BALONCESTO

Los jugadores que obligaron a cambiar las reglas en la NBA

Pívots tan dominadores que había que encontrar formas de minimizar su impacto, tiradores que usaban trucos para limitar a sus defensores, recursos defensivos que embarraban el juego… Así fue cambiando la NBA en función de sus grandes estrellas.

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George Mikan, el primer gran pívot dominador

En la prehistoria de la NBA, en el paso de BAA a NBA de una Liga que ahora cumple 75 años, la irrupción de George Mikan (pívot de 2,08) como primera gran súper estrella dominante lo cambió todo. Con los Lakers (todavía en Minneapolis), Mikan ganó cinco títulos entre 1949 y 1954). Era constantemente el máximo anotador de la Liga, moviéndose en sus mejores años por encima de los 28 puntos de media, con unos movimientos al poste rudimentarios pero por entonces, eran otros tiempos, únicos. Eso, aliado con su tamaño, lo convirtieron en el primer jugador imparable. La Liga reaccionó para evitar que, simplemente, Mikan devorara a los rivales cerca del aro y acabara con la competición. De hecho, se llamó Mikan Rule (la regla Mikan) a la ampliación de la zona en la que solo se podía estar tres segundos, que pasó en 1951 de situarse a 1,8 metros a ampliarse a 3,6 del aro (algo que se movería después, de nuevo, por Chamberlain). Era el primer intento de separar a un gran pívot dominante de la canasta, la forma de un juego aún en construcción de adaptarse a un nuevo perfil de estrella. Sus porcentajes bajaron, con eso, de casi un 43% al 38.

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El reloj de posesión también llegó por Mikan

En 1954, la NBA adoptó (otro momento trascendental), el reloj de posesión (24 segundos para notar o perder la bola). En esto, también se considera que Mikan tuvo un efecto obvio. Él llevaba a su equipo a un ritmo muy bajo para poder operar por la pista con comodidad, y los rivales también trataban de quitarle la bola de las manos el mayor tiempo posible. La muestra más clara de esto fue el infame 19-18, Fort Wayne Pistons 19-Minneapolis Lakers 18 que todavía es el partido con menos puntos de la historia sumadas BAA, NBA y ABA. Mikan anotó 15, todos sus compañeros tres puntos en total y aquellos Pistons creían que habían encontrado una forma de parar al gran pívot rival... pero la Liga reaccionó e introdujo el reloj para transformar el ritmo y la intensidad.

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Wilt Chamberlain y su irrupción en Kansas

El padre de casi todos los récords imposibles, un jugador al que muchos consideraban Superman entre simples mortales, tuvo un efecto transformador en un baloncesto que no estaba preparado para la dominación física del pívot de Philadelphia que, entre otras muchas cosas, es el único jugador que ha anotado 100 puntos en un partido de la NBA. Ya como universitario, en Kansas (1956-58), su superioridad hizo que se prohibiera el goaltending ofensivo, la posibilidad de tocar el tablero, o el propio balón, cuando este ya está en trayectoria descendente o cuando está en el espacio que dibuja el cilindro imaginario que parte del propio aro. También en College, se cambiaron otras reglas para adaptarse a él: se prohibieron los saques de fondo por encima del tablero (los compañeros los lanzaban así y él, simplemente, hacía mates a placer) y se obligó a que un jugador no rebasara la línea de tiros libres tras lanzar tiros de personal porque Chamberlain acostumbraba a machacar el rebote de su propio tiro a la carrera y sumar así dos puntos en vez de uno.

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La llegada de Wilt aterroriza a la NBA

Después, en la NBA y tras un breve paso por Harlem Globetrotters, hubo varios cambios asociados a la masiva llegada del gigante Chamberlain a la gran la Liga, en la que entró con más de 37 puntos y 27 rebotes de media como rookie, en Philadelphia Warriors. Para su tercera temporada, antes del traslado de la franquicia a San Francisco, estaba en 50,4 puntos y 25,7 capturas. Para reducir algo su control total del juego cerca de las zonas, la NBA amplió la zona en la que se pitaba tres segundos de 3,6 a 4,8 metros. El objetivo era alejar, al menos un poco, a Chamberlain del aro. Esta medida se adoptó en 1964 y redujo algo sus promedios anotadores.

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Bill Russell, la dictadura del Señor de los Anillos

La aparición de los grandes pívots transformó el primer baloncesto, los gigantes que dominaban los partidos a su antojo y creaban dinastías. Así fue, prácticamente, hasta la llegada de Magic Johnson y Larry Bird. Además de Mikan y Chamberlain, es obvio que Bill Russell también tuvo un efecto claro en la aplicación de cambios sobre la distancia al aro de la zona de tres segundos y, sobre todo, en lo que respecta a las normas de goaltending defensivo y ofensivo. Russell fue uno de los primeros maestros en el juego por encima del aro, el primer gran ancla en defensa de la historia y un intimidador único. Con sus once anillos de campeón, fue el encargado de batir una y otra vez a Chamberlain en playoffs y dejar a este en solo dos títulos de campeón a pesar de sus estratosféricos números. Russell, con sus 2,08 y sus 224 centímetros de envergadura, cambió la forma de jugar cerca del aro y de defender, y propulsó con sus intimidaciones las transiciones rápidas de los Celtics de Red Auerbach. Superó los 1.000 rebotes en 12 temporadas consecutivas y él y Chamberlain siguen siendo los únicos que han llegado a 50 rebotes en un partido. Tanto en la Universidad de San Francisco como en los Celtics (1956-1969), Russell completó con Mikan y Chamberlain el trío de pívots de leyenda que ayudaron a transformar la forma de jugar y regular el baloncesto.

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Nada de mates: La NCAA contra Abdul-Jabbar

Antes de cambiar su nombre y convertirse en Kareem Abdul-Jabbar después y ya como jugador de Milwaukee Bucks, y como campeón de la NBA), Lew Alcindor empezó a escribir su gigantesca leyenda en la Universidad de UCLA, el inicio del camino de un pívot de leyenda, para muchos, y hasta la llegada de LeBron James, el único jugador con derecho legítimo a discutirle el trono de mejor jugador de la historia a Michael Jordan. Después de ganar 71 partidos seguidos en el circuito de institutos de Nueva York, llegó a la UCLA de John Wooden y se convirtió, con su 2,18, en una fuerza imposible de frenar. Entre 1966 y 1969 ganó tres títulos seguidos, fue tres veces Mejor Jugador de la Final Four y tres Jugador del Año. Promedió 26,4 puntos y 15,5 rebotes y su equipo firmó en esas tres temporadas un récord de 88 victorias y solo 2 derrotas en 90 partidos. Un año de 30-0 y dos de 20-1 en rumbo a tres campeonatos. Tal era la superioridad que la NCAA prohibió los mates, que no solo convertían a Alcindor en imparable sino que se llegaron a considerar una falta de respeto a unos rivales incapaces de molestarle siquiera. Esa Lew Alcindor Rule se mantuvo en partidos de instituto y universidad entre 1967 y 1976, y la respuesta de pívot fue perfeccionar otras formas de anotar. Así fue creando el movimiento más indefendible de la historia: su inolvidable Sky Hook, el gancho del cielo.

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Dampier, el primer francotirador de élite

Hoy en día es imposible entender la NBA, y el baloncesto, sin el triple, que ha generado una revolución en la forma de anotar, de jugar y de construir las plantillas. Pero no siempre fue así, claro. De hecho, en la NBA no hubo tiro de tres hasta 1979. Debutó en ese curso 1979-80 y el primero lo metió Chris Ford, de los Celtics, en un Celtics-Rockets (12 de octubre de 1979) que era también el primer partido profesional de Larry Bird. Hasta entonces, los puristas desconfiaban de lo que consideraban 'un truco de feria' y de hecho tardó en ser poco más que un recurso residual. El tiro de tres se había probado en competiciones escolares desde los años 40 y debutó a nivel profesional en la ABL, en 1961. Su gran impulso llegó con la loca e inolvidable ABA, que hizo la competencia con la NBA (1967-1976) hasta uqe ambas se unieron a base de triples, concursos de mates, balón tricolor, espectáculo en los descansos... En aquella irreverente y espectacular ABA, el tiro de tres era una distinción con respecto a la canónica NBA, y el primer gran especialista fue Louie Dampier, una estrella de Kentucky en College y luego en los Colonels, donde fue el que más triples metió en ABA (794) con temporaradas como la 1969-70 en la que anotó 2,4 por noche con casi un 40% de acierto. Un verdadero especialista que acabó su carrera, tras la unión con la NBA, en San Antonio Spurs.

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Dawkins, el alien que obligó a cambiar los aros

No fue un pívot históricamente dominante, aunque podría haberlo sido con más ética de trabajo por sus incuestionables facultades. Pero sí fue uno de los personajes más queridos y carismáticos de su época: Darryl Dawkins, Chocolate Thunder, era un 2,11 de 115 kilos que jugó en la NBA entre 1975 y 1989 y después pasó por Turín y Milán. Stevie Wonder le dio su apodo y él patentó unos mates tremendos a los que ponía nombre... y con los que rompió un tablero en 1979 y otro tres semanas después. El comisionado Larry O'Brien le dijo que se había un tercero se llevaría una suspensión y una multa de 5.000 dólares, y al final de esta temporada, la NBA cambió los aros y su unión con el tablero por un sistema más flexible que aceptaba mejor la tremenda presión que imprimía la llegada de un nuevo tipo de matadores. El siguiente que cobró fama por reventar aros fue, ya mucho después, Shaquille O'Neal. Dawkins solía decir que era un alienígena que venía del planeta Lovetron, donde practicaba junto a su pareja, Juicy Lucy, lo que llamaba interplanetary funkmanship. Al primer mate con el que reventó un aro lo llamó 'The Chocolate-Thunder-Flying, Robinzine-Crying, Teeth-Shaking, Glass-Breaking, Rump-Roasting, Bun-Toasting, Wham-Bam, Glass-Breaker-I-Am-Jam'.

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Pat Riley, el entrenador que ganaba siempre

No es un jugador y no es una norma que afectara directamente al juego, pero este es un buen lugar para recordar la razón por la que un entrenador no puede representar a su Conferencia dos años seguidos en el All Star Game, donde en teoría dirigen a cada equipo los técnicos cuyas franquicias tienen el mejor balance antes del fin de semana de las estrellas. La Riley Rule surgió por el domino de los Lakers del Showtime en la Conferencia Oeste de los años 80. Pat Riley, por el liderato constante del equipo angelino, se ganó el derecho a dirigir al Oeste ocho veces en nueve temporadas, entre 1982 y 1990. Para tener caras nuevas y algo más de variedad, se estableció que un entrenador no repetiría y aparecería en su lugar el de la franquicia que marchara en segunda posición de la Conferencia.

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Michael Jordan, la ley del jugador perfecto

A partir de la llegada de Magic Johnson y Larry Bird (1979), en la NBA se dejó de decir aquello de que para jugar bien había que tener un buen base pero que para ganar títulos había que tener un gran pívot. Esa nueva NBA de los 80 viajó a la estratosfera con la llegada en 1984 de Michael Jordan. Seis veces campeón en seis Finales con seis MVP, otros cinco MVP de Regular Season y ¡diez veces! Máximo Anotador de una temporada. En la era Jordan, que marcó una nueva forma de jugar con ataques centrados casi exclusivamente en el gran anotador exterior del equipo, llegó la Illegal Offense Call, norma que trató de frenar los constantes uno contra uno en aclarado, el hábito de dejar solo al anotador en cuestión en un lado de la pista con una aglomeración a veces grotesca de defensores y atacantes en la parte contraria. Según la nueva regla, en los ataques no se permitía situar a tres jugadores, sin intención de participar en la jugada, por detrás de la línea de tres puntos, forzando este tipo de situaciones. "Ha habido una creciente propensión a mover a tres hombres por encima de la parte superior de la zona, despejando así el camino para incursiones individuales como las de Michael Jordan. Según Rod Thorn, vicepresidente de la Liga, esas tácticas de aislamiento están alejándose de lo que trata el juego", recoge The Washington Post a fecha de 21 de septiembre de 1987, año en que se estableció la norma.

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La patada de Miller... Mucho después de Miller

Curiosamente, la Reggie Miller Rule se implementó en 2012, casi 90 meses después de la retirada, en 2005, del legendario Reggie Miller, el escolta que con Indiana Pacers (1987-2005) fue uno de los grandes rivales de Michael jordan en el Este de los años 90. Miller todavía es el tercer máximo triplista de la historia (por detrás de Ray Allen Y Stephen Curry) con 2.560 convertido. En un tiempo con menos especialistas, sus rachas eléctricas y su rapidez recibiendo y tirando (catch and shoot) convirtieron a Miller en uno de los jugadores más carismáticos de su tiempo. Uno que, además, perfecciono el arte de lanzar una patada hacia el defensor mientras se elevaba para lanzar, forzando así un contacto con el que sacaba faltas personales, a veces de tres tiros y otras de 3+1. Esa acción, el kick leg que rompía el movimiento natural del tirador y hacía la vida imposible al defensor, se extendió tanto a partir de Miller que la NBA lo empezó a castigar en 2012. Cuando esta acción claramente forzada por el tirador, los árbitros pasarían a pitar falta en ataque. Un recado a Miller… años después de su adiós a las pistas.

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Barkley y los empujones de espaldas

La “Five Seconds Back To The Basket Violation” es exclusiva de la NBA y apareció en 1999 con el seudónimo de Charles Barkley Rule. Se trata, básicamente, de que un jugador dentro de la zona entre la línea de tiros libres y la canasta no puede moverse de espaldas al aro con la bola durante más de cinco segundos. Fue una reacción a la forma en la que Barkley (uno de los mejores ala-pivots de todos los tiempos y uno de los mejores jugadores sin anillo de campeón) perfeccionó el arte de aprovechar su físico para postear. El Gordo, un jugador de enorme fuerza y muchísimo talento, ganaba la posición, daba la espalda al defensor y empezaba a moverse, empujando a su rival con el cuerpo y ganando poco a poco centímetros hacia la canasta. Cuando empezó a hacerlo en cada posesión generó ataques tediosos y repetitivos, especialmente cuando otros rivales pasaron a imitar esa forma de crear situaciones de anotación fáciles. La respuesta de la NBA fue castigarlo con la pérdida de la posesión.

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Una fuerza de la naturaleza llamada Shaquille

En sus años de esplendor, Shaquille O'Neal dominó la NBA de una manera que pocos jugadores han igualado en toda la historia. Después de llegar a la Final con Orlando Magic, se fue a los Lakers y formó una pareja devastadora con Kobe Bryant: tres anillos seguidos (2000-02) con tres MVP en las Finales para Shaq, un jugador incontenible cerca de la canasta, demoledor. Después de Darryl Dawkins, O'Neal fue el siguiente jugador que obligó a cambiar el material con el que se hacían los tableros, para evitar que saltaran por los aires hechos trizas con sus mates brutales. Más importante fue que a partir de 2001 la NBA relajó su permivisidad con las defensas en zona para que los rivales pudieran acumular más cuerpos (más ayudas, menos distancia...) entre Shaquille y el aro. La medida llegó acompañada de los tres segundos defensivos para evitar un estatismo efensivo debajo de la canasta.

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El Hack-A..., imposible de entender sin Shaq

Otro cambio de norma está obviamente ligado al recuerdo de Shaquille O'Neal y el sufrimiento de sus rivales para contenerle, si bien (como en el caso de Reggie Miller) se aplicó después de su retirada. El pívot dejó las pistas en 2011, y en 2016 la NBA implementó su nueva norma para controlar el hack-a, la práctica de hacer faltas constantes a malos tiradores desde la línea de personal con el objetivo de controlar su impacto, romper el ritmo del partido, hacer que produzcan menos... El hack-a-Shaq fue una práctica común, una idea de los rivales para frenar a un O'Neal cuyo punto débil era su pésimo porcentaje desde la línea de personal. A partir de ahí, se empezó a generalizar como estrategia contra otros jugadores, casi siempre en finales de partidos que quedaban así embarrados. La nueva norma se hizo para impedir que se hagan faltas descaradas y alejadas de la bola durante los dos últimos minutos de cada cuarto. En ese tiempo, esas acciones dan al que recibe la falta un tiro libre y la posesión de nuevo para su equipo. El hack-a quedaba así básicamente anulado en los finales igualados.

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Los Bad Boys 2.0 y el gran cambio de ritmo

La NBA de los noventa fue ganando dureza. Bajó el ritmo, aumentó la agresividad y el músculo y cada vez costaba más anotar y se dependía de los pívots o de grandes anotadores individuales que jugaban a base de aclarados. Cuando se fue Michael Jordan, la Liga fue consciente de que el producto era menos atractivo para el gran público. En las Finales de 1999, 4-1 a los Knicks para el primer anillo de los Spurs de Popovich, el rating televisivo cayó de su techo en 1998 (el último anillo de Jordan) hasta su cifra más baja desde 1981. El ritmo de posesiones fue el más bajo hasta entonces de la historia (88,9 por partido). Una tendencia que había comenzado con los Bad Boys de Detroit Pistons (finales de los 80 y principios de esa década de los 90) y que culminó con el otro equipo campeón de Detroit, la versión de cemento del anillo de 2004, los Bad Boys 2.0 que jugaban a un ritmo de 87,9 posesiones. En 2004 y en busca de un juego más abierto y espectacular, la NBA provocó un cambio clave para facilitar el estilo actual, lleno de circulación, espacios, tiro de tres y mayor peso de los jugadores exteriores: cambió las reglas defensivas, optimizó la norma de los tres segundos y prohibió el hand checking, el uso de las manos: los defensores no podían colocar ni mantener la mano sobre su oponente si este no estaba cerca del aro y de espaldas a él. El contacto no podía afecar al movimiento del atacante "ni en su velocidad ni en su rapidez ni en su equilibrio ni en su ritmo". El primer equipo que aprovechó eso fueron los Suns del Seven Seconds Or Less, con Mike D'Antoni y Steve Nash. A partir de ahí, se avanzó hacia la revolución ofensiva y del triple que hemos vivido en los últimos años.

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James Harden y la picaresca de los contactos

El último gran cambio llegó en la temporada 2020-21, y se sintió desde el principio con una (aplaudida) renovación del valor de la defensa y la mayor dificultad para anotar puntos, algo que había llegado a parecer demasiado barato en los últimos tiempos. El gran protagonista de esta variación es James Harden, aunque también se usaron ejemplos de jugadores como Trae Young, Damian Lillard o Luka Doncic. Se trataba de evitar que estos forzaran el contacto con los defensas de forma antinatural, sacando personales en acciones que eran ellos los que provocaban de forma artificial ese contacto y que, en esencia, les daban muchos tiros libres y privaban de recursos defensivos a sus rivales. Las jugadas en las que el tirador se lanza contra el defensa tras amagar un lanzamiento, aquellas en las que mete el brazo debajo de los del rival, las paradas artificiales para ser arrollado por detrás… la NBA pidió a los árbitros que dejaran de castigar esas jugadas y el efecto ha sido muy notable y muy valorado en esta temporada.

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