España empieza ‘jugona’

España tuvo un aterrizaje placentero en el Eurobasket. Despachó a Bulgaria (114-87) en el partido inaugural del torneo pero, sobre todo, se reconoció como equipo. España va a necesitar encontrar un ADN propio en este campeonato sobre las huellas que ha ido pisando este verano. A través de la defensa, el primer mandamiento de su Nuevo Testamento, se sintió con confianza en ataque y produjo puntos con una facilidad imponente. Por momentos, hasta pareció un equipo de jugones. El resultado final (114-87), con fantásticos porcentajes (64% en lanzamiento de dos y 45% en tiros de tres, más 27 asistencias) revela la diferencia entre España (número 2 del ranking mundial) y Bulgaria (52), pero también las buenas vibraciones. Si el eslogan del Tblisi Arena en este Eurobasket es “bring the noise”, España hizo ruido en el debut.

El horario del partido (15:30 horas) obligó a la Selección a cambiar la costumbre del almuerzo (lo tomó a las 12.00), pero no el menú habitual (pasta, carne, pescado). No hubo sesión de tiro. Apenas una activación, merienda ligera ya en el Tblisi Arena, y a jugar. Y muy bien durante la primera parte. Con un quinteto con alguna sorpresa (Jaime acompañó a Brown en el ‘backcourt’; y Arostegui acompañó a los Hernangómez), tomó distancia desde el principio del partido. Asfixió a Vezenkov, que no anotó hasta el 20-13 en el minuto ocho, y jugó de manera coral. Hasta ocho jugadores anotaron en el primer cuarto. Todos menos Parra y Rudy. El capitán, que igualaba a Epi como segundo jugador histórico con más internacionalidades (239), se guardó el primer triple para la jugada inicial del segundo cuarto, en el que la Selección le hizo el agujero definitivo al partido. “Más, más”, le pedía Rudy a sus compañeros en defensa antes de hacer el triple del 36-20, primer agujero de partido, mientras era llevado en volandas por un banquillo que le reconoce como líder. El último triple de Juancho, que va poquito a poco a más (13 puntos) antes del descanso, en una de esas jugadas que Scariolo va probando durante el campeonato por si son necesarias en el momento de la verdad, marcó sobre la bocina la máxima diferencia de los primeros 20 minutos (57-35). A la misma ayudaron Willy, Jaime y, especialmente, Lorenzo Brown, que ya se siente plena parte del grupo dentro de la cancha.

Se hizo difícil no convertir el segundo tiempo en un intercambio de canastas. El partido estaba resuelto, Bulgaria está lejos del nivel de la Selección y es fácil poner la luz larga para pensar en todo lo que está por venir y dosificarse. Scariolo, no obstante, exigió a sus jugadores y mantuvo las rotaciones. También la de Rudy pese a que, obviamente, es a quien más hay que mimar (alcanzó los 14 puntos en poco más de 16 minutos). Llegaron nuevas máximas diferencias (73-48, minuto 26, 79-51, minuto 27) que permitieron a Scariolo ir probando defensas presionantes después de saques de fondo del rival, sistemas en ataque… El partido terminó al ralentí, pero con la satisfacción de ver finalmente a Sebas Sáiz en la cancha (él como nadie se ha ganado llegar al Eurobasket). Todo fueron buenas noticias y ruido positivo en el estreno del Eurobasket.