Todo o nada para el Barça en el Palau

Mucho ha llovido desde que hace 14 años, el hoy entrenador del Barça, levantara la última Euroliga de los azulgranas. 14 años que son una eternidad en una entidad como el Barcelona, obligada a ganar siempre y con la presión de levantar títulos cada temporada. Y, aunque parezca lejano todavía, están a tres partidos de conseguirlo. En el horizonte hay una hipotética final de rival incierto y una semifinal ante el Real Madrid, pero primero queda el último gran escollo antes de jugárselo todo en un fin de semana en Berlín: el Olympiacos. El Palau dictará hoy sentencia.

La historia, sin embargo, está del lado del Barça. De las 18 ocasiones en las que se ha llegado a un quinto partido en el playoff desde el cambio de formato, en todas ha ganado el equipo local. Pero tampoco nunca había remontado nadie un 0-2 y lo hizo el Real Madrid la pasada temporada. Las estadísticas indican, pero nunca aseguran nada. En los últimos tres cursos, con tres clasificaciones para la Final Four, el Barça llegó al quinto partido en los dos primeros. Lo resolvió a su favor ante Zenit y Bayern. Hoy quieren repetir la gesta y sellar su cuarta participación consecutiva en la final a cuatro.

Ganar hoy es una obligación para un equipo que deberá cuidar especialmente el aspecto emocional. Porque quieren correr, pero no acelerarse. Quieren cerrarse en defensa, pero no desorganizarse. En un pabellón abarrotado, en el que se crea un ambiente especial, manejar las emociones será fundamental: “Tienes que pelear como un loco cada balón, pero no perder la paciencia en ataque, jugar sin pérdidas”, dijo Satoransky en la previa.

En el aspecto puramente deportivo existirán seguro matices en los dos equipos, pero ninguno perderá ni su identidad ni su esencia. El Olympiacos no jugó el fin de semana (tampoco lo hizo el anterior) mientras que el Barça disputó un exigente partido contra Gran Canaria en el que necesitaron una prórroga para ganar. Un partido que pesará en las piernas, pero que también les dejó un excelente sabor de boca tras remontar a los canarios 20 puntos. Kalinic descansó el domingo, también Nnaji, por lo que se espera que la rotación sea la habitual en Euroliga, con Parra y Paulí descartados. Tras el descalabro del cuarto partido en Atenas, el Barça sabe que no puede permitirse ni un ápice de relajación atrás. Ya ha mostrado esta temporada que es capaz de hacerlo, pero ahora llega el momento de demostrarlo.

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