Francis: “La tormenta ha pasado ya”

Este lunes, el Movistar Academy Magariños fue el escenario del día grande del Movistar Estudiantes con la tradicional y anual foto de familia en la que participaron parte de los 2.500 niños y niñas que forman una de las canteras inclusivas más grandes del mundo. Y, claro, tras el estático de la imagen, llegó la revolución con los más pequeños solicitando selfies y autógrafos a los jugadores y jugadores de los primeros equipos. Entre los más aclamados, Francis Alonso, que atendió a AS en una de las gradas del mítico Magata, alejado de todo el ajetreo, aunque los jóvenes siempre sabían dónde encontrarlo.

Y, entre firma y firma, en papel o camiseta, el escolta (27 años y 1,90 metros) repasó la actualidad del conjunto colegial, que este sábado se mide con el Grupo Alega Cantabria (17:00 horas, M+ y LaLiga+). Será el quinto partido de Alonso tras recuperarse de una lesión de cartílago en la rodilla derecha que sufrió el pasado 20 de diciembre y que le tuvo fuera de las canchas 102 días, hasta el pasado 31 de marzo contra Amics Castelló.

Una vuelta que ha sido pausada. A pesar de que su amenaza ha sido una constante en los partidos previos, el acierto le era esquivo (1 de 12 en triples en tres encuentros) hasta que llegó el duelo frente al Guuk Gipuzkoa, donde la mira se ajustó: 20 puntos con un 3 de 6 de tres.

¿Cómo va la mano después de tanta firma de autógrafos?

(Ríe). Muy bien, muy bien. Muy contento de forma parte de esto. Todos hemos sido estos niños pequeños en un día tan bonito y con tanta pasión. Eso siempre viene bien: volver a reflejarse en ellos y vivir este tipo de experiencias.

No sé si es más difícil salir de una avalancha de niños o atacar una defensa en zona…

(Ríe). Te lo ponen más difícil ellos (los niños).

¿Cómo están?

Bien. Poco a poco, vamos con mejores sensaciones después de los últimos partidos. El equipo a nivel colectivo está dando pasos hacia adelante. Ha sido un año duro como colectivo, como club por todas las circunstancias que hemos pasado este año: lesiones, jugadores nuevos… Ha sido todo un proceso de adaptación, pero creo que ya, por fin, sino hay sorpresas ni sustos, estamos evolucionando. Nuestro objetivo es llegar en nuestra mejor forma al final de la temporada. No centrándonos en lo que hay alrededor, sino en nosotros mismos.

Y, ¿usted cómo está tras salir de la lesión que le dejó tres meses fuera de las canchas?

Bien. La verdad es que fue duro. Fue una lesión que no me esperaba para nada porque no hubo ningún momento, como la primera vez, un gesto, una lesión. Pero, bueno, sabía a lo que me enfrentaba y que iban a ser unos dos, tres meses de mucho trabajo. Ese fue mi planteamiento, mi mentalidad: afrontarlo de esa manera. Saber a lo que me enfrentaba. Y, ahora, con muchas ganas de este final de temporada y de dar lo mejor de mí.

Habla de llevarlo con buen mentalidad, pero debió ser duro volver a lesionarse (el año pasado sufrió un rotura del cartílago del femoral externo derecho). Sobre todo, porque estaba en un gran momento…

Fue una sorpresa, si le soy sincero. Es cierto que había pasado ya por algo similar, en la etapa de Bilbao, con una lesión que fue algo peor que esta. Y si que en esta segunda me he notado un cambio a la hora de afrontarlo. Nada más darme cuenta, mi mente hizo un ‘clic’ y fui directo a por ello. No he tenido ningún momento de bajón, fue todo ‘vamos a hacerlo, vamos a recuperarnos lo más fuerte posible para volver cuanto antes y dar lo mejor de mí y ayudar a este equipo’.

Debió de ser difícil ver cómo el equipo se caía en febrero-marzo y no poder ayudar desde la cancha.

Es lo peor. Es difícil gestionarlo cuando no estás con ellos, cuando no entrenas con ellos. Intentas, desde fuera, crear ambiente, en los entrenamientos. Aunque no estés entrenando, ayudar. Dar ese positivismo dentro de las cosas que han pasado. Es muy difícil y más en mi caso, que soy una persona a la que cuesta mucho no formar parte de algo y de no dar lo mejor de mí aunque yo no esté. Se ha intentado lo que se ha podido. Estaba centrado en volver al equipo cuanto antes, en volver bien, estar físicamente bien y, sobre todo, centrarnos en la fase final de la temporada para dar lo mejor de mí.

Se lesiona usted, luego Carlos Suárez, Johnny Dee…

Sí, son muchas lesiones, muchas circunstancias. Puede que la gentes, desde fuera, solo vea la lesión, pero somos compañeros de trabajo. Muchos de nosotros ya tenemos una relación íntima. Yo, por ejemplo, he pasado muchos años con Carlos (Suárez) y eso, anímicamente, afecta al colectivo. Habrá gente a la que le afecte más y a otra, menos, pero si es cierto que tantas lesiones son difíciles de llevar a nivel de grupo. Creo que el equipo se ha tratado de sostener en los momentos malos y creo que ahora, con la vuelta de todos los lesionados, el equipo está más unido y sabemos lo que podemos hacer y que tenemos tiempo para cumplir nuestro objetivo.

Asunto Michael Carrera, ¿cómo lo han vivido?

Son asuntos internos, al fin y al cabo. Dentro de un equipo no podemos señalar ni culpar a nadie. Son cosas que pasan. Cada equipo tiene doce jugadores o más, cada jugador es un mundo. Mi padre siempre me decía desde pequeño ‘hay que ser un esponja: absorbe lo malo y echa lo bueno’. Creo que esa ha sido la mentalidad que ha tenido el equipo, no solo con esta situación, sino con todas: las lesiones, la presión de querer hacerlo bien. Creo que estamos encontrando ya esa mentalidad y es el mejor momento para encontrarla.

Tras la victoria contra el Guuk Gipuzkoa, ¿siente que han vuelto?

Va un poco relacionado con todo lo que le he dicho antes: la tormenta ha pasado ya, por decirlo de alguna manera. Esperemos que no haya ninguna más. Y, es cierto, que pasar por momentos malos hace que el equipo se una. Con caras nuevas, era todo un proceso de adaptación y ahora se están viendo los resultados de ese proceso y de lo que podemos llegar a ser a final de temporada. No quiero decir que hemos vuelto porque íbamos ganando de 22 y hubo errores que tenemos que responsabilizarnos al final del partido. Pudiendo ganar de una manera más tranquila, echamos un poco el encuentro por la borda, aunque al final lo arreglamos. El equipo tiene mucho techo y mucho rango de mejora. Y nos tenemos que centrar en eso. No en que hemos vuelto, sino en mejorar, en seguir mejorando.

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