El Madrid regresa a Belgrado en el partido 500 de Tavares

Para el Madrid, cuando aún restan cuatro jornadas, esta salida a Belgrado carece de trascendencia en la clasificación porque llega con los deberes hechos (y con las bajas de Sergio Rodríguez, Llull y Rudy y la duda de Musa). Desde el martes en Berlín sabe que afrontará el playoff con la ventaja de cancha. Lo único que le garantizaría otro triunfo es ser primero ya de manera matemática, pero incluso sin volver a ganar podría terminar líder, dado que aventaja al segundo, el Barça, en cuatro victorias tras la derrota de los azulgranas y del AS Mónaco.

Más allá de la tabla, el regreso a Belgrado, al Stark Arena con el Partizán de local, tiene su miga. Allí fraguó el Madrid la Undécima con una remontada nunca vista en una eliminatoria a cinco asaltos, con dos victorias ante 20.000 aficionados serbios tras el 0-2 inicial y la pelea del WiZink con 21 jugadores descalificados, la mayoría por invadir el campo, y otros sancionados por golpear al rival: un partido a Deck y Lessort, dos a Punter y cinco a Yabusele por su agresión a Exum. El ala-pívot francés no volvió a participar en esa Euroliga, así que no estuvo en Belgrado. Sí jugará hoy, más de diez meses después. La presión ambiental fue grande en mayo pasado, pero sin ningún incidente, bien controlada la situación por el club y las autoridades serbias.

El más alto, el más fuerte y... el más rápido

Un duelo especial por los antecedentes y porque el Partizán se la juega (en 2023 acabó sexto empatado con el quinto y ahora va décimo, en el último puesto del play in, y sin Zach LeDay, en EE UU por la muerte de su padre). Y especial porque Edy Tavares cumple esta noche 500 partidos con la camiseta blanca un día antes de celebrar su 32 cumpleaños. Responde bien al lema olímpico citius, altius, fortius. Lo de más alto y más fuerte no lo dudarán, aunque ¿lo de más rápido…? Tampoco. El pívot es el jugador que menos tiempo ha necesitado en la historia del Real Madrid para alcanzar esta cifra tan redonda, solo seis años y tres meses, desde su fichaje el 10 de noviembre de 2017. Le han ayudado tanto el saturado calendario actual como su espectacular físico, impropio de un pívot de su tamaño (2,20 m y más de 125 kilos) y labrado a base de un trabajo continuo en la cancha y en el gimnasio, en el de Valdebebas y en el de su propia casa.

En este tiempo ha ganado 13 títulos, incluidas dos Copas de Europa, tres premios de MVP, otros tres trofeos al mejor defensor del continente y ha sido elegido tres veces en el mejor quinteto de la Euroliga y de la ACB. No hay otro en Europa con sus características. En seis temporadas y media Tavares ha disputado 240 partidos de Liga, 227 de Euroliga, 20 de Copa y 12 de Supercopa y apenas se ha perdido 28 por lesión o enfermedad. Causeur, otro histórico y ya el tercer extranjero con más actuaciones por detrás de Carroll (709) y del propio Edy, lleva 466 tras debutar un par de meses antes. El de Cabo Verde está en el Top-12 de los jugadores con más encuentros de siempre, en una lista en la que solo cuatro superan los 600: Llull (1.059), Reyes (1.046), Rudy (732) y el citado Carroll. Rullán, Corbalán, Biriukov y Brabender se quedaron cerca. Y de los que siguen en activo, Sergio Rodríguez acumula 560.

Tavares va a tardar solo 13 meses y medio en pasar de los 400 a los 500, por lo que incluso el próximo curso podría alcanzar los 600. Para eso, para hacer más historia como madridista, tendrá que llegar con el club a un acuerdo de renovación de su contrato de cinco temporadas que acaba en junio. Hay conversaciones, al menos, desde hace más de un año. “Seguimos buscando las mejores opciones para las dos partes”, dijo hace un par de semanas. La puerta continúa abierta.

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