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EuroBasket | Grecia-Turquía

Giannis, contra Sengun y el ‘ogro’ Ataman

El griego juega las primeras semifinales de un torneo FIBA ante la revolución turca, espoleada por el superlativo pívot y el contradictorio entrenador.

TOMS KALNINS
Alberto Clemente es licenciado en Historia y Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Empezó su andadura en el periodismo en Cadena SER, donde estuvo de mayo de 2018 a enero de 2019, desempeñando sus funciones en la web, dentro de la sección de deportes. Tras dicha estancia, pasó a formar parte de As, siendo parte de la sección de baloncesto.
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Duelo de titanes. Grecia se enfrentará a Turquía este viernes por un puesto en la gran final de un Eurobasket lleno de sorpresas, en el que no hay cabida para la que era la superfavorita, una Serbia que dijo adiós en octavos de final y puso rumbo a casa con Nikola Jokic desolado y el rabo entre las piernas. Una historia de idas y venidas en un torneo continental que siempre tiene reveses para algunos (España entre ellos, en este caso) y momentos de lucidez y felicidad para otros. Ahí, por fin, se ha colado un Giannis Antetokounmpo que pisa por primera vez la penúltima ronda de un gran campeonato FIBA después de acumular un fracaso tras otro con su selección. Ergin Ataman, el Mourinho del baloncesto, será el rival. Y mucho más hay que decir en un enfrentamiento en el que nadie quiere apostar. Entre otras cosas, porque es difícil predecir qué pasará.

El yin y el yan estarán en un duelo que tendrá de todo... o no. Es difícil de predecir qué pasará. Grecia busca su primera medalla en un gran torneo desde el bronce del Eurobasket 2009, antes de que el tiempo se comiera a una generación y media y Giannis apareciera para establecer un orden que jamás ha llegado. Los helenos, que no tienen medallas en los Juegos Olímpicos, si consiguieron ser plata en el Mundial de 2006, eliminando a Estados Unidos y cayendo ante la generación dorada de España en el partido por el título. En el torneo continental conquistaron el oro en 1987 y 2005. Este segundo metal fue el inicio de la época más gloriosa, la que más talento juntó en los años siguientes con nombres como Vassilis Spanoulis (ahora su entrenador), Nikos Zisis, Ioannis Bourousis, Antonis Fotsis, Dimitris Diamantidis, Thodoris Papaloukas, Sofoklis Schortsanitis o, ya al final, Nick Calathes. Algo que se fue diluyendo y que no tuvo la continuidad deseada.

El currículum es todavía más pequeño en Turquía. Ganaron la plata en el Eurobasket de Turquía en 2001, hace casi un cuarto de siglo. Y en el Mundial de 2010 se llevaron la misma medalla al caer en la final frente a Estados Unidos (con Kevin Durant, Derrick Rose...). Desde entonces, nada de nada. Y Ergin Ataman vive su segunda etapa como seleccionador (de 2014 a 2016 fue la primera, sin resultados destacados) con las ganas, el deseo y casi la necesidad de hacerse con una medalla esquiva. En el último Eurobasket, en 2022, dos tiros libres fallados por Cedi Osman dejaron fuera a Turquía en octavos de final y los fracasos posteriores en las Ventanas provocaron que no tuvieran presencia ni en el Mundial ni en los Juegos Olímpicos, un fracaso rotundo al contar con jugadores más que destacados. Una tendencia que el mandamás quiere revertir en un torneo en el que dieron la sorpresa al vencer a Serbia en la fase de grupos para luego superar los octavos (85-79 contra Suecia) y los cuartos (91-77 frente a Polonia) para plantarse en la lucha por las medallas.

Giannis contra Sengun

Habrá dos nombres propios en los banquillos, Vassillis Spanoulis y Ergin Ataman. Pero los partidos los ganan los jugadores y ahí emergen dos protagonistas por encima de todos los demás: Giannis Antetokounmpo y Alperen Sengun. El griego promedia 29,8 puntos, 9 rebotes y 3,6 asistencias en el torneo y su máxima fueron los 37 tantos que le metió a Israel en octavos de final. El turco está en un momento efervescente, probablemente el mejor de su carrera, con 21,6+10,9+7,1, y en cuartos hizo un espectacular triple-doble de 19+12+10, además de endosar un 28+13+8 al mismísimo Nikola Jokic en fase de grupos. Esa será la furia de titanes, el duelo de todos los duelos, un enfrentamiento para enmarcar y un choque individual en el que veremos muchas virtudes y, a priori, muy pocos defectos. Será el mayor atractivo entre Grecia, muy basada en su estrella, y Turquía, que se basa en Sengun pero tiene muchas más armas, a priori, para repartir una ofensiva que siempre parte de su mejor jugador.

Es de suponer que Ataman llenará la zona de cuerpos voluminosos para evitar que Giannis tenga facilidades. Así lo hizo con Jokic, pero esta vez lo hará de forma mucho más descarada dadas las enormes dificultades que el griego siempre ha mostrado en el triple y que siguen latentes en este campeonato, donde promedia un 25% desde el exterior. Eso sí, el tiempo de posteo es menor en su caso, por lo que hacer que los jugadores exteriores vayan al bote para que se quede sin él será una táctica que se utilizará en menor medida. Lo difícil con la estrella es frenarle cuando va de fuera hacia dentro, con ese primer paso brutal que se empequeñece ligeramente sin el paso de salida permitido en la NBA, pero que igualmente será un arma que utilizará en transición. La capacidad para coger rebotes ofensivos, destrozar el aro cuando está debajo y mostrar una capacidad física verdaderamente generacional hacen del dos veces MVP de la mejor liga del mundo (entre otros muchos premios) un rival temible que ya le dijo a sus compañeros tras los cuartos eso de “todavía no hemos ganado nada”. Es consciente de la situación y va a por todas, en busca de la reivindicación y de la redención. No es para menos.

En el caso de Turquía habrá que ver si Antetokounmpo se empareja o no directamente con Sengun (será inevitable en ciertos momentos) y si los jugadores exteriores de Grecia podrán frenar la ingente cantidad de juego sin balón de los turcos, siempre en movimiento para buscar las asistencias de su pívot, capaz siempre de encontrar a sus compañeros liberados. Y la variante de Cedi Osman será importante: arrastra molestias de los cuartos y su presencia es probable, pero su estado físico es una incógnita y es una pieza fundamental para el organigrama de Ataman, que hará la menor cantidad de cambios posibles y cuando los haga serán los estrictamente necesarios. Por el resto, ganar o morir sabiendo que en la retaguardia queda la lucha por el bronce. Pero claro, a estas alturas y estando a dos victorias del título todo el mundo quiere el máximo premio. Por eso lucharán dos equipos, Grecia y Turquía. Y también dos entrenadores, Spanoulis y el ogro Ataman. Eso sí, todos los ojos estarán puestos en dos estrellas: Giannis Antetokounmpo y Alperen Sengun. Por ahí pasará todo. Cómo no.

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