Claver, homenajeado: “Ningún título es superior a tu ejemplo”

“Ni el día de su retirada quiere los focos”. Con esta frase, Sergio Llull sintetizó a la perfección a Víctor Claver, su personalidad y su carrera. Su manera de ser y su manera de aportar en un vestuario. Era el soldado perfecto. El aliado que todos quieren junto a él y el rival que nadie quiere ver enfrente. Porque por encima de triples, mates, puntos y estadísticas, se encuentra el compañero ideal, el jugador que aporta a cada segundo que está en cancha. En defensa, en ataque, en esa labora oscura de un partido que da y quita títulos, que permite al resto brillar para que el éxito sea colectivo. En una sola palabra, baloncesto.

El alero (35 años y 2,08 m) fue desde su debut con el Pamesa Valencia en octubre de 2006 frente al Barcelona esa estrella silenciosa. Enorme de calidad y enorme de entrega. Un jugador de una talla mayúscula que este jueves en L’Alqueria de Valencia se ha despedido del que fue su deporte los últimos 18 años. “Me he sentido querido y respetado en todos los vestuarios en los que he estado”, dijo un emocionado Claver, acompañado en un precioso acto por su familia, por su mujer Andrea y por su hijo Hugo, y por excompañeros como Pau Ribas, Sergio Llull y Ricky Rubio, los escogidos (alguno a traición y a última hora) para hablar en esta ceremonia.

“Siempre estuvo preocupado por los demás, el equipo por encima de él. Ha sido imprescindible para los títulos de la Selección: siempre estuvo ahí. Te mereces todo lo bueno que te ha pasado y te echaremos de menos en las canchas”, alabó Llull a un Claver que disputó 169 partidos con España y que tiene un palmarés que quita el hipo: tres oros europeos y uno mundial, una plata olímpica y dos bronces, uno en Río 2016 y otro continental. Siete medallas en total. “Eres la persona clave. Eres un ejemplo para mí, dentro pero sobre todo fuera de la pista. Ningún título es superior a tu ejemplo”, prosiguió Ricky Rubio.

“Me he sentido muy abrumado por todas las muestras de cariño”, dijo Claver, que agradeció al Valencia haberle dado total libertad para elegir su futuro. También la oportunidad que le brindaron. Al igual que dio las gracias al Barcelona (“por los títulos y por haber superado retos”), a Portland Trail Blazers (“por el sueño de la NBA”), al Khimki y al Lokomotiv (“por confiar en mí cuando pocos lo hacían”) y, claro, a la Selección, donde vivió “los mejores momentos” de su carrera. “Estoy orgulloso de haber formado parte de la Familia tanto tiempo”. Scariolo, el actual seleccionador, recibió unas preciosas palabras: “Gracias por tu confianza, por tu respeto y por tu honestidad”.

“He intentado ser la mejor versión que podía ser”, cerró el ya retirado jugador, que deja un deporte que le ha reportado, además, una Eurocup con el Valencia y una Liga y tres Copas con el Barcelona. Títulos, partidos y experiencias, pero nada como una personalidad que unió a los compañeros por donde pasó. Gracias por todo, Víctor.

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