Otro día en la oficina

El Real Madrid sumó otro triunfo, sin brillo, pero que casi le asegura la tercera plaza. Fue un trabajo mecánico, efectivo y sin muchas florituras, pero suficiente para tumbar a un Bayern que lleva tiempo sin jugarse nada (79-67). El equipo blanco ha llegado a esta recta final con los deberes hechos y la ventaja de cancha en el playoff y sólo le queda saber en qué puesto acaba. Por eso, los de Chus Mateo comenzaron su partido con un ojo puesto en Belgrado. Allí, el Olympiacos perdía contra el Estrella Roja (87-79) y dejaba la primera posición aún sin dueño, aunque la pelota sigue en el tejado del equipo griego, que si gana en la última jornada al Baskonia acabará como líder del curso. De todas formas, la Euroliga sigue tan apretada que nadie se atrevería a hacer su quiniela sobre las posibles eliminatorias. Quedar primero o cuarto no garantiza nada.

El Bayern, muy inferior en centímetros, tuvo claro desde el principio que la única opción que tenía para tumbar al Madrid era afinar puntería desde fuera. Y lo hizo. Más o menos. El equipo bávaro llegó con vida al descanso (40-36), con la cuarta diana de la tarde de Andreas Obst (12 puntos y 4/5 desde 6,75). Había lanzado (y metido) más de tres que de dos y dominaba también el rebote, en parte por la omnipresencia de Zylan Cheatham, que aunque no llega a los dos metros (mide 1,96), se marchó al descanso con diez puntos gracias a las segundas oportunidades que se generó él solito con sus rebotes ofensivos (3).

Antes, el partido había arrancado con una marcha menos. Los primeros puntos del Madrid tardaron casi tres minutos en llegar y la primera canasta de dos, más de seis. Randolph volvió a pisar una pista de Euroliga más de diez meses después y puso el 22-13 con un triple. Aunque era la primera posesión del segundo asalto, a Trinchieri no le gustó y paró el partido. Toque de atención y reacción alemana, que logró ponerse a uno con un triple de Weiler-Babb (28-27).

Pero el encuentro se acabó cuando el Madrid decidió copiarle el estilo al Bayern. Con un triple de Yabusele superó por primera vez la decena (49-38, min. 25). Los de Chus Mateo llevaban en ese momento los mismos tiros de dos y de tres (17), pero con más acierto desde la línea de 6,75 (9 por 8). Y así mantuvo la ventaja gracias, en parte, a un Hezonja que sigue de dulce: 20 puntos y 5/10 en triples. Ocho jugadores blancos encestaron al menos un triple. El Madrid siguió con su dinámica y acabó con más triples (14/29) que canastas de dos puntos (13/27). Algo más de puntería exterior para un equipo que cerrará la temporada en Tel Aviv, ante un equipo con el que podría cruzarse en cuartos. Quién sabe.