El Anadolu Efes recuerda al Barça que es el campeón

Prometía mucho el Barça-Efes y no defraudó. Fue un partido emocionante, con un final ajustado, pero que los turcos dominaron con claridad buena parte del mismo. Fueron manifiestamente superiores al Barça durante prácticamente 35 minutos, amasando una ventaja que parecía definitiva. Y al final lo fue, pero con sufrimiento. En un resurgir tan espectacular como inesperado, Higgins lideró un parcial de 14-0 que metió el miedo en el cuerpo a los de Ataman. No se consumó la remontada, en buena medida por la gran desventaja que arrastraron hasta el último cuarto. Demasiados triples encajados, pocos anotados. En definitiva, demasiados puntos que remontar.

El pobre inicio del Barça tuvo varias causas y algunos protagonistas. La primera, evidente, el poco acierto en el tiro. Es imposible ya no ganar un partido, sino pelearlo, con porcentajes de tiro alrededor del 20 por ciento. Con Laprovittola de uno el Barça pierde claridad pero es que además pierde puntos: el argentino, junto con Mirotic, es el máximo anotador del equipo. Y con Higgins y Abrines en el banco el Barça se quedó sin recursos en ataque (2-12). Solo cinco puntos de Kalinic y alguno más tras el rebote ofensivo. Pero los problemas no acabaron ahí.

A los azulgranas les costó mucho defender los bloqueos directos de Efes, cambiaron demasiado pronto, y acabaron emparejando a Kuric con un grande y a Mirotic con un pequeño. Un error que pagaron caro, y que pudo ser peor. El equipo turco falló algún tiro liberado con el que podrían haber hecho todavía más daño. La sensación general fue simplemente que Efes les pasó por encima (9-21).

El rictus y la actitud de Jasikevicius, un hombre que no esconde sus emociones, suelen reflejar el estado de ánimo del equipo. Con las manos en el bolsillo e impasible al inicio, más airado después, no dejó de exigir más a sus jugadores. Porque la falta de acierto forma parte del baloncesto pero que Efes te doble en rebotes y puntos denota una falta de tensión competitiva. Y eso Jasikevicius no lo perdona (13-29).

Fue a mitad del segundo cuarto cuando el Barça subió el listón. A raíz de una mayor intensidad, que derivó en más rebotes y puntos en transición. Mirotic y Kalinic fueron quienes jugaron con más energía, contagiando a sus compañeros. Sin embargo no lograron parar el potencial ofensivo de Efes, que con cinco puntos de Beaubois volvió a estirar el marcador. Solo Mirotic, que siempre aparece, jugó a la altura del partido y el rival. Y eso que estuvo lejos de su mejor versión, con algún fallo impropio de él (28-39).

Anadolu Efes mantuvo cómodamente la ventaja a lo largo del tercer cuarto, pues cada vez que el Barça se acercó cortó de raíz cualquier atisbo de remontada. A base de triples, cinco de Larkin, que cayeron como una losa en el Barça y su afición (48-62). En 30 minutos no tiró un solo tiro libre Anadolu Efes, lo que viene a dar una idea también de la tensión defensiva del Barça. Sin buenos porcentajes de tiro, la remontada azulgrana era una quimera.

El vendaval exterior de Efes no amainó en el último cuarto, en el que se apuntó M’Baye. Y es que el partido, en realidad, solo estuvo dividido porque así lo marca el reglamento. Desde un punto de vista del juego fueron 35 minutos de continuo dominio de Efes, de acierto exterior y de impotencia del Barça. No le entraron los triples a los azulgranas, que fueron manifiestamente inferiores a su rival a lo largo y ancho del encuentro. Y, aún así, pelearon el partido.

Dos triples de Da Silva abrieron un parcial de 14-0 para el Barça que redujo notablemente la ventaja de Efes a cuatro minutos para el final (67-71). Por primera vez peligró la victoria visitante, por primera vez rugió el Palau como en las grandes ocasiones. Un triple de Higgins, el mejor tras el descanso, puso el partido en un puño (72-75) pero la remontada no fue finalmente posible. La ventaja era demasiado grande.