El Unicaja desenreda y hace sangre

El Unicaja escapó de la red de Moncho Fernández (ganaba 71-66 a siete minutos). Pero puso el modo ataque, con una fase final de trance, para ganar por 95-71 al Bàsquet Girona, que hincó la rodilla tras ir a remolque durante el grueso en el Carpena. Tanteo fantasma, como las decenas de caretas en la grada del Carpena por Halloween para festejar un triunfo importante, porque el equipo de Ibon venía de perder ante Barça y Tenerife. Se coloca 3-2 y además gana un buen chute de average, crucial en esas cábalas para la Copa del Rey. Un partido que pudo atragantarse, pero que tuvo un desenlace tranquilizador, y sin percances por la tendencia de los últimos días tras esa terrible lesión de David Kravish, que contempló el triunfo, recién operado del peroné y con muletas, desde el banquillo malagueño. El club sigue inmerso en un mercado de pívots nada sencillo.

Descorcharon Chris Duarte y Tyson Pérez, especialmente lúcido el pívot dominicano (18 puntos, con tres triples finales) en un partido donde el Unicaja manejó una renta de 10-15 durante su desarrollo. No contó Ibon con Djedovic (Kravish aparte), pero sí con Sulejmanovic, importante por la forma de funcionar. Tiene el equipo malagueño todavía sus taras, son síntomas entendibles para un bloque que va rehaciéndose, aunque sí hay una percepción clara de esa dependencia en el núcleo duro. Jugadores como Perry (11 puntos), que va a más, o un celestial Kalinoski, el soldado infravalorado de este equipo, aparecen en momentos de necesitado. Especialmente importante Barreiro, que merece una mención, por su intendencia en la primera parte (7 puntos y 7 rebotes), una vitamina que le vino de maravilla al Unicaja para ganar 46-39 al descanso.

Tuvo un buen suelo de trabajo el Unicaja, pero no dejó de currar Girona, haciendo la goma pero asomándose. Los parones y alguna decisión arbitral generaron frustración a los malagueños. Pero bravo por Girona, aunque recibió un chaparrón demasiado escandaloso por méritos. En la segunda mitad, el Unicaja continuó ampliando la diferencia en el marcador, pero en el último cuarto llegó la reacción del Girona, que logró acercarse peligrosamente. La respuesta del conjunto malagueño fue contundente: carácter, intensidad y acierto, con un Carpena cada vez más protagonista, para sellar uno de esos triunfos que pueden parecer rutinarios, pero que en realidad tienen un gran valor en la exigente jungla de la ACB. El equipo cuenta con una base sólida a la que los nuevos pueden incorporarse, retroalimentarse y seguir creciendo. Duarte va entrando, y hay otras certezas como Balcerowski (13 puntos, 10 rebotes y 21 de valoración), de nuevo ofreciendo flashes de jugador potente. Volvió a tener unos segundos la perla Arturas Butajevas con el primer equipo. Hay margen en todos los rincones del plan de Ibon. Se progresa mejor ganando.

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