Un Madrid de menos a más: Hezonja lidera y Garuba es decisivo

Jugar en Estambul después del parón de selecciones no resultaba fácil, y quizá lo fuera menos frente a un rival que estrenaba técnico (Radovan Trifunovic, interino, debutaba en lugar de Igor Kokoskov). Pero este partido, ante este Anadolu Efes sin dos de sus cinco jugadores principales del perímetro (Larkin y PJ Dozier) y sin su pívot titular (Poirier) y su relevo (Papagiannis), era una gran oportunidad para el Real Madrid. Un duelo marcado con un círculo en rojo: ganar sí o sí. Y cumplió la misión porque aprovechó las situaciones ventajosas y combatió las adversas, como la energía local por el cambio de entrenador.

Supermario Hezonja encadena tres destacadísimas actuaciones, sin contar sus sobresalientes partidos con Croacia en la Ventana FIBA. De nuevo, muy metido, como en Granada y contra el Hapoel: casi todo lo que hizo, tocaba. Lideró con sus 22 puntos en 22:28 y… 4 asistencias, mientras que Chuma Okeke firmaba una irrupción espléndida a la vuelta de vestuarios, como la de Trey Lyles en el inicio del último acto. Facundo Campazzo gobernaba la nave en el desenlace y Usman Garuba era la pieza decisiva en los últimos seis minutos con 0 puntos. Sin anotar (ni siquiera lanzó a canasta) determinó la victoria merengue con su movilidad, defensa y vigor, y con sus siete rebotes y tres tapones.

La puesta en escena, en realidad toda la primera parte, había resultado algo decepcionante, al margen de la salida pletórica de Hezonja: los 10 primeros puntos de su equipo. Los blancos permitieron demasiadas transiciones y encajaron sendos 2+1 de Cordinier con los que el francés cargó con dos personales a Tavares en cuatro minutos. La ausencia del 2,20 condicionó la batalla por el rebote. Ahí sacó su renta el Efes (41-37) pese a su pobre 2 de 8 en triples (4 de 12 el Real). Pero previamente a las faltas rápidas de Tavares, algo no cuadraba en los emparejamientos interiores. La supuesta debilidad local ahí se convirtió en virtud. Tavares defendía a Rolands Smits y Okeke a Ercan Osmani. Así que Edy tenía que salir de la zona a vigilar al letón y el turco sacaba rédito de su altura cerca del aro con Okeke.

En la reanudación, el Madrid apretó atrás, giro de tuerca significativo, y niveló el rebote, incluso lo dominó. A la explosión anotadora de Okeke con 10 puntos consecutivos le siguió otra menos inopinada, la de Hezonja, con otros 10 tantos, lo que unido a un triple de Campazzo nos dan los 23 que encestaron en el tercer acto.

El Madrid viajaba por delante, transmitía la impresión de poder romper, de que debía hacerlo; pero como en la primera parte no lo conseguía. Le faltaba un extra, algo más, controlar a los pívots tiradores del adversario, a Smits (3 de 5 de tres) y a un fantástico Osmani (cuatro sin fallo), que castigaba igualmente con penetraciones tras finta hasta que lo sentó Garuba con un soberano gorro en las nubes. A Usman se le da bien el Efes. El canterano irrumpió en la élite continental en el playoff de cuartos de 2021, cuando su impulso casi fuerza una remontada imposible en la eliminatoria ante, a la postre, el campeón, una escuadra entonces con Ataman en el banco y Micic al mando.

Un tiempo muerto y un gran cierre

Scariolo apostó por él para sustituir de nuevo a Tavares, que no se encontró en ningún momento, y su esprint en los seis minutos finales resultó definitivo: poderío, velocidad en las ayudas y para puntear (incluso taponar) los tiros lejanos, y gran capacidad para frenar a los manejadores en los cambios defensivos. Aportación concluyente de Garuba.

Después del empate a 69 a falta de cinco minutos, una penetración de Maledon hasta la cocina y el séptimo tanto de Lyles en el cuarto daban a los blancos una ventaja que no perderían. Un equipo muy concentrado, como se demuestra en la ejecución de las órdenes de un tiempo muerto para una posesión en la que restaba un segundo. Maledon la colgó en el saque de lateral, en paralelo a la línea de fondo, para que Deck la agarrara en el aire al otro lado de aro. Era canasta, lo pararon en falta. El base francés lo celebraba con el banquillo.

Con 69-74, Osmani clavaba un triplazo con Garuba casi rozando el balón. La réplica instantánea de Campazzo con otra diana de tres rendía al Efes. Tercer triunfo lejos de casa en la Euroliga, segundo consecutivo para meterse de lleno en la pelea por el playoff. Hay codazos por la posición.

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