Inspección en Tiflis

Como si de una inspección se tratase, la Selección española de baloncesto juega este lunes en el Tiflis, capital de Georgia (17:00 horas), la ciudad donde disputará sus cinco primeros partidos en el EuroBasket de septiembre. Allí, se medirá en apenas dos meses con Bulgaria, Bélgica, Montenegro, Turquía y la misma Georgia en el Tblisi Arena, pabellón que aún no está acabado. Pero antes es la clasificación para el Mundial 2023, las Ventanas, y a España le conviene estar alerta. La eliminación de sus dos victorias ante Macedonia del Norte para equipararse con el grupo con el que se cruzará en la segunda fase, en el que Rusia fue descalificada con motivo de la invasión, dan más relevancia si cabe a los partidos ante Georgia y Ucrania.

La selección caucásica de Tornike Shengelia, que ha estado a las órdenes de Sergio Scariolo en la Virtus Bolonia en este tramo final de curso, de Gio Shermadini y de Thad McFadden viene tocadísima de su derrota contra Ucrania. Para los georgianos es una final para no entrar en la segunda fase en una situación de debilidad.

En el recuerdo está el ­89-61 de Jaén, donde la Selección estuvo espectacular. Habla Sergio Scariolo de cuatro diferentes niveles en el baloncesto FIBA. Para el primero de ellos, partidos como el de Macedonia del Norte del viernes pasado, “vamos holgados”. Al italiano le gustaría comprobar que la siguiente pantalla, la de estos partidos ante Georgia y Ucrania, también sea superada de manera solvente para tener más fácil el acceso al tercer nivel, ese que permite estar en el Mundial 2023, que se celebra en Indonesia, Filipinas y Japón, para, después, intentar asaltar de nuevo el podio, un objetivo que, después de las marchas de los Gasol y la ausencia de Ricky Rubio, tomará tintes épicos.

Quino Colom

“Va a ser un test muy duro y nos viene bien”, asegura Scariolo, que tira para el partido de esta tarde del líder espiritual del equipo de las Ventanas, Quino Colom, reservado el pasado viernes en la contundente victoria (80-44) frente a los macedonios en el Príncipe Felipe de Zaragoza. El base, “un fijo discontinuo”, como le definió Scariolo el pasado jueves, mantiene a sus casi 34 años su compromiso fiel con la Selección, que le abrió a través de las Ventanas una puerta a la fama y, sobre todo, el reconocimiento. Colom, Jaime Fernández, Xabi López-Arostegui o Jonathan Barreiro han estado casi desde el principio. Como Sebas Saiz, que ha regresado año y medio después de que la pandemia le atrapase en Japón. La Selección ha dado buena muestra desde que en 2018 regresó el formato de las Ventanas de ser un equipo fiable y serio que se ha ido construyendo una identidad y ha cumplido casi con perfección. No debería ser distinto esta tarde en el Tblisi Sports Arena.