Luz verde a la fase dos

En el congelador del Indonesia Arena, con el aire acondicionado pegando fuerte en un ambiente menos cálido que el de otros días, España cumplió el trámite y ganó a Irán para presentarse en la segunda fase del Mundial con una hoja de servicios inmaculada. La Selección entra en el primer momento caliente del torneo con tres victorias en la mochila, lo que significa que si gana el viernes (11:45 horas) a la sorprendente Letonia, estará virtualmente en cuartos de final. El partido dejó la curiosidad de ver cómo Rudy igualaba el récord de 253 internacionalidades de Navarro sin jugar un segundo. Scariolo había advertido la noche anterior de que iba a escuchar los consejos de los médicos y al capitán hay que guardarlo para las grandes empresas. Todos confían en que su partido número 254 sea el que abra las puertas de Manila…

Como se podía intuir, el partido no era fácil de jugar. La debilidad de Irán, y la dureza de los compromisos que esperan en los próximos diez días si todo va bien y España logra estar en cuartos de final, invitaban a jugar un encuentro sin tensión. España estaba en cuerpo, pero su alma estaba a otras cosas. Y cuando se pierde la concentración, es difícil ser reconocible. Aun así, y consciente de que se arrastran a la segunda fase todas las victorias de la primera, intentó adquirir el punto de seriedad suficiente para no sufrir. Irán ganó el primer cuarto (14-17). Apareció, entonces, la unidad defensiva. Con Alberto Díaz; Claver, que cumplía este miércoles 35 años; y Garuba, la Selección subió un punto la intensidad y se puso en ventaja gracias a los puntos de Juancho, Aldama y Llull. Al descanso, 34-43.

Scariolo tardó poco en levantarse a dar la primera voz en la segunda mitad. Necesitaba que el equipo alcanzase un nivel mínimo para cerrar el partido. Aldama está más suelto; y aunque en algunas acciones peca de cierta frialdad, también es su estilo. Un contragolpe rematado por Juancho y un triple de Brizuela dejaron el partido encarrilado en el final del tercer cuarto (54-62). El trámite ya estaba cuesta abajo para España, que aprovechó el último cuarto para divertirse algo más con algunas buenas defensas, transiciones rápidas con Núñez otra vez de lanzador (terminó con seis asistencias); y Juancho tomando el relevo de Aldama en el papel de anotador. El menor de los Hernangómez terminó con 21 puntos y un 75% de acierto en el tiro, mientras que su hermano Willy se fue a los 16. Sin más historia, España terminó de fichar en los tornos del Indonesia Arena después de haber cumplido con la jornada de trabajo con una victoria funcionarial (65-85) y se marchó el hotel Fairmont. Los jugadores, a descansar. Los técnicos, a preparar la gymkhana que está por venir si, como todos sueñan, España está en los cuartos de Manila. La próxima página de esta historia se llama Letonia.