Victoria de prestigio en Tel Aviv

El Barça sumó ante Maccabi una de esas victorias que refuerzan mucho a un equipo. Por el donde, en una pista donde habían caído en las últimas cinco visitas, por el cuando, tras una racha de buen juego y resultados y por el como. No venció el Barça por derroche de talento, que también, sino por un juego coral, acertados en ataque y muy intensos en defensa. Minimizaron a las dos grandes estrellas de los israelíes, Brown y Baldwin, se mostraron muy contundentes por dentro y castigaron mucho desde fuera. Primero Laprovittola, sí, pero al festival del argentino se sumaron también Satoransky y Higgins. El primero jugó un partido completísimo, el segundo un último cuarto maravilloso. Y tras tres partes muy igualadas fue el norteamericano quien decantó el choque.

El ambiente en el pabellón de Maccabi fue magnífico. Repleto de público, animando y con tifo incluído, pero lejos de amedrentar al Barça le empujó a un inicio muy sólido. Los israelíes taparon las opciones por dentro, Tobey se llevó un tapón espectacular, y el Barça buscó recursos por fuera. Con un acierto espectacular, los azulgranas encadenaron cuatro triples que les brindaron la primera ventaja. Dos de Laprovittola, que rápidamente se situó como el máximo anotador azulgrana.

Si el triple fue la cara para el Barça, la defensa fue la cruz. No estuvieron mal en líneas generales y lograron llevar a Maccabi en varias ocasiones al límite de la posesión, pero no consiguieron maniatar a Baldwin. Con Lorenzo Brown poco acertado, los siete puntos de Baldwin llevaron al 20-23 con el que acabó el primer cuarto.

Perdió fluidez el Barça sin Lapro en cancha y le faltó un punto de intensidad atrás, sobre todo en las acciones de uno contra uno. Y Maccabi se puso por delante (27-26). Los buenos minutos de Abrines ayudaron a los azulgranas a aguantar el embate local, bajando ambos los porcentajes de acierto. Corrió el reloj, no el marcador, en unos minutos muy parejos. El Barça siguió viviendo de los triples pero también de la aportación de Vesely. Al descanso, con triple sobre la bocina de Maccabi, máxima igualdad (43-40). Lorenzo Brown fue el hombre del cuarto.

La cuarta falta de Sanli, con 18 minutos por jugar, puso las cosas un poco más difíciles al Barça, que sin embargo jugó un partido muy serio. Con dos actores principales, Satoransky y Laprovittola, en dos facetas muy distintas. El checo estuvo espléndido en defensa, metiendo manos, robando balones y aguantando a Brown mientras que el argentino hizo lo de siempre. No por cotidiano deja de ser extraordinario el juego de Laprovittola, que amartilló a Maccabi desde el triple. Con Tobey, Vesely y Kalinic de secundarios, la ventaja cambió de bando (52-56).

Ya en el último cuarto, con los interiores cargados de faltas, el Barça logró poner en el marcador la máxima diferencia del partido (62-73). Nada definitivo con cinco por jugar, pero sí ya muy encarrilado. Y lo hizo gracias a Higgins. De menos a más durante el partido, jugó un último cuarto para enmarcar. Anotó, robó, reboteó… se multiplicó en la cancha. Llegó hasta subir el balón y dirigir en ataque. Un despliegue del norteamericano que le valió al Barça para amarrar una trabajada victoria.