Willy calienta motores para el Preolímpico
La Selección cae en la prórroga ante Italia en el primer sus dos amistosos antes de la cita de Valencia. El pívot, 23 puntos. Rudy se despide del WiZink Center.
España necesitaba saltar a la arena. Lo aseguraba Sergio Scariolo antes de comenzar el amistoso ante Italia: necesitaba escapar de la rutina de los entrenamientos, de una concentración que sumó este martes su 15º día. Y que ha sido extraña con el Preolímpico de Valencia de fondo. 22 convocados, pero empezaron 15 en Málaga y, mientras se despedían unos, entraban otros, los que tenían restricciones de tiempo NBA (Garuba, Aldama) y los que se mantenían en competición (Llull, Rudy, Juancho). Lorenzo, de este último grupo, llegó este mismo martes tras oficializarse su fichaje por el Panathinaikos. El base, pieza clave en este grupo, no participó en la derrota en la prórroga contra los transalpinos (84-87).
La Selección necesitaba rodarse. Medir su momento. Sus sensaciones previas a la cita de la Fonteta. Y, a pesar de caer, no estuvo mal. La derrota no daña, da una nueva lección. No fue un suspenso. Tampoco un notable-sobresaliente. Fue, simplemente, una buena primera toma de contacto, de soltarse, contra un rival potente y ya perfilado, con su plantilla de 12 definida. Eso sí, es el quinto tropiezo seguido para los de Scariolo tras la dos últimas del Mundial, el par en las Ventanas de febrero y esta. Cuidado. No hay que alarmarse pero sí tomarlo en consideración.
España fue de menos a más en el enfrentamiento para luego quedarse seca en los últimos 2:30 del cuarto periodo, cuando tenía enganchada la victoria (68-61), y claudicar en una prórroga que forzó a falta de 9 segundos Sergio Llull de tres (73-73). El acierto italiano desde el perímetro entre el final del tiempo reglamentario y el extra (cinco triples seguidos) fue letal para la Selección, que se enganchó al dominio de Willy Hernangómez en la zona.
El pívot del Barcelona terminó con 23 puntos y 23 de valoración tras una irregular salida en el partido. Su asociación con Juan Núñez (con el que podría compartir vestuario la próxima temporada) no fluía y los de Pozzecco lo aprovechaban: parcial de 1-10 con Melli certero desde el triple (dos). La defensa española no se asentaba y tuvieron que salir Juancho, Llull y Rudy para que todos se tranquilizasen. Fernández disputó su último encuentro oficial en el WiZink Center, su casa definitiva con el Madrid desde 2012. Llull mejoraba a Núñez y Alberto Díaz en el uno y Brizuela sacaba a relucir sus latigazos explosivos. Pajola y Petrucelli eran el sostén transalpino. En los últimos seis minutos de la primera parte, la Selección daba la vuelta al marcador con un parcial de 15-4, 18-24 al 33-28 del descanso. Abrines sacó a relucir su fusil.
El equipo de Scariolo trató de cerrar el duelo nada más volver de los vestuarios. 15 puntos en cinco minutos. De tres en tres. Abrines, dos veces, y Núñez acertaban desde fuera. Y Willy enlazaba dos 2+1 ante la defensa de un Melli que se deshacía ante su par. El madrileño estaba imparable y la Selección llegaba a su máxima, un +9, en un par de ocasiones (48-39 y 54-45). Italia no tiró la toalla. Escaló sin miedo, con la aparición de Gallinari y el acierto de Spissu y Tonut para tener el duelo en su mano a falta de 15 segundos. Llull acertó a continuación y en la prórroga controlaron el parqué a pesar de los destellos de Aldama (dos triples) y que Brizuela tuvo la última para forzar el segundo tiempo extra. El viernes, segundo y último duelo de preparación ante la República Dominicana en el Pabellón Pedro Ferrándiz de Alicante.
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