortalezas y debilidades que el Estudiantes debe gestionar en un duelo de mucho nervio, un día para “ser valientes, agresivos, concentrados”, en palabras del técnico segoviano.
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