Tiembla el Palau

Aunque sea el cuarto de la temporada, el de hoy miércoles (21:00 horas, Movistar+) en el Palau no es un Clásico más. En el Barça se está cocinando un venenoso caldo de cultivo. Las siete derrotas en los últimos diez partidos, las cosas raras que se le están viendo a un entrenador rookie como Grimau (los pocos minutos de Willy son un expediente X, y la defensa en zona de Mónaco resultó esperpéntica); y las declaraciones del mánager general de la sección, el mítico Juan Carlos Navarro, apuntando a la plantilla (“ha habido actitudes dentro y fuera de la pista que no nos han gustado, que no son dignas de este club”), dibujan la realidad atormentada de un equipo con dudas, que ha ido en descenso desde que Nacho Rodríguez abandonó la estructura de la sección en 2021 incomprensiblemente relegado por Laporta después de haberle devuelto a le élite europea junto a Jasikevicius.

Después de un inicio relativamente feliz de temporada superado el primer atropello del Madrid en la Supercopa (80-90 en Murcia), al Barça se le han empezado a ver las costuras. En la ACB se ha despeñado hasta el cuarto puesto (lleva ya seis derrotas en 16 partidos) y en la Euroliga le ha salvado su buen inicio porque en las últimas semanas le han empezado a llover derrotas y el equipo ha perdido el rumbo. En la dirección, Satoransky da sensación de cansancio y Jokubaitis está huérfano de Jasikevicius. Abrines aplaudió que el nuevo entrenador no diese tantas voces, pero eso en ocasiones no es suficiente. El tridente estrella de nacionales (Hernangómez-Parra-Brizuela) fichado a bombo y platillo no termina de responder. Laprovittola le quita minutos de calidad a Brizuela y Grimau no termina de creerse a Willy y Parra en partidos de alto nivel. Jabari Parker da una de cal y otra de arena y con la profesionalidad de Vesely y Kalinic no le alcanza al Barça.

Además de la semifinal de la Supercopa, el Madrid le ha ganado al Barça en la Euroliga (65-64 después de ir 14 puntos abajo) y en la ACB (86-79). Sus prestaciones (ha cerrado el año 2023 con 74 victorias) y sus sensaciones de equipo cuajado y que juega de memoria son toda una amenaza para los culés. Chus Mateo ha cuadrado brillantemente a un equipo dominante que empieza por Campazzo y termina por Tavares, seguramente los dos jugadores más determinantes de Europa en los puestos de ‘1′ y ‘5′; que es profundísimo y tiene jugadores en esplendor (Deck, Musa, Hezonja) y veteranos de leyenda que tienen el libro del baloncesto en la cabeza y son capaces de cambiar el signo de cualquier partido. Un equipo que ha perdido sólo dos partidos de los 35 que ha jugado no parece el mejor invitado para salir de una situación de precrisis. Y si encima es el eterno rival, los miedos se multiplican. Una derrota tendría efectos devastadores para el Barça. El Palau tiembla.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.