EspañaESP
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TurquíaTUR
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Finalizado

MUNDIAL SUB-19

Una España para dominarlos a todos

Enésima exhibición de la Selección sub-19, que sometió a Turquía, el otro equipo que quedaba invicto, por 32 puntos. Mañana ante Francia, a por el segundo oro en la categoría.

Hay veces que no hace falta mucho tiempo para darte cuenta de lo que tienes delante. Quienes hayan visto a esta generación de jugadores españoles, aunque haya sido un solo partido, sabrán que el futuro del baloncesto de nuestro país está en las mejores manos posibles. Este Mundial sub-19 ya queda para la historia de nuestro deporte de la canasta, pase lo que pase mañana ante Francia (20:00) en una final que nos puede convertir otra vez, 24 años después, en la mejor selección de cantera del planeta. Lo hicieron los Juniors de Oro en Lisboa en 1999. En 2023, en Debrecen, Hungría, quieren imitarles estos doce jugadores que tienen tatuada a fuego la marca de los más grandes.

Turquía llegaba como el hueso más duro al que se habían enfrentado los españoles. La selección otomana era la única invicta del torneo junto a España. El partido del campeonato, quizá una final anticipada. Todo lo bueno que había hecho Turquía hasta hoy, que era mucho, desapareció de un plumazo. Porque esta España es buenísima por muchas cosas y una de ellas es que nunca se conforma con lo que tiene. Siempre quiere más. Si va ganando de 10 intenta llegar a los 20 de ventaja. Cuando lo consigue pone la vista en la 30 de diferencia. Y así van pasando los minutos como golpes de martillo sobre un rival que poco a poco va perdiendo los sistemas, las ideas, las ganas y la fe. Así fue como este notable equipo turco acabó perdiendo por 32 (83-51).

A diferencia del partido de cuartos con Argentina, en el que costó arrancar, esta vez España salió a por todas. Cuando hacen eso los rivales se echan a temblar. Un despliegue defensivo impresionante, por fuera y por dentro, hacía de cada ataque turco un calvario. El primer cuarto lo cerraron con 17 puntos a favor… y gracias. Al descanso, sólo 31. Entre tanto la Selección ya había roto el partido. Un encuentro que durante unos minutos se convirtió en un concurso de mates improvisado, a cada cual mejor. Primero Izan Almansa, salvaje a una mano. Después Rafa Villar llegando desde atrás, con las dos manos y sin miedo al choque. Y finalmente Baba Miller, en un contraataque y tras un pase espectacular sin mirar de Lucas Langarita.

Todos los titulares, salvo Miller que hoy estuvo más terrenal, jugaron a un nivel sobresaliente. Almansa demostró por qué es el mejor jugador del torneo, con una superioridad física bajo los tableros impresionante. 17 puntos, 8 rebotes y 20 de valoración para él. Los tres exteriores lucieron como nunca juntos. Especialmente Jordi Rodríguez, del Joventut. Un alero con alma de base que dio un recital de baloncesto (20+5). Villar, este sí base de profesión, pero duro como una roca, metió 9 puntos sin fallo y repartió 5 asistencias. Y Sediq Garuba, el maestro de la defensa, robó 3 balones, cogió 5 rebotes e incluso aportó 10 tantos con porcentajes excelentes.

Los números globales son de auténtico escándalo. 49-24 en rebotes, 20-7 en asistencias, 5-1 en tapones. ¡112-35 en valoración! El mejor jugador hasta ahora en el torneo de la selección turca, el alero Berke Buyuktuncel, que llegaba a las semifinales como el mejor reboteador, el quinto mejor asistente y el tercero en valoración del campeonato, se quedó en 2 tantos, 2 rechaces, ningún pase de canasta y -1 crédito de valoración. Esta España es así. Hasta los mejores parecen pequeños en su presencia. Tan poco se esperaban un resultado como este los turcos que embarraron el partido en la segunda mitad, sacando un poco del juego a los españoles y poniendo el -24 en el luminoso (69-45 a 5 minutos y medio). Esos fueron los mejores momentos de Turquía y ni siquiera les servía para maquillar un marcador que incluso se ensanchó más con los suplentes ya sobre la pista.

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