Jabari Parker quiere estar en la Final Four

Se la jugaba el Barça ante Olympiacos y lo resolvió de la mejor manera posible. Ganando, convenciendo, en absoluta comunión con la grada. El Barça fue esta vez sí el de las grandes ocasiones, el de la mentalidad de hierro, el de la intensidad abrumadora. Acertaron los azulgranas desde el banquillo y en el parqué, con una idea de juego, con un plan definido. Y también con un Jabari en estado de gracia (24 puntos), un Abrines decisivo en los momentos delicados y un Vesely, esta vez sí, dominante y enérgico. Olympiacos se enredó en el planteamiento de Grimau, obligados a tirar desde fuera y siendo incapaces de superar la trabajada defensa azulgrana. Una noche redonda para el Barça, que tras salvar el 0-2, ahora tiene otra misión complicada: ganar por lo menos un partido en Atenas.

La primera diferencia frente al partido del miércoles, evidente, fue la intensidad. El Barça defendió arriba, arriesgando en el dos contra uno y dejando poco espacio por dentro a Olympiacos. Fall les hizo mucho daño en el arranque del primer partido pero en este lo contrarrestaron perfectamente. Invitaron a Olympiacos a tirar de fuera y, tras anotar Peters los dos primeros triples, fallaron diez consecutivos. Una bendición para el Barcelona, que además se encontraba cómodo en ataque. Tres dos más uno consecutivos dispararon la ventaja de los locales (23-12) que además supieron convertir en canasta cada rebote ofensivo.

La buena dinámica siguió con unas rotaciones que no afectaron a Jabari Parker, el mejor del Barça . Williams-Goss no tuvo el impacto del primer partido aunque siguió mejorando a Walkup, mientras que los azulgranas mantuvieron una renta alrededor de los diez puntos. Hasta el parcial de Olympiacos. De la mano de McKissic, y gracias a algún despiste colectivo, se pusieron a cuatro (34-30). Lo paró Grimau y reaccionó el Barça. Vesely, uno de los señalados en el primer encuentro, logró minimizar el arreón visitante antes del descanso (43-37).

Independientemente de la ventaja, que continuó por encima de los cinco puntos, se vio a un Barça mucho más convencido de su juego y sus posibilidades. Con un plan que ejecutar. Con una idea que llevar a cabo. Algunas posesiones salieron bien, otras no, pero la preocupante sensación del primer partido desapareció. No fue sin embargo suficiente para doblegar a un Olympiacos que se agarró siempre al partido, con Fall cerrando la pintura en defensa y moviendo el balón en ataque como ningún otro equipo de la competición. El Barça mejoró claramente respecto al primer partido, pero siguió sin tener una respuesta defensiva a Williams-Goss. Los puntos de Parker dejaron de ser suficientes y Olympiacos volvió a ponerse por delante (54-55).

La entrada de Milutinov fue clave para un Olympiacos que se cargó rápido de faltas en el último cuarto y que sufrió mucho defendiendo a los exteriores culés. Dos triples consecutivos y una canasta de Jokubaitis pusieron tierra de por medio ante la incapacidad de los griegos para anotar de fuera. Abrines y Parker, desde el triple, acabaron con las opciones de los griegos a tres del final (76-64). También colaboró Jokubaitis.

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