El Barça esquiva la crisis

Una derrota en Kaunas hubiese sido terrible para los azulgranas. Por la clasificación y por la moral. El Barça necesitaba ganar sí o sí ante Zalgiris y lo hizo sin la solvencia de otras ocasiones pero con el oficio necesario para llevarse un final ajustado. Festival de triples y acierto en el primer tiempo, descontrol en el tercer cuarto y trabajazo en el tramo final para amarrar una victoria más que necesaria. Con el quinteto inicial, con quienes están sosteniendo a este Barça. Satoransky, Laprovittola, Kalinic, Parker y Vesely demostraron una vez más que están para competir contra cualquiera pero las rotaciones, y las desconexiones, casi le cuestan un susto al Barça. No fue un partido brillante, una victoria abrumadora que espante todas las dudas, pero sí un encuentro que debe dotar de más confianza al equipo.

Mucho se ha hablado de la defensa del Barça este mes, coincidiendo todos que es ahí donde han radicado las derrotas de los azulgranas. Pero la defensa en baloncesto, y en cualquier deporte, no es una parcela aislada, forma parte del juego, y como tal está estrechamente ligada al ataque. Porque el Barça arrancó bien atrás, Zalgiris no tiró en sus cuatro primeras posesiones, pero pese a mantener el nivel y tono encajó un parcial de 11-0. Los fallos en ataque, numerosos, permitieron correr a los lituanos y desordenaron a los catalanes. Pero volvió el acierto y sobre todo desde la línea de triple. Seis de ocho, tres de Kalinic, para no solo recortar distancias, sino eliminarlas (22-28).

Birutis siguió superando a Willy por dentro y un Jokubaitis desacertado permitió una jugada de cuatro puntos de Evans. Eso, sumado a la precipitación del Barça en ataque igualó el choque. El acierto exterior ahora de Zalgiris les devolvió la ventaja (37-30). Y Grimau metió a Vesely. Es evidente que el checo es más fuerte atrás que Willy y que Birutis le estaba haciendo mucho daño, pero es que además sus compañeros le buscaron insistentemente. Entre él, sus tiros de media distancia, y Kalinic le dieron la vuelta al marcador tras un intercambio de canastas donde faltó un punto de tensión defensiva. Especialmente sobre Birutis y el tiro exterior. Porque los triples siguieron entrando. Una barbaridad de ellos. 10 de 14 el Barça, 6 de 8 Zalgiris (56-51).

Empezaron a errar los triples los barcelonistas y empezaron a acumularse los problemas para los de Grimau. Fallaron todos los que intentaron en los primeros cinco minutos y siguieron sin defender como se debe. Dos faltas de Parker, puntos de Birutis, un dos más uno… Y el Barça otra vez por detrás (67-62). Otra vez dio la sensación que los azulgranas jugaron a tirones, a ratos, siendo incapaces de mantener el tono competitivo a lo largo y ancho del partido. Sin el acierto exterior se les acabaron las ideas. Y eso sí es un problema grave.

El Barça volvió a ponerse por delante a cinco del final (75-77) gracias a Brizuela. Sus puntos, pero también su energía y movilidad. Y hasta su enfado (quizás justificado) con los árbitros. El partido se encaminó irremediablemente a un final ajustado (80-81 a dos del final) y esta vez sí el Barça supo resolverlo ganando el rebote defensivo en el momento clave. Un alivio.

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