El Unicaja calla al Barris Nord

Coinciden jugadores y entrenadores que la acústica del Barris Nord tiene poco parangón en Liga Endesa, cancha con alguna connotación griega o turca cuando se remanga. Lo comprobó en sus carnes el Unicaja, sudando tinta china para sacar un triunfo de enorme valor (88-89) y colocarse en 6-3, sonreír tras el parón y rellenando esa primera columna de cara a la Copa del Rey de Valencia. Batalla intensa, con una segunda parte donde vino en estampida este emocional Hiopos Lleida (37-51 al descanso) bajo el empuje de su pabellón, pero mayor poso y gestión del equipo malagueño en los minutos finales, con el partido en un puño. Llegó desfondado el conjunto catalán, con algunos sus jugadores trocales eliminados (Ejim o Agada) y el Unicaja lo amarró después de dominar en el grueso y saber sufrir cuando tocaba. Balcerowski, el más destacado (19 puntos y 29 de valoración).

Venía el Unicaja en una línea ascendente antes del parón, en proceso de mejorar sus mecanismos y algunos explorarlos. Los márgenes en los que se maneja el equipo de Ibon son amplios, en blanco en algún segmento porque han llegado dos fichajes: Rubit y Audige. El segundo debutó en Lleida, una pequeña rotación en una primera parte muy completa del Unicaja, quizá la más convincente de la temporada. Defensivamente la mejoría es más evidente que delante. Kalinoski ejerce de estabilizador y Perry en los mandos en ataque, miembros de la vieja guardia, con Balcerowski cada vez más dominante bajo los aros. Suelo alto en todos los jugadores para ganar 37-51 al descanso, gracias a poder jugar con algún exceso en transición, donde el Unicaja lo borda. Mucho ritmo, dientes atrás y un baloncesto muy convincente para de momento dejar apagado al Barris Nord y a Hiopos Lleida, sin chispa y con necesidad de una reflexión en vestuarios ante el placer malagueño.

Tenía que ser Melvin Ejim quien encendiera al pabellón, sobrexcitado el canadiense ante sus ex, para ponerse en ese modo superhéroe que bien conocen en Málaga, con más de un aficionado viudo por la dinamita del canadiense. Contagió Ejim a todos, conjugado a una caída del Unicaja, que empezó a cometer errores y una diferencia que fue acortándose en el tercer cuarto (66-69). Encontró más jugadores Lleida en Krutwig y Paulí, que venía de completar una gran ventana con España, y Jon Shurna, otro guerrero e implosionando con esa mecánica de tiro horrorosa y a la vez efectiva. El Unicaja pellizcó con el bonus, bien Duarte en esa capacidad para sacar faltas, con algún buen triple de Perry y decisiones certeras de Alberto Díaz. Jerarquía al poder. También a resaltar Balcerowski, que coge mucho peso en momentos tensos, incluso con algún gesto desafiante al Barris Nord que le costó la técnica. Partido por decidir en las últimas posesiones, importante un triple esquinado de Tyson Pérez y uno errado de Agada que habría colocado el 86-85. Pero lo supo amarrar el equipo malagueño, con acierto en la personal y sin hacer locuras. Lo terminó Perry a ocho segundos del final desde la línea (88-89). Victoria monumental para obtener tranquilidad en este arduo y complejo proceso de construcción.

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