Marcelinho no fue suficiente

Al Lenovo Tenerife no le bastó con el recital de Marcelinho Huertas para defender el título de la Basketball Champions League en la final del domingo. No tuvo el día el equipo de Txus Vidorreta, que sólo se agarró al partido cuando el brasileño se rebeló al final del tercer cuarto. Desde ahí hasta el final, el base aglutinó el balón y toda la responsabilidad ofensiva de su equipo. El Hapoel, que llegó a disfrutar de una cómoda ventaja de 15 puntos (37-52), no encontró antídoto para frenar a Huertas y los canarios tuvieron la última posesión para ganar el partido. Pero Fitipaldo no es Huertas. Su triple final no entró y con él se esfumó el sueño canario de repetir cetro continental.

Tenerife ganó las primeras batallas en la pintura. Guerra de entrada y, sobre todo, Shermadini, se impusieron a Hankins y Mejeris. Los 11 puntos casi consecutivos del georgiano alejaron al equipo canario (25-17). Pero Dzikic ajustó su defensa, cerró los accesos al aro y Lenovo perdió el rumbo en ataque. Marcelinho no encontraba a su mejor socio, y sin la amenaza de la conexión con Shermadini, las ofensivas del Tenerife eran muy espesas. Ni Salin ni Jaime Fernández desatascaron desde el perímetro y el Hapoel emprendió una reacción que no cesó.

Un parcial 1-13 (26-30) puso a los israelíes por delante. La inspiración de Carrington y Randolph desde fuera hizo mucho daño al equipo de Vidorreta. En ataque no entraban los tiros exteriores y en defensa no había respuesta para frenar una avalancha israelí cada vez mayor.

Ni siquiera el paso por el vestuario revitalizó al Lenovo Tenerife. El 2 de 17 (12 %) en triples de los españoles chocaba de frente con el 6 de 9 (67 %) del Hapoel a 2:30 para el final del tercer cuarto. Brown se sumó a la fiesta de los de Dzikic con dos triples consecutivos para convertir el pase a la final en una heroicidad para los amarillos (37-52, minuto 28).

Cuatro puntos consecutivos de la pareja de oro de Vidorreta, Huertas y Shermadini, fue el inicio de la reacción canaria(42-52 al final del tercer cuarto). Huertas anotó también de salida en el acto final, pero cometió dos faltas consecutivas, una en cada canasta, y con cuatro personales, Vidorreta se vio obligado a sentarle. Sin embargo, el flojo partido de Fitipaldo y, sobre todo, de Jaime Fernández, devolvió al brasileño a la pista. Y ahora sí, Tenerife empezó a encontrarse. Tres triples consecutivos (uno de Bolmaro y dos de Doornekamp) y una defensa mucho más agresiva de los canarios equilibraron el partido (55-58).

Marcelinho siguió su show. Al Hapoel empezaron a temblarle las muñecas y Guerra y el propio Huertas confirmaron el ‘sorpasso’ (61-58, a 3:12 del final). Sólo Vene opuso resistencia al recital de Marcelinho, en modo superhéroe. Los ocho puntos consecutivos del base amarillo encontraron la respuesta del estonio (siete puntos seguidos). El encuentro, vibrante en la cancha y en la grada, quedaba igualado a 47′' del final (67-67).

Shermadini falló un tiro libre y Carrington puso en ventaja al Hapoel (68-69). Huertas acaparó el balón en la posesión final, atrajo a toda la defensa israelí y dobló para un triple liberado de Fitipaldo. Pero el uruguayo no es Huertas. El balón no entró y el Hapoel Jerusalem, para delirio absoluto de sus 1.700 aficionados presentes en el Carpena, jugará la final del domingo. No habrá final española.