Mucho Mirotic, poco Zalgiris

Ya sea la derrota en Copa, ya sea que se acerca el tramo decisivo de la temporada, el Barça mostró ante Zalgiris su versión más sólida (93-74). Los azulgranas fueron un equipo versátil, eficaz y entonado en ataque, trabajado en defensa e intratable en la cancha. Y cuando los sistemas funcionan y el equipo carbura las individualidades florecen. La primera la de Niko Mirotic, que completó un partido redondo. Pero también Satoransky y en general los exteriores, muy acertados de tres. Zalgiris aguantó dos cuartos, ya por detrás, antes de perder cualquier opción en el tercero. El Barça no les dejó ningún margen. Fantástica actuación del Barça, que suma ya cinco victorias consecutivas en Euroliga.

Los primeros aplausos de la tarde se los llevó Roland Smits, homenajeado en la previa por sus años de azulgrana, hasta que Mirotic clavó un triple para inaugurar el marcador. Una buena acción del Barça, que repitió sin suerte, antes de sufrir las virtudes de Zalgiris. Un mini-parcial de 6-0 que evidenció todas las cosas buenas de los lituanos: el rebote ofensivo, la intensidad y los puntos de Ulanovas y Brazdeikis. El Barça insistió en cargar el ataque en Vesely, pero el equipo falló varios tiros fáciles (incluidos dos libres). No tantos Mirotic, que recuperó la delantera en el marcador (19-17). Entre él y el pívot checo anotaron todos los puntos azulgranas en el primer cuarto.

En un Palau trufado de aficionados lituanos, el Barça abrió hueco gracias a los triples. Primero Mirotic, luego Abrines y Tobey, para ganar la primera ventaja notable del partido ya empezado el segundo cuarto (28-20). Los buenos minutos de Polonara mantuvieron a Zalgiris en una desventaja manejable, pero los rebotes que cayeron del lado local limitaron sus opciones. Los sistemas de Jasikevicius fueron eficaces para romper la defensa de Zalgiris mientras que a los lituanos les costó más superar a los azulgranas. Y cualquier posibilidad de contraataque la cortó el Barça con falta.

Echaron de menos los azulgranas los puntos de Laprovittola y la dirección de Satoransky y padecieron a Higgins. El norteamericano estaba en una línea claramente ascendente, pero los minutos disputados en la primera parte ante Zalgiris fueron muy flojos. Sin ideas y sin acierto. Regresaron a la pista los titulares, con Vesely y Mirotic a la cabeza, y el Barça volvió a estirar el marcador. Al descanso, la ventaja era de diez puntos (46-36).

Pocas cosas tenía que mejorar el Barça para romper el partido. La primera, sin duda, evitar los puntos de Zalgiris desde el tiro libre. La segunda, seguir con la tónica de la primera mitad. Sumó Laprovittola de tres ante la imposibilidad de los lituanos de cubrir el perímetro. El Barça movió bien el balón, realizando sus habituales sistemas y encontrando a hombres liberados. Y sino a Mirotic por dentro. Zalgiris naufragó en defensa y el Barça no levantó el pie del acelerador. A 13 del final el partido estaba ya prácticamente decidido (74-48).

Permitieron los azulgranas algunas canastas fáciles de Zalgiris fruto sobre todo de la gran ventaja que ya manejaban en un último cuarto de trámite. Entraron Nnaji y Kuric, pero también Mirotic. Ayer era su tarde y el hispanomontenegrino quería redondearla. Se acercó Zalgiris, pero nunca desafió al Barça.