Silverio pide su sitio
El dominicano (26 años y 1,90 m) fue el mejor en Melilla con 20 puntos. Este domingo, nueva oportunidad para brillar ante el HLA Alicante (18:30, M+D3).
Duelo de invictos este domingo en el Movistar Arena de Madrid. El Movistar Estudiantes recibe al HLA Alicante (18:30 horas, M+D3) tras superar el pasado fin de semana en Melilla su primer reto de la temporada: pleno de victorias en las tres primeras jornadas de la Primera FEB. Una racha que no lograba desde su estreno en la categoría en 2021.
Los alicantinos, por su parte, también cuentan sus dos partidos por triunfos. En su debut doblegaron al Ourense (87-76) y, luego, cayó el Fibwi Mallorca Básquet Palma (81-74). Tienen un partido pendiente por descansar en la segunda jornada de esta LEB Oro impar de 17 clubes. Este será su primer partido lejos del Pabellón Pedro Ferrándiz.
“Es muy buen equipo, muy bien entrenado. Tiene las ideas muy claras, una defensa sólida, mucha capacidad para el rebote y los roles muy claros. Los jugadores tienen espacio para desarrollarse, para utilizar su talento... están jugando muy bien”, analiza en la web del club Toni Ten, que contará por primera vez esta campaña con todos sus activos, incluido Juampi Vaulet. El argentino se perdió la última jornada por problemas físicos.
Para el entrenador colegial será un duelo especial al enfrentarse con su amigo Rubén Perelló. El mallorquín llegó al banquillo del HLA desde el Flexicar Fuenlabrada, donde ejercía de ayudante de Ten.
“Estoy muy contento por Toni porque, al margen de ser un amigo excelente, es un excelente entrenador. Me alegro de que esté en un proyecto como el del Estudiantes. Ojalá que al final de temporada estén en el lugar que se merecen, que es en ACB”, dijo Perelló en la web del Alicante, que sufrió la salida inesperada de Brad Davison tras la primera jornada.
El estadounidense, uno de los grandes fichajes de la temporada del club, decidió poner punto final a su carrera deportiva para aceptar la oferta como entrenador ayudante de la Universidad de Wisconsin. Su reemplazo es Tucker Richardson, que podría contar con algunos minutos frente a los colegiales.
El adiós del cañonero norteamericano no empequeñece el potencial de un HLA que tiene de anclaje interior a Kevin Larsen. El danés, uno de los mejores pívots de la categoría, pasó dos temporadas y media en el Estu. Jordan Walker y Mike Torres son la principal amenaza exterior sin olvidar la importante aportación del veterano Jean Marc Mwema, internacional con Bélgica.
Un arsenal que los colegiales tendrán que contrarrestar con el mantra del curso, la defensa. Un concepto que, poco a poco, se va asumiendo y mostrando, aunque sin continuidad y con un claro patrón: enorme labor atrás en los primeros compases de los partidos para, luego, reducir las revoluciones, la tensión. Conseguir grandes diferencias en el marcador en los primeros compases de los duelos es una de las razones de esa caída de concentración.
“Llegamos con ganas de seguir creciendo y mejorando. De hacer las cosas bien. De continuar ganando, pero, sobre todo, de encontrarnos con un buen juego. Dimos un paso adelante defensivamente ante el Melilla. Aún nos quedan por dar, evidentemente, pero creo que vamos mejorando en todos los sentidos”, señala Ten, que ofensivamente siempre encuentra a alguna de sus estrellas.
En Oviedo fueron Jayson Granger y Sasu Salin. Contra el Gipuzkoa, al uruguayo se le unió Tanner McGrew. Y, el domingo pasado en el Pabellón Javier Imbroda de Melilla, Omar Silverio. El dominicano se disparó hasta los 20 puntos (3 de 7 de tres) y 27 de valoración.
Nacido en Santiago, el escolta (26 años y 1,90 m) aterrizó en el Movistar Estudiantes tras un breve paso de 12 partidos por la Liga Endesa en el tramo final de la pasada temporada. El Surne Bilbao fue el que le trajo a España, pero fue el Covirán Granada quien le brindó una verdadera oportunidad. En el conjunto nazarí, disputó 9 partidos y promedió 8,4 puntos (36,7% de tres), 2,1 rebotes y 2,2 asistencias para 7,7 de valoración.
Silverio dejó la pasada jornada muchas pistas de lo que es, un jugador eléctrico, con una gran capacidad anotadora y buen crossover. Sabe lanzar desde el triple y en penetración, por movimiento de balón y peso, es casi imparable. Un dos imprescindible que permite apagones como el de Salin en Melilla.
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