SASKI BASKONIA

Laso: “Antes la gente me silbaba, ahora me saluda por la calle”

El técnico confiesa sentirse “muy contento” en su vuelta a Vitoria y no descarta que lleguen más fichajes. “¿Tenemos esa ventaja? Pues a aprovecharla”.

L. RicoEFE

Pablo Laso atendió a los medios locales en la tarde del lunes. El técnico, el curso pasado en el Bayern Múnich, ha regresado a casa y la gente está encantada en la capital alavesa con su vuelta. AS compartió con él unos minutos.

Lleva ya más de una semana entrenando al equipo. ¿Cómo se encuentra?

Estoy muy contento, tenemos un equipo muy joven, con ganas de mejorar. Tienen deseo de demostrar lo que pueden hacer. Pienso que tenemos una buena plantilla y que no es corta. Hay chavales de la cantera que también están empujando. Tenemos un base de la NBA, con mucha predisposición para integrarse. Luego hay gente con experiencia con la mentalidad de ayudar. Me refiero a Moneke, Sedekerskis y otros jugadores. Mi primera impresión es muy positiva.

¿Qué es lo que más destaca de este grupo?

Mire, yo creo que lo que tenemos ahora es fondo de armario. Otros años había una lesión y parecía una tragedia. Pero en esta temporada tenemos muchos jugadores que pueden jugar en varias posiciones. Y eso nos da versatilidad. Además hay muchos que son jóvenes y que llegan con hambre.

¿Habrá refuerzos?

Lo bueno que tiene el baloncesto es que el mercado no se cierra. En el fútbol, por ejemplo, te quitan las posibilidades de fichar el día 31 de agosto. ¿Tenemos esa ventaja? Pues a aprovecharla.

Metiendo su sello desde el principio, ¿no?

El equipo necesita unas bases que luego serán complicadas de modificar. Si defendemos de una manera determinada, luego una vez sentados los conceptos, lo normal es que no varíen. Por eso la pretemporada es un tiempo muy importante. No soy una persona de marcarme objetivos pero sí de crecer día a día. Ahora no me planteo conseguir la Liga o la Euroliga sino que el entrenamiento de mañana sea bueno y que crezcamos continuamente. Hay que marcarse miras que sean realistas. Ni me pongo ni me quito responsabilidad por ello.

¿Qué le puede prometer a esta afición?

Quiero que los seguidores reconozcan a su equipo, hay que pelear hasta el último momento. Queremos dar el máximo y ser cada día un poco mejores. Si luego, después, acabamos ganando los partidos, pues mucho mejor. El primero que se alegrará seré yo.

¿Cómo definiría al Baskonia 2024-25?

Físicamente tenemos un equipo bueno. La recuperación de Diop, la energía de Moneke o el músculo y el talento de Donta Hall. Los pequeños manejan muy bien el balón. Luego, los jóvenes tienen que reivindicarse y demostrar que pueden ser jugadores de este Baskonia. Eso habla bien del trabajo que han hecho en las categorías inferiores.

Y la Liga ACB, ¿qué sensaciones le deja tras dos años sin participar en ella?

La veo muy competitiva, exigente en lo físico y en lo táctico. Tener mejor plantilla no tiene por qué ser sinónimo de ganar. Yo he perdido partidos que nadie esperaba y al revés. Eso habla muy bien de esta competición. Las aficiones son muy exigentes y demandan mucho también. Por eso hablamos de la mejor liga de Europa.

¿Nota muchas diferencias con Alemania?

Allí hay otras reglas, con muchos americanos. Es diferente, pero aquí hay mucho nivel físico, técnico y táctico. En cuanto a la Euroliga, el Baskonia fue capaz de ganar el año pasado en Madrid y en Bolonia. Si te lo dicen al principio de la temporada y no te lo crees. Tenemos jugadores que ha querido media Europa y eso es una muy buena señal. Igual el mejor fichaje es que Markus Howard siga en este equipo. Se le puede parar con los cinco defendiéndole a él pero entonces anotarán los demás. Lo importante son siempre los equipos. Uno no es casi nada por sí solo si al lado no tiene a un compañero que defiende, que bloquea o que mete el culo.

¿Cómo fueron los primeros contactos y su decisión de regresar al Baskonia?

Yo estaba en Alemania y no quería precipitarme. Vivía allí con mi mujer y con mi hijo pequeño, los dos mayores se habían quedado en España. Había algo que no me cuadraba del todo en mi interior. Había señales que me decían que tenía que cambiar de aires.

Pero, ¿hubo contactos antes de ganar la liga?

No, mi agente sabe de sobra que en esos momentos no me puede comentar nada. Yo estoy a lo que estoy, centrado en ganar. Sí sé que el Baskonia habló con él tiempo atrás pero a mí no me lo contó. Luego, manejando muy bien los tiempos y de manera muy profesional, con la temporada terminada, me llamó Josean Querejeta, tomamos un café y las cosas fueron cuajando.

O sea, que se respetaron los tiempos.

En el playoff no podía imaginarme que llegaría a Vitoria, pero pienso que el Baskonia lo hizo muy bien; el club tenía muy claro el camino y al final los profesionales hicieron un gran trabajo para que las cosas terminaran como han acabado.

El lema de este club es el carácter. Supongo que le consta.

A mí me gusta la palabra `carácter´ y creo que puede definir nuestra filosofía. Es un término que engloba lo que puede ser el Baskonia. Todo el mundo pone su grano de arena para que se puedan conseguir los objetivos. Hay clubes que lo tienen en su ADN y otros que no.

¿Cuál es el estilo Pablo Laso y el trato con los jugadores?

Me considero una persona muy abierta, a veces demasiado. Creo que es importante la comunicación con los jugadores. El baloncesto es algo que está en movimiento continuo. No puedo jugar igual con Markus Howard que con Rudy Fernández. Tienes que adaptarte a los jugadores que tienes y, gracias a la comunicación, conseguir lo mejor en todo momento.

¿Nota que la gente se ha dado cuenta de su regreso a la capital alavesa?

Veo a los niños de Vitoria y me dicen que sus padres jugaron contra mí cuando yo estaba en San Viator, en mi colegio. Lo que detecto es una buena conexión con la ciudad. Y es que es normal, yo soy de aquí.

Pero, ¿se da cuenta de eso cuando pasea por Vitoria?

La gente me saluda por la calle. “Tenemos que ganar, Pablo, tenemos que ganar...”, me suelen decir. Cuando venía con otros equipos antes, el público me silbaba pero eso es normal porque lo que quiere la afición es que gane su equipo. Muchos me llaman Pablito aunque creo que yo ya no soy Pablito. La mayoría ha seguido mi trayectoria y ahora está muy contenta de verme aquí de nuevo. Me he hecho mayor y cuando era jugador del Baskonia tenía bastante más pelo. Han cambiado muchas cosas. Entonces había dos americanos y el resto, prácticamente, éramos de casa.

Este Baskonia, como estructura, no se parece mucho al que dejó en su día.

El club ha crecido mucho, hemos visto a los mejores de Europa en su plantilla. Además, hay vinculación con el Alavés, ya que Querejeta se ha hecho con las riendas del fútbol. El otro día fueron mis hijos al campo y volvieron encantados por el ambiente que había. Ahora es un transatlántico.

La ciudad no es ninguna novedad para usted, lógicamente.

Mi mujer es de aquí y nuestras dos familias están, en su mayoría, en Vitoria. Mis amigos me comentan que están muy ilusionados y el sentirte rodeado de tu gente conocida te crea una sensación muy buena. Yo siempre me guío por la ilusión y ahora la tengo de verdad. Cuando empecé a jugar, Querejeta estaba ya en el equipo. Somos amigos de toda la vida y nos conocemos desde hace muchos años.

¿Cómo se imagina el primer partido en el Buesa con Pablo Laso en el banquillo?

Con mucha motivación. Sé que mi hijo mayor, que trabaja en Madrid, va a venir. Y seguro que no sabe ni contra quién jugamos. Pero, una vez que se eche el balón al aire, que todos se olviden de mí. Yo, a lo mío. A ganar ese día.

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