Laprovittola y Vesely sostienen al Barça

Si de algo adolece este Barça es de la inconsistencia que demuestra en casi cada partido. Un mal que recorre y ha recorrido al equipo durante toda la temporada y que le ha costado más de un disgusto. Ante Obradoiro, lo evitaron por los pelos. Porque Laprovittola es un jugador mayúsculo, porque Vesely vale un imperio y porque Grimau tomó excelentes decisiones en los minutos finales. Ganaron los azulgranas ante un combativo Obradoiro, que ni cedió ni se rindió, que remó para morir en la orilla pero que se mereció el aplauso de su público. Al Barça le cuesta demasiado ganar a rivales que se suponen inferiores. Pero dio un paso más hacia el factor cancha.

El vendaval de inicio del Barça (0-10) tuvo como absoluto protagonista a Laprovittola. Porque el baloncesto es de los altos, pero sobre todo de los listos. Y en eso pocos ganan al argentino. Además de entonado desde fuera estuvo muy avispado, robando dos balones en dos saques de fondo de Obradoiro. Puntos sacados de la nada, que se fabricó él solo, para desnivelar la balanza al inicio. Los problemas exteriores de los locales y la incapacidad para atacar el cinco contra cinco hicieron el resto (8-21).

Pero si algo ha caracterizado negativamente a este Barça es la inconsistencia que muestra durante los partidos. Un problema detectado por Grimau y que no es exclusivamente culpa del equipo. Siempre repite el técnico, no a modo de excusa, que los rivales también juegan. Y Obradoiro, descolocado de inicio, mejoró notablemente con el paso de los minutos. La entrada de Dotson les cambió la cara y la aportación de Scrubb les acercó en el marcador. 13 puntos en los dos primeros cuartos, de los que jugó más de 16 minutos. Una barbaridad. Cierto es que el Barça estaba aún cómodo en ataque, pero empezó a encajar mucho más. La defensa, prácticamente, desapareció. Encajaron 29 puntos en un cuarto. Y eso es un problema para cualquier equipo, aunque el potencial ofensivo sea alto (44-46).

Y no hizo sino confirmarse tras el descanso. Con Ricky al mando el Barça cometió su primera pérdida pero, sobre todo, se enredó en la zona de Obradoiro. Los locales siguieron en línea ascendente y pronto amasaron la primera ventaja decente en el marcador (57-51). Con Vesely, Satoransky o Kalinic en pista. Poca broma. Pustovyi, desaparecido hasta el momento, se sumó a la causa y Howard empezó a anotar triples inverosímiles. El Barça, muy tocado a diez del final, vivió de la energía de Brizuela.

El tramo final del partido tuvo tres protagonistas: Laprovittola, Vesely y Roger Grimau. El primero porque fue el faro del Barça, el hombre sobre el que recayó el peso ofensivo del equipo. No se sacudió la responsabilidad sino todo lo contrario, para acabar ganando el partido. El segundo Vesely que sostuvo a los suyos en el momento más delicado del partido. Y el tercero Roger Grimau que no paró de tomar buenas decisiones. La primera, apostar por un quinteto pequeño tras la exclusión de Vesely. Una decisión arriesgada, dejando a Willy y Nnaji en el banco y dándole los galones por dentro a un excelente Da Silva. La segunda, y definitiva, la pizarra. Dos jugadas pintó para ganar el partido y las dos salieron, acabando de enterrar a Obradoiro.

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