Nueva oportunidad para Héctor Alderete

El Movistar Estudiantes vuelve este sábado a un pabellón que creía olvidado, al Vicente Trueba de Torrelavega (Cantabria) 21 años después de su última visita. Mucho ha llovido desde entonces. Aquel 15 de diciembre de 2001, los colegiales, que ganaron 84-97 con 23 puntos de Alfonso Reyes y 22 de Carlos Jiménez, eran uno de los grandes de la Liga Endesa y el Cantabria Lobos, el orgullo del baloncesto de la comunidad.

Más de dos décadas después, los ramireños tratan de recuperar su sitio en la ACB desde una LEB Oro que dio esta temporada la bienvenida al Grupo Alega Cantabria, fundado en 1999. Ambos se enfrenten este sábado a las 19:00 horas (LaLigaSportsTV) en un duelo clave para el Estu (cuarto en la tabla con un balance de 8-3), que quiere apilar cuantas más victorias mejor antes de recibir al Zunder Palencia el 8 de enero y viajar a Burgos el 14.

Duelos en los que debería contar ya con Kamaro Jawara y Leo Demétrio. Los dos ala-pívots continúan siendo baja por la espalda el primero y por una rotura de fibras el segundo. Ausencias importantes que los colegiales han mitigado en San Sebastián y contra el TAU Castelló con buenos minutos desde el banquillo de Héctor Alderete.

El canterano (20 años y 2,04 m) ha dado un paso adelante en sendos partidos, con un enorme importancia, principalmente, en clave defensiva (su tercer cuarto en el País Vasco fue sobresaliente). Mucho trabajo, mucho intensidad y constancia que le han permitido ganarse los minutos sobre la cancha: de promediar 4,6 en los anteriores nueve jornadas (no inscrito en tres y cero minutos en dos) a 17,5 en las dos siguientes.

Además, se ha soltado algo en ataque. No anotó contra el GBC pero hizo 7 (con triple incluido) frente a los castellonenses y en un Estudiantes en el que Larsen, Jorgensen y Leimanis son las principales referencias ofensivas. Oportunidades muy bien aprovechadas por Ettore, que ha pasado un auténtico calvario por culpa de las rodillas, que le hicieron estar casi dos años en blanco: en febrero 2019 sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda que le hizo pasar por el quirófano en enero de 2020.

“Estoy encantado con su trabajo. Su objetivo debe ser mejorar, en sus fundamentos, en su experiencia. No deja de ser un chico que ha jugado realmente muy poco a nivel profesional. Tiene mucha proyección”, explicó Javier Rodríguez, entrenador estudiantil, a AS sobre cómo ve a un jugador que ganó el oro Sub-20 el pasado verano, estuvo a las órdenes de Sergio Scariolo en los primeros pasos estivales de la Absoluta y que es una de las grandes perlas de la cantera estudiantil.