España peleará por el oro

Desde 1998, solo en una ocasión (2018) el baloncesto masculino español cerró el verano de vacío. Con la eliminación en la primera fase de la absoluta, los séptimos puestos de la Sub-20 y la Sub-17 y el 13º (sin Mundial el próximo año) de la Sub-18, la presión estaba en los más pequeños, los cadetes, que habían accedido a las semifinales del Europeo Sub-16 de Heraclión con pleno de triunfo y un +158 de average.

Se jugaban un puesto en la final con la anfitriona, Grecia, que también llegaba con un camino inmaculado, pero España es la que se mantiene invicta en este Europeo (77-71) y peleará este sábado (20:00) por el oro ante Francia. Por lo tanto, medalla asegurada y de forma heroica, porque la Selección perdía por 12 a ocho minutos del final (51-63), pero firmó un parcial demoledor de 25-4 (76-67) que vale una plata o un oro.

El respaldo en las gradas impulsó a los helenos que pronto se vieron acomodados en un pequeño colchón (14-22). A la Selección se le ponía el partido cuesta arriba: no estaba bien en el tiro (5/17 en tiros de campo con 1/6 en triples), todo lo contrario que Grecia, mucho más eficaz y que, con una diana desde 6,75 de Barmpagiannis, colocó la máxima (15-28), un +13 que, al menos, no fue el principio del fin para los Carlos Flores.

La entrada en pista de Chiek Diallo, pívot del Baskonia, y la irrupción del escolta del Real Madrid Marcos Zurita (15 puntos al descanso, 17 al final) iniciaron un parcial de 18-4 con el que España se colocó por delante (33-32). Llegados a ese punto, el partido ya se mantuvo igualado en esa primera mitad (40-40 al descanso): la Selección aprovechaba su dominio en el rebote (27 a 13) y que los triples de Grecia dejaron de entrar (3/10 y 1/6 en ese segundo asalto).

España salió descolada del parón y Grecia con las ideas más claras (42-49). Los triples seguían sin entrar (1/15 desde aquel primer acierto de Lucas Sánchez), pero tampoco lo hacían los tiros libres (16/25). Y así es muy difícil ganar una semifinal. Los cadetes entraron vivos en el último cuarto (51-56), pero esa última vida parecía desaparecer tras encajar un parcial de 0-7 para un preocupante -12 (51-63, minuto 32).

No fue así. El taronja Javier Viguer volvió a acertar de lejos (la cuenta por entonces iba en 1/18) y con ese triple España se lo creyó. El alero del Valencia Basket anotó doce puntos casi consecutivos (20 al final) para poner a España por delante (68-67). Gritos de “sí se puede” en la grada y España siete arriba (74-67) gracias a los tiros libres, que ahora también entraban. Los cadetes no dejaron escapar el partido y aseguran para el baloncesto español la cuarta medalla del verano, la primera para el baloncesto masculino.

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