El Madrid, objetivo cumplido

El Madrid afrontará las tres jornadas que restan de la fase regular con los deberes terminados y hasta corregidos. La nota es a la fuerza buena, la de un estudiante aplicado, aunque a veces se le reclame más brillo. No esta vez. El triunfo ante el Fenerbahçe (90-75), al que ha ganado allí y aquí por un global de 29 puntos, le da matemáticamente la ventaja de cancha en el playoff de cuartos, el gran objetivo europeo de octubre a abril. Ahora queda solo pendiente del rival que le tocará en el cruce. El traspié del AS Mónaco en Kaunas, además, hace muy difícil que los blancos no acaben entre los tres primeros, donde ser líder no te garantiza necesariamente un mejor cruce que ser tercero. Las posibilidades todavía son muy amplias, así que habrá que esperar, porque su adversario podría ser desde el Partizán al Maccabi pasando por el Fenerbahçe, el Baskonia, el Zalgiris… y hasta el Efes. En la pelea entre los tres primeros, eso sí, tiene perdido el desempate tanto con el Olympiacos como con el Barça.

El equipo turco, que incluso lució en su día el liderato, aún mantiene opciones de terminar entre los cuatro primeros, pero pinta a que el playoff lo jugara sin factor pista. A Madrid llegaba sin Wilbekin ni Pierre, algo tocado en lo colectivo también, y se marcha con cuatro derrotas en las últimas seis jornadas. No pudo con un rival tremendamente coral, implicado atrás y concienciado en compartir el balón, con hasta 27 asistencias, 15 más que el Fener (solo 11 pérdidas), y siete jugadores en 9 o más puntos y un 57% en triples (122 a 65 en la valoración). Musa se fue hasta los 16 tantos (9 de 9 desde la personal, ocho faltas recibidas) en 16 minutos, Poirier terminó con 11, como Hanga (y siete pases de canastas del húngaro). Rudy volvió a aportar presencia de calidad, con tres triples importantes y cuatro asistencias. Y ojo a Deck, que solo anotó tres canastas, aunque cogió ocho rebotes, dio cinco pases, recuperó dos balones y acabó en 23 de valoración.

El duelo arrancó con ritmo (Hanga, de nuevo, base titular). El Real compartía muy bien el balón (ocho asistencias en el primer cuarto y seis más en el segundo) y ejecutaba de maravilla los tiros abiertos, también en transición (8 de 11 triples al descanso, tres sin fallo de Cornelie). Se movía bien de espaldas, buena conexión entre el poste bajo y el alto, más algún acierto de Yabusele a aro pasado. Poirier aprovechaba los minutos extra por las dos personales rápidas de Tavares. Enfrente, los exazulgranas Calathes y Hayes sumaban al intermedio casi la mitad de los puntos de su escuadra (20 de 44), pero los de Itoudis no defendían bien. Y ahí el Madrid dio otro giro de tuerca en la segunda parte hasta asfixiar al rival: apenas 31 puntos encajados sin que Motley (con problemas de faltas) ni Guduric asomaran realmente, tampoco Dorsey ni Edwards, ni Calathes, que se paró, por lo que gran parte del trabajo estaba hecho.

La salida del tercer cuarto, con un 7-0 de parcial (triplazo de Hanga, canasta de Musa de palomero y mate de Yabusele), puso en órbita a los blancos. Chus Mateo rotó bastante y muy bien entre sus 10 principales (Tavares, solo 13:20 en cancha) y dejó sin actuar a Causeur y Abalde. El Madrid ha cumplido con tres jornadas de antelación e iguala con el líder, el Olympiacos (22-9), con un 71% de victorias.