María Luisa González–Bueno, premio Acercándonos 2023
La ONG, formada por alumnado y profesorado del IES Ramiro de Maeztu, premió en su XIII gala a la directora de la Fundación Estudiantes entre 2005 y 2020.
La XIII gala “Acercándonos”, organizada por la ONG Acercándonos–Grupos Sin Fronteras formada por alumnado y profesorado del IES Ramiro de Maeztu de Madrid, premió a María Luisa González-Bueno, directora de la Fundación Estudiantes entre 2005 y 2020, fecha en la que debió dejar el cargo por problemas médicos.
La responsable de Acercándonos, Pilar Yuste, fue la encargada de entregar el galardón a María Luisa en un emotivo acto donde, entre otros, participó la leyenda y gran capitán del Club Estudiantes, Nacho Azofra. El mítico base, dos veces campeón de Copa, donó para la ocasión su camiseta de la final de ACB de 2004 para una subasta cuyos fondos irán a la labor en Honduras de la ONG Paso a Paso, con la que colabora Acercándonos.
Este es el perfil de Maria Luisa que se mostró en la gala:
“María Luisa González-Bueno, Directora general de la Fundación Estudiantes desde 2005. Que se dice pronto y luce mucho... pero queda muy frío. Lula dirigía con una imprescindible mezcla de pasión, saber hacer y mano de hierro la Fundación, que ha sido una parte fundamental para llevar a lo tangible los tan cacareados valores del Estu, su equipo de toda la vida. Ya solo haber sido una de las niñas que subió a finales de los años 80 al despacho del presidente del Estu y director del Ramiro, el señor Moneo, para decirle que las chicas también querían jugar al baloncesto, convierten a María Luisa en una parte importante de los 75 años de historia estudiantil, ahora que el femenino es el equipo del club que juega en primera y en Europa. Haber sido durante 13 años una de las primeras entrenadoras de esa cantera que por fin era mixta también la hacen merecedora de este reconocimiento.
Pero con letras de oro en la historia del Estu queda la labor que encabezó desde la Fundación Estudiantes para hacer del baloncesto una herramienta para emocionar, crear identidad, incluir, educar, formar y ser solidario. Y como decíamos antes: de manera tangible. La cantera inclusiva nació en 2007, con el primero de los equipos para personas con discapacidad intelectual, en Pozuelo. Después llegaría el baloncesto en silla de ruedas.
Los Campus para ambas disciplinas. Pero desde la Fundación también fomentó la labor social con grupos desfavorecidos, colaborando con distintas organizaciones, o por supuesto el cuidado y mimo de esa historia de Estudiantes de la que ella es parte fundamental”.
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