La vida es bella con Marcelinho Huertas
El base brasileño lidera, tras el descanso, una nueva del Lenovo Tenerife sobre el Gran Canaria. La formación chicharrera, líder provisional.
En el día más especial de Savané no pudo dedicarle el Gran Canaria la victoria más importante (70-86). Pese a su dominio inicial, los hoy locales se fueron diluyendo poco a poco en el derbi insular para acabar claudicando ante un Lenovo Tenerife, donde el embrujo de Marcelinho Huertas sigue embelesando tanto a propios como a extraños.
La conexión con la grada, siempre tan importante en los derbis, permitió al Gran Canaria dar las primeras dentelladas al rival. Bien es cierto que seis puntos consecutivos entre Doornekamp y Shermadini permitieron al Lenovo ponerse 10-10, pero la orfebrería local amenazaba con romper el partido bien temprano. El tercer triple de Brussino mantenía a los locales arriba, 15-10, y entre Salvó y el reaparecido Shurna le dieron a los suyos el primer +10: 23-13.
Afrontaba el segundo cuarto el equipo del siempre protestón Vidorreta con la necesidad de remontar el duelo cuanto antes, pero siempre obtenía una respuesta no deseada por parte de la hueste local. Shermadini le dio el empuje necesario al Lenovo, pero una canasta del ex canarista Bassas obligó al banquillo aurinegro a pedir tiempo muerta con poco más de cinco minutos por delante y un preocupante 34-24 en contra.
Pese a que el Granca llegó a ponerse 37-28 tras ese 2+1 que Inglis le sacó a Doornekamp, no se amilanaron los visitantes por obra y gracia de Diagne, decidido a invertir las tornas. Con sendos pósters sobre Balcerowski y toda la energía posible lideró un parcial de 0-8 que después permitió a los suyos irse al descanso dominando un marcador que poco antes parecía perdido: 39-40.
Tras el descanso disminuyó sobremanera la intensidad del partido, acaso más trabado, en cualquier caso aumentando la fiereza de unos contactos que solo parecían favorecer al Lenovo Tenerife. Bassas y Huertas asumieron el protagonismo de sus respectivos equipos hasta que un parcial de 0-7 le dio ventaja a la formación visitante, 52-55, tras sendos 3+1 de Fitipaldo sobre Balcerowski y un 2+1 que el hiperactivo Diagne le sacó a Diop: 52-55.
Sin darse cuenta, el Granca cayó con todo en la trampa visitante. También es verdad que Huertas entró en trance, y así parece imparable. Y sin parecerlo. Entre él y Diagne lideraron el definitivo estirón visitante, que fue tan grande como parece el 6-23 de parcial tras un triple de Doornekamp, 58-71, que obligó a Lakovic a parar un partido que ya estaba totalmente perdido.
Moralmente hundidos, los jugadores locales bajaron irremediablemente los brazos ante un Lenovo al que todo le salía bien en esta nueva conquista del Gran Canaria Arena. El empuje final de Slaughter ni siquiera le sirvió a su equipo para maquillar un marcador embelesado por otra exhibición de Marcelinho Huertas, 22 puntos y tres asistencias finales, siempre caníbal atacando el bloqueo directo. Lo de siempre. Y siempre lo hace. Eterno. La vida es bella con él marcando jugadas.