GORDON HERBERT

“¿Mumbrú en Alemania?” A mí nadie me pidió mi opinión”

Gordon Herbert, que deja la selección alemana y se va al Bayern de Múnich, asegura en Bild que tenía otras opciones para su relevo.

DAMIEN MEYERAFP

El 14 de agosto, saltó una de las grandes noticias del verano en el baloncesto europeo: el español Álex Mumbrú, sin equipo después de haber sido destituido por el Valencia Basket en abril, se convirtió (un día después fue presentado oficialmente) en seleccionador de Alemania. La vigente campeona del mundo, bronce en el último Eurobasket y cuarta en los Juegos de París, optaba por el barcelonés para coger el testigo de Gordon Herbert, el seleccionador que había guiado a Alemania en este ciclo, el mejor de su historia.

Herbert (65 años), canadiense con pasaporte finlandés, ya había decidido dejar una selección a la que había llegado en 2021 y en la que ha hecho un trabajo fantástico con un bloque que ya es histórico, comandado por los NBA Dennis Schröder y Franz Wagner, un alero con talento para ser uno de los grandes jugadores de la historia del baloncesto europeo. Ya antes de los Juegos de París, el último baile para Herbert con Alemania, contó en un libro los problemas, durísimos, de salud mental con los que ha lidiado en los últimos años, también durante estos tiempos de éxito con el equipo alemán. Además, el juego de banquillos le abrió una oportunidad que no dudó en aceptar: cuando Pablo Laso dejó el Bayern después de una sola temporada para regresar a su Vitoria natal y hacerse cargo del Baskonia, Herbert se comprometió con el equipo muniqués, y será a partir de ahora entrenador de Euroliga.

Alemania tenía que buscar un sucesor y optó, para sorpresa de muchos, por Mumbrú (45 años). Y, si se atiende a sus palabras en una entrevista para Bild, la elección y la forma en la que se gestionó no han sido especialmente del agrado del saliente, un Herbert con un peso enorme ahora mismo en el baloncesto alemán: “Creo que alguien, no recuerdo quién, soltó el nombre en el vestuario, antes del partido por el bronce olímpico contra Serbia. Los jugadores se enteraron y lo hablaron por primera vez ahí. A mí tampoco me pidió nadie mi opinión. Me habría gustado que se hubiera optado por alguno de mis asistentes, Klaus Perwas o Bret Brielmaier, pero hasta dónde yo sé ni les preguntaron siquiera. No sé qué habrían dicho si les hubieran hecho una oferta”.

Herbert sí tenía claro que no iba a dejar pasar la oportunidad de seguir en Alemania, así que está feliz de formar parte del nuevo proyecto del Bayern: “Quería seguir en el país, me encanta trabajar aquí, me gustan mucho los alemanes. En julio me llamaron Marko Pesic y Herbert Hainer para convencerme de que fuera al Bayern, y yo estaba encantado. Es uno de los clubes más grandes del mundo, y voy a poder entrenar a algunos de los jugadores que he tenido en la selección. Y algún día quizá pueda ser ayudante de mi hijo Daniel, que podría ser el entrenador principal. Hay quien creo que decidí por dinero, pero tenía ofertas más altas, una de ellas de un equipo japonés”.

El técnico, finalmente, hace balance del cuarto puesto en los Juegos de París: “Si alguien nos hubiera dicho hace tres años que íbamos a rozar el bronce olímpico, nos habría hecho mucha ilusión. Pero cuando llegamos a París las expectativas eran altísimas, veníamos de ser campeones del mundo. Por eso no estoy del todo satisfecho, ninguno lo estábamos. Pero, de todas formas, fue un torneo de un nivel excepcional y cualquiera de los cuartofinalistas podía haber jugado la final”.

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