El Madrid se vuelve a gustar

El Madrid dio este jueves un paso de gigante, largo y profundo, en la construcción de este nuevo proyecto. Lo hizo divirtiéndose frente al Estrella Roja, que llegó como líder de la Euroliga y se fue del WiZink Center con un buen revolcón, un 95-72 bastante doloroso. Los serbios se vieron superados desde el inicio. No se sintieron nunca cómodos. La superioridad blanca fue aplastante. Este +23, además, sirve de aviso a navegantes, el Madrid ha vuelto y lo ha hecho a lo grande, con 26 asistencias (récord del curso) y un Campazzo enorme.

El base hizo 13 impecables puntos, repartió 6 pases de canasta y recibió 8 faltas (8 de 8 desde la personal) para 30 de valoración. Tampoco falló Tavares con un 6 de 6 de dos para 12 puntos. Bien de salida Hezonja y esplendoroso Ndiaye: sus 12 tantos y 16 de valoración son su tope en la máxima competición continental. Abalde volvió a dar el do de pecho y Rathan-Mayes tuvo chispazos de calidad. Mucho y bueno.

La salida del Madrid fue la de un equipo nuevo. Diferente al visto en esos temblorosos ocho primeros partidos oficiales. Vertical, rápido. Con la mente limpia. Sin ningún mal pensamiento en la cabeza. Una continuación del choque ante el Girona. Fue un huracán en el primer cuarto (22-10) con Tavares impoluto (8 puntos, 4 de 4 en tiros de campo) y Campazzo hiperactivo. Hezonja no lanzaba, pero pasaba y mucho: 5 de las 9 asistencias blancas del periodo inicial las firmó él. Los 13 primeros tantos madridistas llegaron precedidos por un pase. La circulación de balón, veloz, precisa y, cuando entraba Campazzo en la ecuación, mágica, volvía loco a un Estrella Roja seco, con solo un 3 de 16 en tiros de campo.

Ante la avalancha que sufría, Sfairopoulos cambió el paso. Debía controlar el balón y juntó sobre el parqué a Teodosic y Yago dos Santos. Debía rebajar la anotación rival y colocó una zona. Durante dos minutos, el plan funcionó, con un parcial de 0-8 para el ­23-18. El cambio de guardia, las rotaciones locales, también influyeron... hasta que Mateo reorganizó ideas en un tiempo muerto. Musa embocó un triple y Llull otro desde casi ocho metros. Deck cerró este ciclo perimetral para el +16 (36-20). Surgía la agigantada figura de Ndiaye, que taponaba en defensa y machacaba en ataque en plena conexión con Campazzo, que contaba caños por asistencias. Al descanso, 46-29 con 15 pases a canasta de un Madrid en crecida.

La sonrisa no se esfumó en el Real a la vuelta de vestuarios. Se hizo un poco más amplia, incluso. Ndiaye situó el +20 (51-31) desde el triple con dedicatoria al banquillo rival, que trató de despistarle en el tiro. Y Campazzo, el +24 (67-43). El argentino anotó 7 de sus 13 tantos en este tercer cuarto que sentenció un duelo en el que Hugo González anotó sus dos primeros puntos en la Euroliga y Sidi Gueye se estrenó. Todo buenas noticias. El Madrid, tres seguidas, carbura.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.