CONGRESO DEPORTE EN POSITIVO

Jayson Granger: “El Estu te da la oportunidad de jugar, de crecer y de equivocarte”

El jugador abre el Congreso Deporte en Positivo de As tras regresar el pasado verano al que fue su primer equipo en España. Un Movistar Estudiantes que busca regresar a la ACB mientras mantiene los valores de crecimiento, cantera y formación.

Jayson Granger (35 años, 1,88) es todo un clásico del baloncesto español. Pasó por el Estudiantes, por el Unicaja, por referentes europeos como el Efes o el Alba Berlín, ganó una Liga ACB con el Baskonia a las órdenes de Dusko Ivanovic (2020) y regresó a Uruguay para seguir jugando en su país natal. Sin embargo, un episodio racista le motivó a regresar al Viejo Continente. Concretamente, al club en el que empezó, un Movistar Estudiantes que lucha por volver a la máxima categoría y que está en los primeros compases de una nueva temporada en Primera FEB. De momento, 4-1 tras cinco partidos y quinta posición para ellos. Pero queda mucho y todo se juega a final de curso, cuando se sabrán los dos nuevos equipos que lleguen a lo más alto. “Ya es la cuarta temporada que tenemos al Estu donde no se merece. Espero que este año sí nos vean volver. Ojalá a final de temporada podamos estar celebrándolo”, ha dicho el jugador en el Congreso Deporte en Positivo organizado por el Diario As en el Hotel Ritz de Madrid.

Es el objetivo del club madrileño, al que Granger volvió tras iniciar conversaciones mutuas, regresando a la que fue su casa para buscar estabilidad familiar, y sentirse donde siempre y como nunca al mismo tiempo. Esa es la valía de un jugador que es un viejo conocido en el Movistar Estudiantes en particular y en el baloncesto español en general. Un hombre que ha sido canterano y veterano, que llegó a la entidad de la capital con tan solo 18 años y sabe perfectamente lo que es ganar, perder, sufrir y prevalecer. Un equipo que lleva en la sangre y en el que estuvo hasta 2013. Ahora, 17 años después de su llegada y 11 después de su marcha, regresa a casa tras sufrir la lacra del racismo en su país natal, Uruguay: “Es algo que no me había tocado vivir. Fue una desgracia ir a mi país y sentirme como me sentí en aquel momento: insultos racistas, faltas de respeto, tanto de adultos como de niños, estamos a años luz de lo que tiene que ser un espectáculo. Al fin y al cabo somos todos personas, intentamos hacer nuestro trabajo y darle al público algo que puedan disfrutar a la hora de hacer nuestro deporte. Es algo que escapa de mi mano. Queda mucho trabajo por hacer. Creo que todo empieza en casa, cómo educamos a nuestros hijos, cómo los rodeamos y cómo trabajamos el día a día”, asegura. “Tengo amigos que han vivido el tema racial en Madrid. Intentamos mejorar día a día. Lo hemos visto en el Clásico. Nosotros como deportistas sólo queremos hacer disfrutar a la gente. Que exista hoy en día esa falta de respeto nos duele bastante”, añade el jugador, muy consciente de que el problema se resuelve desde la educación y que queda mucho camino por recorrer todavía.

Granger sabe de donde viene y de cuál es el tipo de equipo en el que está. Uno que siempre ha trabajado con la cantera y que tiene 2.500 jóvenes en sus filas entre chicos y chicas. “Yo llego acá con 15-16 años en busca de mis sueños. Vengo de Uruguay, con el objetivo de hacerme un hueco en Europa. Caí en el lugar perfecto en el momento perfecto, una cantera con una representación enorme, muy famosa por crear jugadores y personas. Mis padres y yo tomamos la decisión y encantado de hacerlo y de formar parte de esta familia”. Una familia en la que se sigue potenciando la cantera, independientemente de que el objetivo del primer equipo masculino sea el ascenso. “El club lo está haciendo muy bien. Nosotros jugamos para los niños. Como yo llegué mis referentes eran los del primer equipo. Ver a esos niños yendo a los partidos o a los entrenamientos, con esa ilusión y motivación de que algún día pueden ser uno de nosotros, es muy bonito de ver”.

JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Futuras promesas que los estudiantiles nunca han descuidado, apostando por ellos como si de un mantra se tratase. Y con una foto con la cantera que es tradición y que tiene lugar a inicios de cada temporada: “La foto de cantera la espero ansiosa. Que los niños y sus familias puedan estar cerca de nosotros, que somos quizá sus referentes en lo deportivo. Ese cariño que nos tienen es muy lindo”. Y es que, 11 años después de probar nuevas aventuras, considera que los principios no han cambiado. “La filosofía del Estu es crecer, aprender y estar con esa cantera que tiene. Lo de ahora es lo mismo que me tocó vivir cuanto tenía quince años. Me siento afortunado de pertenecer a esa familia, de ayudar a crecer a los jóvenes”. “Hay millones de valores que el Estu te inculca, no sólo en lo deportivo sino en la vida. A mí con 15 años me enseñaron a ser responsable, el compañerismo, la resiliencia (que en el mundo del deporte ahora se habla mucho)... En el club se trabaja día a día con eso, los valores son primordiales, porque somos un ejemplo para todos los niños”, dice el jugador, protagonista inicial del Congreso.

Un viaje de ida y vuelta, un retorno que siempre soñó. “Desde que me fui dije que soy y seré hincha del Estu. Gracias a Dios me dieron la opción de volver y estoy muy contento de estar aquí una vez más”. A Jayson no le gusta la palabra “veterano” y prefiere definirse como “jugador experto”. Y no rechaza ser entrenador en un futuro, algo para lo que todavía queda, ya que no quiere que nadie le retire: le quedan años de sobra. Su sueño a corto plazo es retirarse en el Estu: “Ojalá pueda cerrar un ciclo en el club con tanta gente que aprecio”. Desde su debut, su “mejor momento”, un lejano de 18 noviembre de 2007, hasta ahora. Un partido en el que jugó 18 segundos, pero que no olvida. Tampoco a los que más le apoyaron, como Pancho Jasen o Carlos Suárez, con en el que habló para regresar.

Eso sí, el objetivo sigue siendo el ascenso y Granger ve al equipo más que preparado para ello. “Veo una mezcla de juventud y experiencia, algo que en temporadas pasadas faltó. La temporada es muy larga. Cada partido va a ser una final. El objetivo va a ser quedar primeros de la liga regular y subir directamente. Es una competición muy fuerte. Esperamos mejorar día a día”, ha asegurado un jugador que intenta ayudar a los más jóvenes y liderar con el ejemplo. Y que tiene muy claro que está en su hogar. En casa: “Caí en un club que apuesta por jóvenes, que te da la oportunidad de jugar, de crecer, de equivocarte, que en otros sitios no ocurre porque necesitas resultados ya. El Estu tiene un poco más de paciencia en ese aspecto. Eso hace que salgan jugadores de la cantera. Eso es fundamental en el baloncesto de formación”, sentencia. Toda una vida ligada al baloncesto. La de un hombre que vuelve al lugar en el que empezó todo. A su hogar. Al Movistar Estudiantes.

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