El Madrid reacciona al susto inicial con un buen Rathan-Mayes

Debía ganar y ganó, y lo hizo sin sufrir: 98-84. Ahí el Madrid cumplió, en el juego dejó más dudas. Muy mala primera parte, en la que llegó a viajar 11 abajo, y buen arranque de la segunda, donde resolvió en un suspiro con Campazzo al mando (10 asistencias), una mejor defensa y buenos momentos de Rathan-Mayes (16 puntos con 4 de 6 en triples y 2 pases de canasta, también 4 pérdidas), que sigue reclamando protagonismo con su acierto. Por dentro, Ibaka finalizó muy bien (15 tantos y 5 rebotes) y Tavares sacó faltas (4) y asistió (4). De los reincorporados, buen final de Musa (10 de sus 13 puntos entonces) y muchos problemas para Andrés Feliz.

Lo mejor de la primera parte del Madrid fue la irrupción de Abalde, sus tres triples en menos de cinco minutos que reactivaron a su equipo hasta ponerlo por delante: 45-43 cuando poco antes se veía 11 abajo (26-37). La flojísima defensa merengue espoleaba al Alba, un equipo que pelea contra las bajas y hasta este jueves lo hacía con su paupérrimo acierto en el triple. Llevaba 6,8 de media encestados por jornada con un 28% de acierto. Pues bien, al descanso (55-55) acumulaba 9 con un 56%. Procida (14 tantos y 3 de 4 al intermedio) protagonizaba un bonito duelo con Abalde en ese segundo acto. Ziga Samar, excanterano madridista, se sumaba a la fiesta y antes había exhibido muñeca Mattisseck.

Feliz y Musa pisaban la cancha sin éxito, a la caza del ritmo perdido, aunque el bosnio irrumpiría en la segunda parte. Lucía más Rathan-Mayes con dos triples y dos asistencias e Ibaka en la continuación y finalización cerca del aro. Después de cuatro derrotas en las últimas cinco jornadas, una acción, casi de salida, resume la primera parte local: Hugo González corrió para taponar a Wetzell y lo consiguió en la alturas pese a la desventaja de talla, cayó al suelo y, como ninguno de sus compañeros hizo el balance defensivo, el balón fue sin oposición para Delow, que lanzó, falló y pudo rebotear de nuevo para anotar sin nadie que se lo discutiera.

Campazzo, más defensa, Rathan-Mayes...

Lo del Madrid era tan preocupante como solucionable a efectos del resultado, porque, en un duelo que se proyectaba entonces a más de 100 puntos, parecía que bastaba con dar un pasito al frente en defensa para darse impulso. Así ocurrió en los primeros cinco minutos de la reanudación, donde una mayor determinación y concentración atrás facilitó varias galopadas. Ahí andaban Campazzo y Tavares y… Rathan Mayes con otros dos triples: 74-59.

La reacción del Lleida el domingo en el Palacio nos desmentiría, pero el pulso parecía resuelto. A la 19ª tampoco iba a ser la de vencida para los de Berlín, que siguen sin ganar al Real en lo que va de siglo. La brecha no se cosió, siempre por encima de los diez puntos. Antes del bocinazo, Schneider le dio un codazo en el cuello a Musa. En la revisión en vídeo, los árbitros señalaron falta normal, no antideportiva. Inaceptable después de haberlo visto detenidamente, acciones así hacen replantearse la utilidad del Instant Replay, porque lastra completamente el ritmo de los partidos.

El Madrid se va al parón de las Ventanas de selecciones con victoria y el perímetro al completo, con la única baja de un interior, Garuba. Algo de paz antes de visitar al Barça el próximo jueves.

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