El Valencia se congela en Múnich

El Valencia Basket desaprovechó una gran oportunidad de ganar en Munich y ponerse en zona de playoff. El Bayern llegaba con muchas dudas y el Valencia le dio la aspirina que necesitaba. La deficiente defensa taronja encajó 97 puntos y dejó en nada la descomunal actuación de Dubljevic (28 puntos y 4 rebotes) en 21 minutos de juego.

Bonga, en la primera parte, y sobre todo Walden (18 puntos y 5 asistencias) ejecutaron a un equipo taronja que estuvo con vida hasta la penúltima jugada, un dato que deja a las claras que con un punto más de agresividad defensiva, y algo más de fortaleza en el rebote, podría haberse llevado la victoria.

Muchos jugadores estuvieron muy lejos de su nivel. Claver, Webb y López-Arostegui apenas aportaron nada bueno. Mención aparte merece Prepelic, un jugador desbordado y sin acierto desde que comenzó la temporada. Mumbrú, en algunas decisiones, tampoco acertó.

Una vez más la falta de Jones, por lesión, fue insuperable. Harper no estuvo del todo mal pero hay un Valencia con Jones y otro sin él. Y el de Múnich, sin él, no fue más que un Valencia irregular, desnortado en muchas fases del partido y a expensas de que Dubljevic solucione la papeleta en jugadas aisladas. Aun así, con un punto más de defensa y rebote habría ganado en el Audi Dome.

El partido comenzó frío. Como la temperatura del exterior del Audi Dome en Munich. Con casi cinco minutos jugados el marcador reflejaba un exiguo 5-3. Sin embargo, un triple de Puerto quitó el tapón de los aros. Y los equipos comenzaron a encestar en los dos aros. En apenas 20 segundos llegaron dos triples más (Bonga y Prepelic). Otra vez Bonga, Harper, Zipser... todos desde más allá del 6,75. En ese momento, Mumbrú dio entrada a Dubljevic. Y el montenegrino lo aglutinó todo. 11 puntos seguidos del pívot unido a tres o cuatro buenas defensas dieron un tirón para los taronjas (20-26, min. 9). Mumbrú quitó a Ferrando por Radebaugh para los últimos 30 segundos y le salió todo mal. Un libre de Hunter lo dejó 23-26 al final del primer acto.

Esos últimos 30 segundos lastraron al Valencia en el segundo acto y dieron alas a un Bayern que hasta entonces parecía con muchas dudas. De entrada, los muniqueses endosaron un parcial de 12-3 que minaron la confianza taronja en ataque y en defensa. Y menos mal que el Bayern apenas metía los tiros liberados de fuera (7 de 22 en triples en la primera mitad). Además, al Valencia le costaba cerrar su rebote (llamativa fue una jugada que el Bayern capturó hasta cuatro rebotes ofensivos), lo que oscurecía el panorama. Dos libres de Bonga pusieron la máxima renta local (41-33, min. 17). Sin embargo, de ahí al final Rivero, Alexander y Radebaugh redujeron la ventaja hasta el 43-39, al descanso.

Tras un triple de arranque de Weiler-Babb, el Valencia cogió de las solapas el partido y con un parcial de 0-8, con dos triples de Harper y Webb, le dio la vuelta al electrónico. A partir de ahí, el marcador fue bailando, aunque parecía que los taronjas tenían el duelo controlado. Con 54-57, otra vez un par de jugadas con varios rebotes ofensivos del Bayern sacó de quicio al grupo de Mumbrú. Hunter y, sobre todo Giffey, con dos triples seguidos, volvieron a abrir brecha. Un palmeo de Gillespie, muy dañino en el rebote ofensivo (6), y Harris, pusieron un 66-59 amenazante. Pero este Valencia, pese a no brillar demasiado, volvió a meterse en el partido (69-65) con un cuarto por jugar.

Una canasta inicial de Rivero daba esperanzas al Valencia. Pero un triple de Jaramaz y dos más de Walden, idénticos, con una zona 2-3 ordenada por Mumbrú, clavaban la primera estaca en el corazón del Valencia (78-67, min. 33). Un Dubljevic descomunal nunca dejó de luchar. Pero estaba muy solo. Walden seguía anotando, manteniendo la ventaja bávara, aguantando el arreón final del Valencia, que lo peleó hasta el final pero penó por su bajo nivel defensivo.