Efecto Spanoulis

El Real Madrid vivió el martes uno de los mejores momentos en una temporada muy difícil, plagada de irregularidad en el juego y de malos resultados. Los de Chus Mateo mostraron su mejor versión en París, donde les recibía el líder. Allí ganó y lo hizo bien, mostrando una imagen de solidez pocas veces vista este curso. Si ese nivel se puede mantener en el tiempo lo vamos a ver pronto, porque al tumbar a los parisinos un nuevo equipo se subió al liderato de la Euroliga y ese equipo visita hoy el WiZink Center.

Se trata del Mónaco, un clásico los últimos años entre los que luchan por estar en la Final Four. Llegaron a la máxima competición continental en 2021 tras ganar la Eurocup. Desde entonces han jugado siempre cuartos de final y en 2023 acabaron terceros. Siempre bajo los mandos de Sasha Obradovic. Pero el tiempo del técnico serbio al frente del Mónaco acabó hace un mes, con el equipo octavo en la liga francesa y en la Euroliga. Cogió el relevo una leyenda del baloncesto europeo, Vassilis Spanoulis, y su llegada no ha podido sentarle mejor. De octavos a primeros después de cuatro victorias en los últimos cinco partidos. En los tres últimos, ante el Alba Berlín, Fenerbahçe y Bayern Múnich, han sumado una diferencia de puntos favorable de +69.

El equipo del Principado se ha caracterizado todos estos años por tener uno de los juegos exteriores más volcánicos del continente, con Mike James a la cabeza (último MVP de la temporada regular), acompañado por Elie Okobo, máximo anotador del equipo este año (14,2 puntos), y Jordan Loyd. Ese desparrame de talento que en muchas situaciones ha estado reñido con el cuidado del balón resulta que lo conserva mejor que nadie. Son el equipo con menos pérdidas por partido de toda la competición. Y al mismo tiempo son el segundo con más robos. Entre los balones que no pierden y los que recuperan, se colocan como el tercer equipo más anotador este año con una media de 87,2 puntos. Desde que está Spanoulis al mando esa cifra ha subido a 92,6.

Por si fuera poco, ahora también tienen dónde elegir por dentro, un aspecto del juego en el que siempre habían cojeado. A Donatas Motiejunas, referente interior estos años de bonanza, se ha unido Georgios Papagiannis y un Mam Jaiteh que ya estaba el año pasado, pero que es ahora cuando está aportando de verdad. Entre estos dos últimos aportan 14,8 tantos y 8,2 rebotes. Y Spanoulis ha recuperado para la causa a Terry Tarpey, ese elemento extraño durante años en los quintetos de la selección francesa de Vincent Collet. Muy lejos del estrellato de muchos de sus compañeros, era el pegamento que unía todo. A Mónaco llegó la temporada pasada, pero ha sido el entrenador griego quien le ha dado la confianza y él está convirtiéndose en un hombre clave en esta racha de victorias. El martes, ante el Bayer, hizo de todo: 8 puntos, 2 rebotes, 5 asistencias, 3 robos y 2 tapones. Y lo que es más importante. Fue el principal causante del mal partido de dos de los cañoneros bávaros: Carsen Edwards se quedó en un 5/13 en tiros y Andreas Obst en 5 puntos con un 1/5 en triples.

El Madrid tiene, pues, otro reto de categoría. Pero llega con el mejor Tavares de la temporada, con Musa y Deck recordando poco a poco a su mejor versión, con Abalde totalmente asentado como sexto hombre en importancia, con Feliz y Garuba dejando sensaciones muy positivas en los últimos días y, claro, con el omnipresente Campazzo. Otro líder pone a prueba al Madrid.

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