El Madrid asalta el Palau con la ley del Facu y Tavares

Cinco salidas, cinco derrotas, esa era la cuenta del Madrid en la Euroliga antes de visitar el Palau. Era un Clásico de urgencias y acabó pintado de blanco… después de dos prórrogas (90-97). Pura pasión e intensidad y un mal arbitraje por permitir contactos excesivos. Resolvió la ley del Facu (18 puntos y 10 asistencias para 32 de valoración), que solo descansó ocho segundos en la segunda parte y ninguno en las prórrogas (44:50 en pista), y la de un Tavares demoledor, cerca del nivel apabullante de la Final Four de Kaunas (24 tantos y 18 rebotes para 39 créditos en 36:27). Hezonja los secundó, canasta clave en el último tiempo extra y 15 puntos en el tercer cuarto para resucitar a su equipo.

El rebote tuvo trascendencia toda la noche y, aunque el Madrid lo niveló al final, las 17 capturas ofensivas azulgranas (unidas a las 15 pérdidas merengues) permitieron a los de Joan Peñarroya lanzar 16 tiros de campo más. Una barbaridad difícil de compensar en la mayoría de partidos. Al Barça lo condenó su pobre acierto en el triple (8 de 34, 23%), porque en defensa dio la talla en un duelo que alcanzó el minuto 40 con empate a 74. A un Vesely crecido de inicio (20 tantos) lo relevó un gran Punter (27 y 4 asistencias), el finalizador. Sus brazadas estuvieron muy cerca de llevar la victoria a su orilla. Le faltó acertar algún triple más. Campazzo y Tavares ganaron la batalla, un éxito catalizador que puede estimular a los de Chus Mateo. La brecha entre los dos grandes se reduce a solo un triunfo en la clasificación.

El flashazo inicial retrató a un buen Madrid, con Campazzo y Tavares marcando territorio, con una muy buena defensa, intensa y cercana, con Rathan-Mayes sobrevigilando incluso a Punter (luego Abalde cogió su marca) y embocando dos triples. El Barça se asfixiaba en ataque con un quinteto anotador en pista, incluido Jabari Parker, muy lejos de su mejor día (4 de 18). Con 8-17, Vesely se vistió de desatascador: una, dos, tres… hasta cuatro canastas seguidas, tres de media distancia, de las que castigan a Tavares, y la otra con una magnífica entrada cargando contra el gigante blanco.

Una falta de Fall en la lucha por el rebote de ataque y la técnica posterior dieron tres tiros libres al Real con cuatro décimas en el marcador, las que le quedaban a Yusta antes de robar el balón y meter de tres en Bratislava en la Ventana con la Selección. Al final del primer cuarto, 17-22; pero los de Peñarroya ya habían arrancado. El quinteto formado por Feliz, Llull, Musa, Deck e Ibaka colapsó a los visitantes, que encajaron un 14-3 con cinco tantos seguidos del debutante Raulzinho Neto (terminó lesionado). El Facu y Edy volvían a escena y reacción inmediata (0-6), aunque Tavares cometió la segunda y se marchó de nuevo al banco. El Barça había cogido el punto defensivo para desenfocar a su rival: solo concedió cinco dianas, 12 tantos, en el segundo acto, uno que Vesely cerraba crecido (12 puntos y 7 rebotes).

Emerge Hezonja

El rebote era culé y cada rechace extra valía el peso del balón en oro, un aspecto del juego muy relevante en el ritmo y la tendencia. En la reanudación, dos capturas ofensivas seguidas por una mala disposición de Musa desembocaron en un triple frontal de Justin Anderson: 43-37. El Palau vibraba, los suyos transmitían buenas sensaciones. Hezonja llevaba 0 de 4 de tres… Iba a arrancar de inmediato. Primero un 2+1 y luego apiló otras tres canastas y dos triples, hasta 15 puntos (de los 20 de su equipo) en un tercer cuarto en el que los azulgranas se habían parado, sin acierto de tres (25%) y sin el rebote de antes.

Cuesta abajo en la rodada hacia un desenlace en el alambre, que Punter, un finalizador magnífico, trató de evitar con un triple y tres libres tras sacarle la cuarta a Abalde desde el 6,75. Un 2+1 de Tavares ponía el 70-69, último minuto… Salto entre dos discutible y empujón clamoroso de Campazzo a Anderson revisado en vídeo en el que solo se podía valorar si era acto de violencia, no falta, porque la personal que habían pitado era a Musa. Y no lo consideraron los árbitros, que permitieron demasiados contactos toda la noche. Dos libres de Punter, réplica de Tavares y falta rápida a Jabari: 74-71.

Restaban 9 segundos, bola para el Facu, que se la jugó a Anderson por dejarle espacio cuando Hezonja se cruzó y amagó con recibir. Triplazo del argentino y prórroga, la primera, en la que vimos un duelo al sol, cada uno en lo suyo, entre Punter y Tavares. Con 84 iguales, Musa lo tuvo y Abrines empujó a Tavares en el rebote, al revés que antes. Prórroga, la segunda, en la que se impuso la ley de Campazzo, sus puntos, sus faltas forzadas y sus asistencias decisivas. La puntilla vino con un quiebro majestuoso del base. La primera victoria fuera de casa en la Euroliga, el Madrid aprieta el puño.

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