LEB ORO

Rodríguez: “Espero que cada día se vea un mejor Movistar Estudiantes”

El entrenador del conjunto colegial atiende a AS durante el parón de la LEB Oro por las Ventanas. Este viernes, duelo ante el Lucentum (21:00 horas).

Juan Pelegrin Corbacho

El Movistar Estudiantes vuelve a la acción este viernes en Alicante frente al Lucentum (21:00 horas, LaLigaSportsTV) tras el parón por las Ventanas de clasificación para el Mundial 2023. Y retorna como uno de los colíderes de la LEB Oro junto al MoraBanc Andorra, Lleida y Palencia con un balance de 6-1 después de enlazar seis victorias consecutivas. Una racha que Javier Rodríguez (Pontevedra, 1979) analiza para AS.

¿Qué tal su vuelta a la LEB Oro tras su paso por la Liga Endesa la pasada temporada?

Muy bien. Obviamente, mejor que en el Estudiantes no puede ser. Fue una experiencia muy buena la que tuve en Oviedo tanto como asistente de Carles Marcos como de principal. También fue muy positiva en la ACB. Y, ahora, por suerte me ha tocado el Estudiantes. La verdad que encantado con la oportunidad y aprovechándola y disfrutándola al máximo.

Ya no hay invictos esta temporada en la LEB Oro, el Burgos ha perdido tres partidos, el Valladolid le ganó bien al Lleida, que venció bien al Estudiantes. Es una LEB muy interesante e igualada.

Sí. Es interesante, igualada, complicada, difícil. Este año se le puede atribuir a la LEB todos esos adjetivos. Es una liga cada vez más competida, con equipos cada vez con presupuestos más grandes, históricos que juegan en esta competición, jugadores de mucho nivel que han apostado por estar este año aquí. Con lo cual, estar ahora como estamos, es para estar contentos porque después de la primera jornada estar 6-1 es un balance muy positivo, sabiendo que habrá muchos equipos que lucharán por ascender. Nosotros estamos donde queríamos estar y encantados con estas primeras jornadas.

¿Algún equipo que le haya sorprendido más?

Me gusta mucho como está jugando el Lleida, la solidez del Valladolid. Obviamente, el Andorra es un equipazo al igual que el Burgos aunque vayan 4-3. El GBC ha solventado bien los primeros partidos ganando, por ejemplo, al Palencia. El propio Palencia está jugando muy bien, Coruña está muy bien entrenado… Hay muchos equipos de arriba que están jugando muy bien. Hasta ahora todos los partidos que hemos jugado han sido complicados, difíciles y, por eso, tenemos que disfrutar de cada victoria porque cada una de ellas es muy importante.

¿A qué nivel le inquietó la derrota por 30 ante el Lleida de la primera jornada?

Si le soy sincero, no me inquietó. Vamos dos abajo al descanso contra un equipo que no ha cambiado muchas piezas, con el mismo entrenador de los pocos que quedan del año pasado, con unos automatismos muy pillados desde la pasada temporada. Estaban jugando muy bien en pretemporada, incluso le ganan un partido al Andorra. Con lo cual, no me sorprendió la derrota en sí; lo que sí como bajamos los brazos en la segunda parte. Me llamó un poco la atención pero no estaba preocupado. Al acabar el partido, hablamos y dijimos ‘empezamos 0-1 y paciencia’. Veníamos de una pretemporada muy buena. El trabajo está, los jugadores son muy buen equipo, muy buenos chicos que tienen mucha hambre y que cada día quieren mejorar.

La palabra no era preocupación, simplemente sorprendido por cómo nos sacaron del campo en la segunda parte. Y, a la vez, muy tranquilo porque confío en el equipo y porque ellos mismos confían en ellos mismos. Y yo confío al 100% en ellos. Fue un día para aprender, un toque de atención muy bueno para el equipo, para lo que nos vamos a enfrentar en la Liga y creo que fue positivo de cara al futuro.

¿Una derrota así, entiendo, ayuda a que el equipo sepa estar más unido para los malos momentos y saber enfrentarse a estas situaciones?

Totalmente. Si tienes que perder, creo que es bueno perder así. Porque fue un gran toque de atención a nosotros y a la Liga en general: si no estás bien, al 100%, si tratamos de hacer la guerra por nuestra cuenta, que si en los momentos difíciles no estamos todos juntos… Todas esas cosas que parecen pequeñeces son muy importantes en una temporada porque es muy larga y habrá momentos muy buenos como ahora y muy malos. Seguro. Eso lo sabemos todos porque la Liga, al ser tan competida, va a dar momentos malos a todos. Lo importante es mantener la paciencia, tener confianza en el grupo y en el trabajo diario, del cual estoy encantado. Eso te ayuda a solventar los malos momentos. Por eso fue importante esa segunda parte para darnos cuenta de lo que realmente no queremos. Muchas veces es difícil saber lo que se quiere, pero nosotros ya sabemos lo que no queremos: pasar lo que pasamos, sufrir lo que sufrimos.

¿Pensó que había algún falló en la idea que tenía para el Estudiantes con esa derrota?

No, no. De verdad, nunca dudé. Ni un segundo del equipo. Al revés. De hecho, la charla que tuvimos dos días después, hablamos de todo menos de baloncesto. Eso significa que el baloncesto está, pero como en la vida el deporte no todo es la táctica y la técnica. El aspecto mental, anímico tiene mucha relevancia en el juego y en las personas. Sacamos conclusiones muy positivas de lo que queríamos ser como equipo y es lo que realmente nos ha llevado hasta aquí. Si hay un equipo que nos gane, perfecto, pero no perder nosotros el partido.

Desde ese día, pleno de victorias. ¿Este es el Estudiantes que quería ver?

Sí. Bueno, estamos en noviembre aún y es muy pronto. Si algo tiene este equipo, es mucho margen de mejora. Por eso en la confección de la plantilla quería un equipo joven, gente con hambre, que quisiera aprender y mejorar. Y en eso estamos: trabajamos mucho la mejora individual porque creo que es la mejora del colectivo. Es un equipo que tiene que ir a más. Tiene mucha proyección y espero que cada día se vea un mejor Estudiantes.

¿Nota que es divertido el equipo?

A mí me encanta. Disfruto porque la confección que hicimos Pancho (Jasen) y yo en verano se está viendo ahora. Queríamos un equipo muy versátil, con un baloncesto muy abierto, dinámico, rápido, atractivo, con buenos jugadores. Y en defensa, intensidad, energía. No somos los más duros de la Liga, pero si que tratamos de ser los más intensos. Ese conjunto de cosas, aspectos y características hace que la gente se divierta. Y es un poco lo que siento. Es importante, al margen de ganar, que la gente disfrute. El baloncesto es un espectáculo, la gente paga por ello. Cuando se juega bien, tienes más opciones de ganar y en eso estamos todos los días.

No son los más duros en defensa, pero si letales en ataque (84,9 puntos de media, segunda mejor media de la LEB).

Jugamos a mucho ritmo. En eficiencia también somos de los mejores. En defensa, quitando el día de Lleida, creo que somos un equipo bastante sólido, con altibajos, aunque cada vez menos. No somos los más duros, pero sí intensos: cuando llega el momento ‘on’, defendemos, reboteamos, corremos… Ahí disfrutamos de verdad. Todo parte de la defensa.

Tiene una plantilla que le permite mucha versatilidad: puede jugar con un equipo muy grande con Sean Smith de ‘tres’, puede emplear quintetos muy pequeños. Es clave para hacer el juego que quiere, ¿no?

Sí. Era una de las ideas principales que tenía con Pancho: buscar jugadores versátiles, una plantilla de 12 jugadores como la que tenemos. Las combinaciones son muchísimas: puedo jugar con dos bases, con Sean (Smith) de ‘tres’, con dos escoltas como Mark (Hughes) y Paul (Joergensen), los ‘cuatros’ y ‘cincos’ los voy mezclando… Eso nos permite en cada partido poner a los jugadores que creemos que nos pueden ayudar a ganar. Los jugadores lo saben y se lo expliqué desde el primer día: una plantilla de un equipo grande con 12 jugadores, muy versátil en la que cada partido es un mundo. Nosotros planteamos el partido para tratar de ganarlo y ellos saben que un día jugará más uno, otro día jugará menos otro, habrá más tiros, menos… pero que van a tener las mismas oportunidades en el próximo partido. El entrenamiento día a día marca un poco cuál es un poco el rol de los jugadores. Pero no tengo roles muy definidos porque esa versatilidad te permite cada día que cada jugador pueda brillar.

Lo que sí que es innegociable es la defensa, la energía, la lucha. Todo eso es innegociable. Después, adelante permito bastante libertad dentro de lo que no es la anarquía porque hay calidad y talento, y son capaces de resolver situaciones por ellos mismos. El objetivo para mí es que este sea el mejor equipo defensivo de la Liga porque arriba hay talento.

La pareja interior formada por Kevin Larsen y Karamo Jawara se entiende muy bien.

Son dos pívots que tiene la capacidad de anotar y de pasar. Eso nos permite que sean ellos, un poco, los que hilan nuestro juego ofensivo. Leen muy bien el juego, son muy inteligentes. Y, por eso, muchas veces juegan juntos. Intento que se busquen.

¿Cómo ve a Mark Hughes?

Es un chico excepcional, que tiene una empatía increíble. Es un grandísimo jugador. Entrena increíble. El año pasado fue uno de los mejores jugadores de la LEB y fue uno de los primeros que quise fichar. Hace las cosas muy sencillas, no necesita mucho uso de balón para producir, en defensa es sólido. Depende un poco de él. Tiene toda mi confianza, pero le falta ese partido bueno, ese que le dé la confianza para demostrar todo el baloncesto que tiene. Todos esperamos ese día. Viene de un equipo donde era muy importante, jugando muchos minutos y aquí el rol es muy diferente: hay días que juegan 12, 15, 18 minutos… en una plantilla de 12 jugadores si repartes 200 minutos tienes que hacer malabarismos, pues eso a veces es difícil de asimilar y él está en ese proceso.

¿Qué le falta a Héctor Alderete para tener más minutos?

Cuando tienes una plantilla tan amplia y versátil repartir los minutos es muy difícil. Es un gran chico, que todos los días trata de ser mejor y ese es su objetivo… es un proceso, es muy joven aún, tiene 19 años y no debe tener prisa. Eso se lo expliqué. Debe seguir trabajando porque tendrá sus oportunidades. Tarde o temprano como tiene todos. Lo que pasa es que en este momento del año me tengo que decantar por aquellos jugadores que creo que me pueden aportar más. Eso no significa que él no me lo pueda dar, sino que tengo que elegir. Estoy encantado con su trabajo. Su objetivo debe ser mejorar, en sus fundamentos, en su experiencia. No deja de ser un chico que ha jugado realmente muy poco a nivel profesional. Tiene mucha proyección.

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