Un Eurobasket de naturalizados: así funciona la regla de la FIBA por la que los equipos tienen jugadores ‘extranjeros’
Una vez más, el gran torneo de selecciones europeas contará con una amplia nómina de jugadores estadounidenses. Muchos, con la doble nacionalidad obtenida por la vía de la naturalización.
El Eurobasket 2025, que se jugará en Letonia, Chipre, Finlandia y Polonia, contará con 24 selecciones. Pero una de la nacionalidades más representadas será, y no es la primera vez en el gran evento del baloncesto en el Viejo Continente, la estadounidense. Un asunto que ha llegado a un punto en el que se han llegado a criticar algunos movimientos con jugadores con escaso o nulo vínculo con el país para el que juegan, muchas veces con la ventaja de que obtienen al hacerlo un pasaporte que les permite jugar después en Europa sin la condición de extracomunitarios, lo que evita lo que suele ser una barrera en el mercado
La FIBA, a pesar de esas críticas que suelen ser recurrentes, defiende el sistema de los jugadores naturalizados. Considera que, incluso en los casos aparentemente más cogidos con alfileres, el efecto es positivo. Está bajo control, porque solo hay uno por selección y, cree el máximo organismo del baloncesto mundial, ayuda en algunos países porque sube la competitividad de sus selecciones y estas generan así más interés. No solo eso: también da un espacio en el baloncesto de equipos nacionales a jugadores estadounidenses que tienen un excelente nivel pero que no se pueden hacer hueco en el poderosísimo Team USA de Estados Unidos cuando llegan Mundiales y Juegos Olímpicos. Al final, solo pueden estar doce por selección, y en pocas el embudo se estrecha tanto como en EE UU.
Esto dice la norma de la FIBA sobre los naturalizados: cada equipo puede tener un jugador naturalizado en unas plantillas que serán de doce. La definición de jugador naturalizado es: el que obtiene después de los 16 años el pasaporte de un país que no es el suyo de nacimiento. Si no hay ‘vínculos estrechos’ que explique por otra vía este proceso, tendrán condición de naturalizados en las competiciones internacionales.
Un caso claro es de Lorenzo Brown, que jugó así con España el Eurobasket 2022, en el que fue una de las estrellas en el oro de la Selección (aunque su nacionalización fue muy comentada y tuvo su cuota de críticas), y en los Juegos Olímpicos de París. El base estadounidense iba a estar también en el Eurobasket 2025, pero finalmente se ha ausentado por problemas personales.
En los últimos Juegos, Estados Unidos no solo aportó naturalizados a otros países sino que tuvo el suyo: Joel Embiid, el pívot camerunés que no tuvo pasaporte estadounidense hasta los 28 años. Para no ser naturalizado, como Nick Calathes con Grecia aunque nació y se crio en Estados Unidos (con claros vínculos familiares con el país europeo), el jugador tiene que demostrar ese vínculo o tener un pasaporte obtenido antes de cumplir 16 años. Ese es el requisito esencial para la FIBA más allá de otras particularidades que puedan tener a nivel local las leyes de cada país. En cuanto no exista ese pasaporte antes de los 16 y no haya vínculos muy estrechos (normalmente, familiares), la única vía es la del naturalizado. Siempre un único jugador por selección.
Estos son los jugadores estadounidenses en las selecciones del Eurobasket 2025, si bien no todos son naturalizados, algunos tienen la doble nacionalidad o la condición de nacional por otras vías.
ALEMANIA: Christian Anderson Jr. Nacido en Atlanta en 2006, su padre era jugador profesional en Alemania así que él see ha formado en ese baloncesto y ha jugado en las selecciones germanas Sub-16, Sub-18 y Sub-19.
BOSNIA: Xavier Castañeda. Nacido en Chicago, este base formado en la Universidad de Akron y recibió pasaporte bosnio como naturalizado en 2024, así que ya jugó con Bosnia la fase de clasificación para este Eurobasket.
BOSNIA: Luka Garza. Nacido en Washington pero con herencia bosnia por parte de su madre, lo que le permitió obtener la nacionalidad sin ser naturalizado (esa plaza la ocupa Castañeda). Su madre, Sejla Garza, nació en Sarajevo y es jija de un legendario portero de fútbol, Refik Muftic.
CHIPRE. Darral Willis. El naturalizado de Chipre para el histórico debut de este país en un Eurobasket. Nacido en Wisconsin, debutó en la Liga de Chipre en la temporada 2018-19 y ahora juega en Grecia, en el Aris. Es un jugador interior (ala-pívot/pívot) de fuerza y trabajo. Una de las referencias del modesto equipo chipriota.
GEORGIA: Kamar Baldwin. Un base anotador que salta del Baskonia al Bayern de Múnich y que obtuvo el pasaporte para jugar con Georgia. En la fase de clasificación promedió 22,5 puntos, 6,5 rebotes y 5,5 asistencias.
GEORGIA: Sandro Mamukelashvili. Nacido en Estados Unidos, se crio en Tiflis. Su abuela, de hecho, fue jugadora de la selección de baloncesto de la Unión Soviética. Uno de los puntales de Georgia y con experiencia NBA, no ocupa obviamente plaza de naturalizado. Esa es para Baldwin.
GRECIA: Tyler Dorsey. Un base-escolta veterano con mucha experiencia en Europa (su último equipo, Olympiacos). Nacido en california, su madre (Samia Konstantinidou) es de origen griego, así que no necesitó ser naturalizado.
ITALIA: Darius Thompson. No necesitó tampoco ser naturalizado porque se casó con una mujer italiana y obtuvo así la nacionalidad. Es un base de altísimo nivel en la Euroliga que cambia este verano el Efes por el Valencia Basket.
MONTENEGRO: Kyle Allman Jr. Base naturalizado, acaba de firmar con el Turk Telekom después de una etapa a muy buen nivel en el Besiktas.
POLONIA: Jordan Loyd. Un escolta ya veterano (32 años) con una larga trayectoria y un gran rendimiento en Europa. Ahora juega en el Mónaco y desde este verano ocupa la plaza de naturalizado en Polonia, un lugar que en los últimos años había ocupado el base AJ Slaughter.
PORTUGAL: Travante Williams. Una pieza clave de la ascendente Portugal por su intensidad defensiva y su liderazgo. Llegó en 2017 a la Liga portuguese, de la mano del Oliveirense, aunque la temporada pasada jugó en Rumanía. Nacido en Alaska, pasó por el Manresa y obtuvo la nacionalidad portuguesa como naturalizado en 2022.
TURQUÍA: Shane Larkin. Una gran estrella de la Euroliga, uno de los jugadores más determinantes de la competición en la última década, Larkin llegó a Europa en 2016 de la mano del Baskonia, y en 2018, después de pasar por los Celtics y tras negociar con el Barcelona, acabó en el Efes, donde sigue siete años después y donde ganó dos Euroliga formando una pareja exterior de leyenda con Vasilije Micic. Ocupa plaza de naturalizado desde 2020 y es uno de los referentes de la selección turca.
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