Willy: “Tuve una oferta del Madrid, pero como si no la hubiera”

Willy Hernangómez se defiende de las críticas que le consideran un mal defensor. “Las acepto, pero me resbalan. Solo importa la gente que realmente sabe; en el equipo, entrenador, cuerpo técnico, vestuario, mi familia…”, comentó en La Bombilla, un programa de entrevistas dirigido por Miguel Sánchez, más conocido como Pablo Lolaso, y en el que los jugadores suelen mostrar su lado más personal y hablar sin paños calientes.

El pívot del Barça reconoce que puede “mejorar”, pero considera que las críticas se centran sobre todo en su defensa del pick & roll. “No es una cosa de uno contra uno. Si tú me pones a defender al poste bajo, yo defendía siempre a Jokic, a Embiid, a Giannis el año pasado en las Olimpiadas. En el uno contra uno en el poste bajo, soy muy bueno. ¿Defensa del pick & roll? Tengo mucho que mejorar, pero no somos mi pareja y yo. Necesitas unas ayudas, un bloque, unas estructuras para poder defender en equipo. ¿Por qué con la Selección soy buen defensor? Porque tenemos todos las cosas claras. La gente se sacrifica. Si tú eres el base, por ejemplo, sabes que yo voy a estar por ti, para ayudarte, parar a tu hombre, pero yo sé que a mí me van a tener que ayudar también. Es un trabajo de confianza en equipo".

Willy bromea sobre sus emparejamientos, por ejemplo, con Jokic. “Si mete de media 36, que te meta 35 ya es un éxito”. Y confiesa que sigue trabajando “para ser más rápido defensivamente, para poder hacer cambios y ser más polivalente en defensa”. “Yo sé que en ataque soy bueno. No tengo problemas para meter puntos, para coger rebotes. ¿Defensa? Se me critica o se me juzga solo por el pick & roll. También es el uno contra uno en el poste bajo, también es el rebote defensivo. Soy de los mejores reboteadores defensivos, seguro, no tengo ninguna duda. Me encanta coger rebotes. Eso también es defensa”. Aunque se pone más trabajo. “Me gustaría ser más taponador, porque no lo soy”.

El ahora pívot del Barça repasó su carrera en la NBA (“Estoy agradecido de haber jugado en Nueva York, en los Knicks. De haber conocido a Phil Jackson, que fue mi presidente. Luego irme a Charlotte, conocer a Michael Jordan...”) y su regreso a Europa. “Yo soy de la cantera del Madrid y me hubiera gustado que la cosa fuera diferente. Pero en ese momento era un mal timing. La oferta que me hicieron…”. “¿Hubo oferta del Madrid?”, replicó Lolaso. “Sí, pero como si no la hubiera”.

Así que Willy acabó en el Barça, aunque tenía “ofertas de varios equipos de la Euroliga”. “Tenía una oferta muy muy buena de Panathinaikos antes de que firmase mi hermano, pero me apetecía estar en casa. El Barça apostó por mí. Me ha dado la oportunidad y estoy superfeliz. Aún me queda un año y quiero que sea un buen año, porque nos merecemos poder ganar títulos”.

El pívot también habló con su encontronazo con Pablo Laso, que en una charla distendida en un acto en Vitoria dijo que Willy “era bastante subnormal”. “No me decepcionó. Luego lo hablamos, nos mandamos unos mensajes, y se solucionó. Su forma de ser y su forma de expresarse... Él habla así. Tampoco sabe la historia ni se va a saber la historia de cómo fue la discusión con Roger (Grimau). Lo hablamos y se solucionó. Para mí Pablo sigue siendo uno de los mejores entrenadores que hay y que ha habido. Hay que tener respeto por todo lo que ha conseguido”.

Willy no quiso ahondar en la polémica con Grimau y tampoco ha querido saber quién pudo ser el topo en el vestuario. “Me da igual, pero aprendí a estar más callado”, reconoce el jugador que explica que “este año no se han filtrado cosas que fueron muchísimo peores”.

Por último, el jugador habló de la pasada temporada, donde vivió “un momento complicado, de perder el amor por el baloncesto”. “No me sentía feliz, a gusto con lo que estaba haciendo. Iba a entrenar porque tenía que ir a entrenar. Intentaba buscar las maneras de salir de ahí, pero hay un momento que tú solo no puedes. No tienes las herramientas ni sabes. Hablando con mi gente cercana y mi familia decidí buscar ayuda y trabajar las emociones, la salud mental... Me ha venido muy bien. Ha sido volver a conectar mi cabeza en puzles, centrarse, volver a saber lo que quieres y lo que no quieres”.

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