Ignacio Rosa, un apellido con historia que pesa lo suyo

La casualidad ha querido que se reunieran este año en Bilbao tres apellidos ilustres en el baloncesto español: Reyes, Rosa y Alonso. Remiten a Miguel Ángel, Juan y Paco, dos baloncestistas que sin llegar al nivel de superestrellas sí fueron importantes en el final del siglo pasado. Sus hijos, Álex, Ignacio y Francis, han tratado de seguir sus pasos, pero el apellido pesa lo suyo. Les une el hecho de haber tenido que esforzarse en LEB Oro y en Estados Unidos para tener una oportunidad en la máxima categoría. El segundo ha sido presentado hoy de forma oficial, en el hotel Puerta de Bilbao, en Barakaldo. Es el quinto pívot tras Kyser, Withey, Sulejmanivic y Andersson, y le ayuda su polivalencia, el hecho de poder actuar de ‘cuatro’ o ‘cinco’. Su padre, Juan, disputó 228 partidos en la ACB con los colores de Joventut, Valvi Girona y Murcia. En su palmarés figuran dos Copas del Príncipe, un torneo con mucho renombre que en los 80 apadrinaba la Federación Española antes de cada temporada oficial. Ahora lo ha pasado a la LEB Oro. Y en la temporada 1987-88 fue subcampeón de la Recopa.

En sus nueve temporadas en la élite, Juan demostró que tenía condiciones para llegar muy lejos. Hubo una época en la que pareció que iba a ser un jugador de primera fila, por su altura como ‘tres’ (2,06) y su calidad como ‘cuatro’ para hacer daño jugando abierto o en el poste, pero las temidas lesiones frenaron su progresión en momentos cruciales. Nació en Jerez de la Frontera, pero se dio a conocer en Cataluña. Siendo un quinceañero hizo primero una prueba con el Granollers, que le intentó fichar, pero se fue a la Penya. Villacampa y Margall le cerraban el paso. Para reponerse de una de las lesiones dio un paso atrás: volvió al sur para jugar en El Ejido, en EBA (95-96). Luego pasó por el Breogán lucense en LEB. Y cerró el círculo en Los Barrios, cerca de su Jerez natal. De su hijo Ignacio, sostiene: “Tiene muy buenas condiciones. O, por lo menos, es mejor que yo a su edad”.

Ignacio se formó en Unicaja, en donde coincidió con su actual compañero en Bilbao, Francis Alonso. Muchos le preguntan si es catalán o andaluz. “Nací en Badalona, pero me he criado en Cádiz, así que me considero gaditano”, despeja las dudas. Se lo ha ido currando por Oviedo, Catelló, Peñas de Huesca y Lleida, todo en LEB Oro. “Es buen jugador en línea de tres y aprovecha sus opciones cerca de canasta, es buen reboteador en ataque y defensa y puede hacer el ‘cuatro’ y el ‘cinco’. Necesita adaptarse a la exigencia de la ACB, que es muy alta y trabajo en eso no va a faltar”’”, resume el director deportivo del Bilbao Basket, Rafa Pueyo. Su padre Juan casi siempre está presente en sus pensamientos: “Cuando terminan los partidos, sí me suele hacer las correcciones pertinentes, pero es aguantable”, sonríe. Lamenta las lesiones graves de Goudelock y Rigo, y admite que no tiene presión, sino que ve esta etapa como “una oportunidad que llevaba buscando bastante tiempo, me la ha ofrecido el Bilbao Basket y quiero aprovecharla todo lo que pueda”. La versatilidad le puede abrir puertas y admite que debe mejorar en el aspecto físico “porque hay una gran diferencia entre LEB Oro y ACB en este apartado”. Ignacio, que de joven probó en la natación y el ciclismo pero se quedó con el baloncesto, es un apasionado de las zapatillas, tiene unos 70 pares en la casa familia.

Tras la llegada de Ubal, cedido por el Barcelona, Pueyo agregó que están buscando a un anotador norteamericano para cerrar la plantilla, pero ahora mismo este tipo de jugadores ven la liga de desarrollo de la NBA como muy atractiva y son remisos a dar el salto a Europa. Intentan que sea un perfil de anotador parecido al de Goudelock, pero si se pone a un tiro un base, irán a por él y Hakanson pasará al ‘dos. “Cuando se producen lesiones, hay daños en el club, tenemos que asumirlos y tirar para delante”, finalizó Pueyo sobre el gasto añadido que va a deparar estas contrataciones imprevistas.

Por otro lado, hoy se ha presentado la Euskal Kopa, con la presencia del alcalde galdakoztarra Iñigo Hernando y la concejala Amets Iturbe; así como el presidente del CB Ibaizabal, Gorka Paternina; y el máximo mandatario de la Federación Vasca de Baloncesto, Luis Mari Sautu. También han acudido Luis María Querejeta, presidente de la Fundación 5+11, y Rafa Pueyo, director deportivo de Surne Bilbao Basket. Baskonia y Bilbao Basket pelearán por el título el miércoles 21 a partir de las 19:30 horas en Urreta (Galkao). Los precios de las entradas son estos: plaza sentado: 10€ venta anticipada–12€ día del partido; de pie: 8€ venta anticipada–10€ día del partido; y federados y escolares: 6€