A la caza del ogro estadounidense

Y aquí está la Sub-19 de nuevo, en una final del Mundial por tercera vez en su historia. A las puertas de alcanzar un primer oro que se le resistió en Chile 2011 y en Tailandia 2009. Siempre chocando ante el mismo muro, unos Estados Unidos que vuelven a interponerse en el camino de la Selección hacia la gloria este domingo en la final del WiZink Center de Madrid (21:00, Tdp) tras derrotar España a Canadá en las semifinales (77-70).

Las norteamericanas barrieron a Francia (57-80) para colarse en la lucha por el cetro continental, una victoria que eleva su balance a 87 triunfos en 93 partidos en los últimos 12 campeonatos. Desde Brasil 1997, las estadounidenses se han colgado 9 veces el oro y solo han salido derrotadas en cinco ocasiones. La última vez que cayeron fue hace 2.184 días ante Rusa en Italia 2017. La Sub-19 de Leo Rodríguez, Cristina Ouviña, Laura Gil y Marta Xargay fue una de esas afortunadas en batirlas en la fase de grupos de Tailandia 2009 hace hoy exactamente 14 años.

¿Una señal? Quién sabe. Es difícil batir a una selección capacitada para demolerte en un parpadeo, con un potencial ofensivo extraordinario con 7 de sus 12 jugadores superando los 8,5 puntos de media (en España, 3). Es la líder en anotación con 4 de sus 6 partidos con 100 o más puntos conseguidos para una media de 101,7 tantos en este Mundial. Y especializada en abrasarte las piernas: nadie las ha anotado 70 tantos. Solo la República Checa y Malí han superado la barrera de los 60.

¿Miedo? No. Porque lo único claro es que si alguien capaz de adentrase en el bosque, espada y escudo en ristre, y cazar al ogro estadounidense son las chicas de Bernat Canut. Una Selección de muchos quilates, resistente, madura, liderada por la inteligente Elena Buenavida y el desparpajo de Iyana Martín. Por la pasión de Carla Brito y Alicia Flórez, y el poder de Awa Fam en la zona. Por un grupo que está invicto en un Mundial en el que han caído, uno a uno, enemigos tan grandes como a la Australia de Puoch, a la Francia de Lacan, a la Lituania de Jocyte y este sábado a la Canadá de Fournier y Prosper.

Una victoria que se fraguó en los 30 segundos por la mano imperturbable de Iyana Martín. La base asturiana (17 años y 1,78 m) acertó 7 de sus 10 lanzamientos desde el tiro libre, capturó dos rebotes ofensivos y robo un balón para completar un final del partido en el que elevó su cuenta hasta los 24 puntos. Una actuación que abrió las puertas a la que será la 13ª medalla de 14 posibles para el baloncesto español en todas las categorías desde el verano de 2022 (cuarta en este periodo estival). Y la cuarta en una Mundial para la Sub-19. Ya tiene dos platas y un bronce. Toca el oro. Y tras tanto sufrimiento, no hay más remedio.