“Ricky Rubio le prometió a su madre que iba a devolver a la sociedad lo que esta le ha dado”

La Fundación Ricky Rubio nació en 2018, dos años después del fallecimiento de la madre del jugador, Tona Vives, por un cáncer de pulmón. En 2012, cuando se le detectó la enfermedad, el histórico base español cuenta que lo sintió como un punto de inflexión para crear su propia fundación, para aprovechar la oportunidad que le brindaba el deporte de élite y su popularidad para llegar a la gente y ayudar a los demás, como le prometió a su madre en una de sus últimas conversaciones. Su padre, Esteve Rubio, presente en el Congreso Deporte en Positivo organizado por AS, ha participación en la conversación Respira y avanza. El rol del ejercicio físico en el cáncer de pulmón. Y en ella ha explicado cómo y cuándo se produjo la idea de crear la Fundación, de la que es presidente, y a quién va dirigida: “La Fundación empieza en 2018, pero la idea de crearla viene de antes. En 2016, cuando muere mi mujer, la madre de Ricky, mi hijo le promete antes que va a hacer algo para devolver a la sociedad lo que esta le ha dado, porque se siente un privilegiado como jugador profesional. La Fundación tiene tres patas. Por un lado, la inclusión social. Tenemos a varios chicos con problemas de integración en sitios marginales de ciudades como Barcelona o Girona, e intentamos hacer entrenamientos con ellos por las tardes para ayudarles a que puedan integrarse. Luego tenemos Special Olympics, deporte inclusivo con un campeonato en El Masnou al que viene gente de toda España y que ayuda a los chavales a integrarse. Y la tercera pata, la del cáncer de pulmón, en la que hacemos investigaciones y trabajamos en muchos apartados”.

En este tiempo, The Ricky Rubio Foundation ha logrado atraer patrocinadores y colaboradores en su labor contra el cáncer de pulmón, con el reto de sensibilizar a la población sobre el riesgo del tabaquismo, apoyar proyectos de investigación que permitan un diagnóstico precoz y mejorar el entorno clínico de pacientes y familiares de oncología pediátrica. Para Ricky, con una gran afinidad hacia los más pequeños, el apoyo a niños de barrios vulnerables con programas extraescolares que potencien los valores del deporte, la socialización de adolescentes y jóvenes y el fomento del deporte inclusivo son también objetivos de un gran calado.

Esteve Rubio ha compartido en el congreso una realidad, que el ejercicio físico mejora el bienestar de los pacientes con cáncer de pulmón: “En 2022 a través de Toni Caparrós, que ha sido preparador físico de Ricky y de Marc Gasol y que ha estado con la Selección, con el Barcelona, nos propusimos mejorar todo el tema del preoperatorio y el postoperatorio. La condición física ayuda mucho en los tratamientos. Con otro INEF, Óscar Martínez, y con el doctor que trató a mi mujer, el Doctor Viteri, que es nuestra mayor personalidad, buscamos un programa, Winner, que se puso en marcha en 2022 y ha dado muchos beneficios. Son impresionantes los cambios que hay si una persona está físicamente bien con respecto a una que está peor. Tanto para el tratamiento como para el postoperatorio”.

“Como regalo por mi 40 cumpleaños me diagnosticaron el cáncer”

Vanesa Rodríguez, paciente y colaboradora de la Fundación, ha participado en la conversación junto al padre de Ricky y ha relatado el motivo por el que decidió dar el paso de vincularse con la institución: “Como regalo por mi 40 cumpleaños me diagnosticaron el cáncer, de forma totalmente casual. Soy doctora en epidemiología y salud pública, y también fisioterapeuta. Y tenía entonces ya amistad con Toni Caparrós, el preparador físico de Ricky. Mi familia era muy cercana al baloncesto y vi, cuando se hizo en 2023 la Copa del Rey en Badalona y yo llevaba quince días diagnosticada, que había un evento en el centro comercial que hay enfrente del Olímpic. Había tertulias con oncólogos, preparadores físicos hablando de la prevención... Toni me llevó, y así entré en la Fundación. Fue un shock, porque ves a una mujer joven explicando una casuística como la mía. La Fundación me ayudó mucho, no en la lucha, porque no me gusta esa palabra. En el viaje, el aprendizaje. Y apareció Winner. El sistema no acompaña para el ejercicio físico, pero es muy importante para la calidad de vida. El cáncer de pulmón no es rosa, nosotros lo vemos más azul o negro. Si diagnosticamos antes y e incluimos el ejercicio físico, tendremos una calidad de vida mucho más aceptable. El programa Winner son 36 semanas de preparación física de las que yo me he beneficiado para poder seguir, cuando me extrajeron medio pulmón, con mi día a día: con mis dos hijos, la vida que tenía antes...”.

La preparación física se vuelve fundamental en situaciones tan complicadas, ahonda Vanesa Rodríguez, desde su experiencia como paciente oncológica: “Estamos sacando una parte del órgano que nos da el oxígeno. Es algo que tiene que estar ahí, pero no todo el mundo se puede beneficiar de ello. Y para eso trabajamos. Winner ha sido un estudio piloto, algo que queremos que se haga más grande, exportarlo más allá de nuestra comunidad, llevarlo fuera de Cataluña. El ejercicio tiene que estar al principio y posteriormente, ese es uno de los ejes de la Fundación. También antes de la intervención”.

Son varios los proyectos que The Ricky Rubio Foundation tiene en marcha para mejorar la calidad de vida de los pacientes, Vanesa Rodríguez nos los detalla: “Estamos en una fase de crecimiento exponencial importante. Yo entré en Winner y para mí ha sido un win/win, me ha ayudado mucho y yo trato de devolver algo. Somos un grupo pequeño pero entusiasta, acabamos de inaugurar la segunda edición del programa VITAL-e con la Fundación del Barcelona y otros patrocinadores, para el ejercicio físico en jóvenes de entre 18 y 35 años con cáncer. Es otro colectivo abandonado y les damos soporte emocional físico un día a la semana. Otro proyecto reciente que nos hace mucha ilusión es el de los seminarios sobre el cáncer de pulmón en los que formamos a dos colectivos separados, pero que tienen que ir de la mano. Por un lado, los oncólogos expertos en este tipo de cáncer, para que entiendan que hay que derivar a fisios; y por otro a los preparadores físicos para que identifiquen banderas rojas en pacientes, cuando van al gimnasio y se ven los efectos adversos. Hay que adaptarse a esas situaciones. Esos son ahora los dos proyectos insignia junto a Winner, que está esperando la financiación estatal, que se tiene que resolver en las próximas semanas. Y aparte, este año la Fundación ha estado bastante presente en el Proyecto Cassandra, un programa para detectar antes a futuros pacientes y que haya más supervivencia”.

Una Fundación como esta requiere una implicación muy alta en el día a día para su óptimo funcionamiento, la que tiene el propio Ricky Rubio y su padre, Esteve, como presidente. Una gran labor que demuestra los beneficios sociales del deporte en positivo, unos que ayudan a transformar la sociedad.

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