El Partizán se vuelca con el Fuenlabrada

La historia es una de las más bonitas del baloncesto europeo. En la temporada 1991-92, en plena guerra de los Balcanes, Fuenlabrada y el pabellón Fernando Martín acogieron al Partizán de Belgrado con un Zeljko Obradovic de 31 años como entrenador y con Djordjevic y un jovencísimo Danilovic de referentes. Una estancia que fue triunfal, por el título de la Euroliga de 1992 conquistado en Estambul (Turquía) tras ganar en la final al Joventut con una canasta de Djordjevic en suspensión en carrera girándose en el aire.

Y por el hermanamiento eterno entre la ciudad del sur de Madrid y Belgrado. Entre los hinchas del Fuenla y del Partizán. Por ambos motivos, y coincidiendo con el 30 aniversario de la Euroliga, los madrileños invitaron a los belgradenses a un amistoso en la casa de ambos, el Fernando Martín. Un reencuentro que los balcánicos han querido repetir, pero en esta ocasión en Belgrado, en el estadio Tasmajdan. Un escenario único, al aire libre, que ha estado este miércoles a reventar por los aficionados de los enterradores.

Cánticos, pancartas, bengalas… una animación infernal para agradecer todo lo recibido hace ya más de tres décadas a un Fuenla que esta ante una de las temporadas más difíciles de su historia: después de 18 años seguidos en la Liga Endesa, este curso deberá disputar la LEB Oro para tratar de regresar a la élite del baloncesto nacional.

Pero hasta que empiecen las hostilidades de la campaña en Segunda, el Fuenla ha disfrutado de una fiesta muy especial… aunque el resultado haya sido abultado (93-63) en contra ante un equipo que este año va a por todas en Europa, a por su segunda Euroliga 32 años después de aquella lograda con el apoyo de la afición fuenlabreña. Y, claro, con Obradovic en el banquillo.