Gran CanariaCAN
84
JL Bourg BasketBOB
76
Finalizado

EUROCUP | 4ª JORNADA

Sigue la marcha triunfal del Granca en la EuroCup

Los de Lakovic, que llegaron a ir ganando al Bourg 69-46, pecaron de relajación en el último cuarto. Gran partido de Lammers: 17 puntos y 7 rebotes.

Como corresponde al gran campeón de la competición que es, el Gran Canaria continúa con su marcha triunfal en la presente edición de la Eurocup. Esta noche despachó sin mayores problemas al Bourg en Bresse (84-76), al que incluso pareció perdonar la vida. Solo la relajación insular impidió una paliza de época. El liderato ya es únicamente suyo.

El equipo de Jaka Lakovic sumó su cuarta victoria en otros tantos partidos. Antes, también de manera solemne, despachó consecutivamente a Aris de Salónica (66-82), Ulm (111-82) y Trento (73-87). Cuatro partidos, cuatro tundas a sus rivales, la de Italia con un marcador más abultado de lo visto en la cancha. Y lo peor para ellos: la incontestable sensación de dominio de un equipo, el Dreamland Gran Canaria, al que todavía se le adivina un infinito margen de mejora. Hoy, además, minimizó durante casi todo el partido al otro equipo que permanecía invicto en el Grupo B.

El bacheado comienzo del Dreamland Gran Canaria fue todo lo contrario a premonitorio. Ocurrió que los hombres de Jaka Lakovic comenzaban agachando la cabeza ante el punzante ataque francés. Zaccharie Risacher, hijo del ex ACB Stephane, le metió dos zarpazos consecutivos para darle ventaja al Bourge, 8-13, en un inicio de partido en el que ambas defensas parecían estar todavía en el calentamiento.

Lo que parecía un correcalles empezó a dejar de serlo una vez que Ben Lammers se puso manos a la obra. De hecho, el pívot alemán comandó la reacción local con nueve puntos consecutivos todos los colores: canasta de dos, tiros libres, un triple y un mate, con póster incluido, en las fauces de Salash. Esta perfecta secuencia de canastas permitió al Granca alzar la vista y verse por delante en el marcador al final del primer cuarto: 26-21.

En los locales, la cosa iba de pívots. Si Lammers comenzó el desguace del Bourg unos minutos antes, en el segundo cuarto fue Pelos quien se puso machacón. Cuatro puntos seguidos del francés supusieron la primera amenaza de tormenta, 43-30, un diluvio poco después sobre el aro francés. La renta del Granca llegó dos veces al +18 antes del descanso, 53-35 y 56-38, puro maquillaje el triple de Risacher cuando la bocina que proclamaba el final del primer tiempo retumbó en el pabellón.

Entre Pelos, con otras dos canastas del tirón, Albicy y un triple de Salvó, la distancia se estiraba ya hasta el +23, 69-46 tras este inapelable parcial de 9-0. Sin embargo, cuando el Gran Canaria estaba en disposición de darle al Bourg una tunda de época, la hueste de Lakovic le dio vida a su rival, que de pronto devolvió el parcial encajaba poquito antes para encarar el último cuarto con algo de luz alumbrando su tenebroso camino: 69-56.

Ni que los de amarillo hubieran dicho “hasta aquí la broma”, la posible remontada francesa no pasó de un leve, levísimo, conato. En ese último periodo el Granca controló a la perfección a su rival, que tampoco es que hiciera excesivos méritos para llevarse una victoria que, tras lo visto durante los 25 minutos anteriores, parecía homérica. Su relajación no le hizo correr peligro mientras que ese arreón final le valió al Bourg para maquillar un partido que ya estaba más que decantado y mirar con ciertas esperanzas a la clasificación en caso de empate.

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