Con mentalidad de campeón

El Barça tiene en sus manos estar en la final Final Four. Una frase que puede parecer una evidencia, lo es, pero que también esconde una derivada. El Barça sabe lo que tiene qué hacer para estar en la Final Four. Y eso es muy diferente. Porque si los azulgranas juegan como el miércoles, con una buena tasa de acierto y una concentración excepcional, Zalgiris no tiene mucho que decir. Son claramente superiores a su rival y si rayan a ese nivel solo dos partidos les separan de Real Madrid o Partizán en semifinales. Hoy juegan el primero.

Para el partido de esta noche en el Palau la única baja sigue siendo la de Higgins. El norteamericano podría viajar a Kaunas la semana que viene, pero de momento sigue de baja por sus problemas de espalda. Una posición, la de dos, en la que se reivindicó el miércoles Kyle Kuric. Pese a haber estado de baja y descartado en múltiples partidos este año, el norteamericano dio la cara.

El principal riesgo para el Barça no es físico, ni siquiera baloncestístico, sino mental. Insistió Jasikevicius el martes y volvió a hacerlo ayer: sus jugadores deben estar preparados mentalmente para un partido que difícilmente será tan sencillo como el que inauguró la serie. No bajar la intensidad ni la concentración, especialmente si se ponen otra vez por delante, será clave en el partido de esta noche.

Precisamente porque todos en el Barça esperan una reacción de Zalgiris. Con poco o nada que perder, con la Final Four en casa y sabiendo que necesitan al menos una victoria en el Palau, hoy es su noche. Por lo menos para alargar la serie lo suficiente como para meterle el miedo en el cuerpo al Barça. Para ello, sin embargo, deberán estar mucho más acertados que el miércoles. En ataque tienen relativamente poco margen, sobre todo si el Barça está al mismo nivel, pero en defensa sí pueden dar mucho más. Pueden ser más agresivos, más físicos, y mejorar en los cambios defensivos. Un aspecto que aprovecharon los azulgranas para hacerles mucho daño.