El Valencia hace un ridículo histórico

Decía Mumbrú que no era un fracaso no clasificarse para el play-in de la Euroliga. Lo que se ha visto en La Fonteta sí. Fracaso y ridículo histórico (69-98 ante el Asvel Villeurbanne). Un partido que puede marcar el futuro de mucha gente en el Valencia Basket, empezando por el entrenador y acabando por jugadores que hasta ahora parecían intocables.

El tercer cuarto fue inenarrable. 7-27 de parcial aunque hasta a falta de un minuto apenas llevaban dos puntos anotados. Los taronjas llegaron a perder por 39 puntos (40-79, min. 29) ante el penúltimo de la Euroliga, un equipo que sólo había ganado siete partidos en toda la temporada. Fue el cénit de un escarnio público. El adiós a la Euroliga es virtual aunque no matemático. Si mañana gana el Efes lo será. Aunque lo peor no es eso, que llegará si no hoy el jueves próximo, sino la imagen lamentable que dio el equipo ante una afición que le despidió con una sonora pitada, la mayor de los últimos tiempos.

De nada sirvió la primera pitada del público al descanso. Lejos de espolear a los suyos a la vuelta, les bloqueó aún más. Al Asvel le salía todo, con un De Colo que jugó como si alguien le debiera algo por Valencia. La gente no creía lo que veía. Era un día para soñar, o al menos para llegar a Belgrado con un sueño. La pesadilla fue real. Y aunque sólo es un partido, puede ser la gota que colma el vaso. No hubo reacción, ni orgullo, ni acierto. Una lágrima.

El Valencia Basket salió agarrotado el día de su primera final en Euroliga aunque Brandon Davies empezó sumando. Sin embargo, un ex y un eterno anhelo, Nando de Colo decidió dar su enésimo clínic en La Fonteta. A pesar de tener una esposa valenciana y un apartamento de veraneo en Valencia, no le dio ninguna pena martillear al Valencia de todas las maneras posibles. Los tiros libres le lanzaron en la estadística. Él puso todo lo demás. Otro ex con menos pedigrí, Lauvergne, fue otro incordio. Una canasta suya puso la máxima en todo el primer cuarto (17-27, min. 9). Harper lo mitigó con una canasta. Hasta entonces, La Fonteta creía que esto se remontaba.

Un 2+1 de Jovic en una jugada en la que N’Diayé se fue en camilla fue el principio de un parcial (10-2) que le llevó al Valencia a empatar el partido (29-29), con una canasta de Anderson. Pero fue un espejismo. Porque De Colo, que estaba descansando, volvió a comparecer. El francés volvió a anotar y repartir juego ante el peor Valencia de la temporada en defensa y en el rebote. Claver cortó la hemorragia con un triple pero De Colo se la devolvió con otro. Pero siete puntos seguidos de Lauvergne, al final del segundo acto abrieron una gran brecha y desataron una gran pitada del público a sus jugadores cuando se fueron al descanso (38-52).

Pero lo peor estaba por llegar. Ojeleye falló los primeros tiros, esos que se suponía que tenían que dar paso a una remontada. Y ahí el Valencia se metió en agujero negro. Una espiral insólita y desconocida que le llevó a un parcial de 2-24. Fall era un gigante entre enanitos; De Colo, una estrella de la NBA ante un equipo alevín de primer año. La gente no se lo creía. Y quedaba mucho. Se escucharon gritos de ‘Fuera, fuera’, seguramente dirigidos al banquillo. Un triple de Jackson puso el culmen de la zozobra (40-79, min. 29). A partir de ahí, el Valencia trató de maquillar el resultado mientras el Asvel levantó el pie. El ridículo ya estaba hecho.

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