El Unicaja llega a tiempo ante un gran Burgos

Apuró el Unicaja frente a un bravo y revitalizado San Pablo Burgos, que tomó el control en el Martín Carpena, en un recordatorio de la buena salud que goza la ACB actual, donde cualquiera te saca los colores cuando peca la pereza y el exceso de confianza. Lo sacó el equipo malagueño (99-91) con un buen sprint final (31-20), pero poco más sobre lo que profundizar. Y mucha culpa la tiene Porfi Fisac, que planteó más de una trampa a Ibon, con fases de zona y esa máxima de ralentizar el juego malagueño todo lo posible. Lideró su equipo hasta bien entrado el último cuarto, con un tanteo alto y muy desinhibido, aguantando incluso el intercambio de golpes, porque talento y herramientas tiene sobre las que construir. Duarte tuvo su mejor día en Málaga (23 puntos, 5/7 en triples y 27 de valoración) y Alberto Díaz hizo despertar al Unicaja en esa fase final, con un buen Sulejmanovic y alguna descarga de Perry. 7-3 para los malagueños, con la Copa cada vez más cerca; y más hundido San Pablo (1-9), pero el consuelo es sencillo.

Demasiado dormido el Unicaja, que entró al partido sin tensión y poniendo demasiado de su parte, y tampoco está la máquina a punto como para dejarse ir y que le baste, ni ante el colista. Balcerowski y Rubit se cargaban de faltas a los pocos minutos. Y emergía esa zonal de Porfi, que además forzaba a ataques largos y generar ansiedad en los malagueños. Poca fluidez en ataque, malas comunicaciones atrás y sorprendido por ese buen nivel de Burgos, que tomó el control con personalidad y no se bajó. 13-20 el primer parcial con un brutal enfado de Ibon en un tiempo muerto, sin efecto, por ese plan de Porfi. Buen debut de Ethan Happ, otra dimensión el juego interior burgalés (14 puntos y 6 rebotes) y Jhivvan Jackson (25 puntos y 4 asistencias), ese jugador de talento y puntos que eleva el techo. En ese estado de ánimo a favor, 41-43 al descanso tras un parcial de 8-2 donde podía imaginarse un cambio en el marcador. Demasiado solo Duarte, que metió sus primeros cinco tiros, pero sin acompañantes, el dominicano fue por momentos la única vía para producir. De momento.

No intimidó el escenario a San Pablo Burgos, manejando una renta entre los 5 y 10 puntos en el tercer cuarto, cada vez más entero en el partido. Sin encontrar el Unicaja esa zona de seguridad, los Perry, Kalinoski o Djedovic, los recursos que emergen en la emergencia. 61-70 al final de ese periodo, pero el Unicaja consiguió un parcial de 7-1 con un dos más uno que tuvo su peso sobre la bocina, antes un triple de Dani Díez (13 puntos). Pero fue Alberto Díaz, mandón y con alguna acción poco habitual del base malagueño, una entrada con dos más uno o sacando tres tiros libres a Jackson (76-74). Ya prendió el Carpena, pero Corbalán, interesante proyecto, anotaba cinco puntos seguidos. Partido apretadísimo y con un peso en el juego para los de Porfi, pero Perry (16 puntos y 7 asistencias) puso las cosas en su sitio, más el factor Sulejmanovic (11 puntos), que completó sus mejores minutos como jugador del Unicaja con un triple y varias acciones cerca de canasta. Ibon imitaba al Cholo Simeone y el Carpena con él para empujar. Y el Unicaja ya lo amarró en los segundos finales. Pero es un aviso para meter más tensión ante este rango de rival. 7-3, y un paso más cerca de Valencia.

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