¡España, a semifinales del Mundial!
La Selección Sub-19 se sobrepone con mucho esfuerzo a la Portugal de la gigante Clara Silva y a 30 faltas en contra. EE UU espera.
Sufrió lo indecible la Selección española Sub-19. Portugal, que nunca había jugado un Mundial en esta categoría, luchó con todas sus fuerzas, impulsadas por una jugadora que apunta a futura estrella en el baloncesto europeo: Clara Silva, una pívot de 1,97 que es una candidata clara al Mejor Quinteto del torneo. Pero España consiguió frenarla, solo un poquito (acabó con 23 puntos, pero venía de meterle 37 a Israel en octavos). Y con ese poquito fue suficiente para desequilibrar la balanza a su favor. Forzando muchísimo en defensa, con dobles y triples marcajes sobre la cinco portuguesa y también en primera línea de pase (los 16 robos lo atestiguan). Esa presión tuvo consecuencias. Los árbitros, con ganas de pitar, señalaron 30 faltas a las españolas (29 a las portuguesas). Pero al final se impuso España porque, aunque no tenga una Clara Silva, tenía la fuerza del grupo. Un equipo con muchas más armas que se acabó imponiendo por 68 a 58. En las semifinales, mañana (20:00 horas), espera el hueso más duro de roer, Estados Unidos, que venía de ganar sus cuatro primeros encuentros en el torneo por una diferencia media de más de 63 puntos, pero que hoy ha estado a punto de caer ante Francia. 70-65 para las americanas y gracias.
Empezó mejor el partido Portugal, más suelta, más metida. Con un 8-2 de salida que hizo reaccionar a las españolas. Somtochukwu-Blessed Okafor (13 puntos, 4 rebotes, 2 robos), una dinamo que no se queda quieta en ningún momento, fue la primera en pisar el acelerador español. La salida de las segundas unidades benefició claramente a la Selección, que empezó a tomar una ventaja considerable. Al inicio del segundo cuarto se puso 12 arriba. La que no se sentaba en Portugal era Silva (jugó los 40 minutos) y con razón. Ella también empezó a carburar, con un notable juego de pies y un buen tiro en suspensión del que quizás abuse en algunas situaciones en las que debería buscar más el contacto y el aro. Pecados de juventud. El caso es que las portuguesas se levantaron y perdieron el segundo cuarto solo por un punto (41-32).
Con todo seguían lejos y el técnico portugués propuso una zona 2-3 que bloqueó por completo el ataque español (6 puntos anotados en el tercer cuarto). Además, las personales empezaban a hacer estragos en la rotación de ambos equipos. En Portugal ya había una eliminada y España hacía malabarismos para ocupar el puesto de cinco, justo el que tenía que enfrentarse a Silva. Ahí acabó jugando mucho minutos Inés Sotelo, una alero de 1,91 con una planta espectacular que enfrentó con bravura los 1,97 de la estrella rival. Y no sólo eso. También sumó un doble-doble de 11 puntos y 10 rebotes.
Portugal se llegó a poner a 2 al inicio del último cuarto, ya sin la zona durante unos minutos. Pero ante un par de acierto españoles la volvieron a colocar. Sin embargo, esta vez España tenía un plan. O bien haciendo un doble bloqueo arriba para que la base Ada Toribio entrase en la zona antes de doblar fuera al lado que había quedado descubierto, o bien buscando la superioridad con tres jugadoras bien fijadas en la línea de tres mientras se movía el balón de un lado al otro, España metió dos triples seguidos, uno de Marta Alsina y otro de Carla Osma. Y, un par de jugadas después, un robo de Sotelo acabó en antideportiva contra Portugal, lo que acabó de matar el partido.
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